Conocida por grandes éxitos como “Desenchantée”, “Libertine”
y, posteriormente, “Ella Elle l’a”, “Voyage, Voyage” y “Babacar”, Kate Ryan
representó a su país, Bélgica, en Eurovisión 2006. Las expectativas eran
enormes con una cantante que en poco más de cuatro años había logrado vender
más de dos millones de discos en todo el mundo. La canción, casi hecha a
medida, no podía sonar mejor en su versión de estudio. Sin embargo, en cuanto
Kate Ryan pisó el escenario griego de Eurovisión 2006, se vino abajo. Casi
literalmente.
Canción: Je t’adore (Yo
te adoro)
Canta: Kate Ryan
País: Bélgica
Año: 2006
Posición en la
Semifinal: 12º
Tan sólo siete
puntos separaron al último clasificado para la Final de Kate Ryan, que quedó, finalmente, en el
puesto 12. Era una de las tres grandes favoritas no sólo por los eurofans sino
también por el jurado especializado. Una chica feliz, guapa, sexy y con una
trayectoria breve pero intensa. “Je t’adore” tenía todas las papeletas para
colocarse perfectamente en un TOP10 de la final. Pero quedó la 27 (en el
cómputo global). ¿Qué le ocurrió a Bélgica? Vosotros mismos ya lo habréis
visto.
La competición en
2006 era muy fuerte. De hecho, para mí es el gran año de Eurovisión de toda su
historia. Los temas de la final eran grandísimas actuaciones (algunas no tanto,
pero muy pocas) y en la
Semifinal también quedaron enormes canciones. Pero en el caso
de “Je t’adore”, sin duda, lo que falló fue la creación de una gran expectativa
que no se vio cumplida ni a la mitad de la mitad. Y aquí cualquier mínimo error
significó el quedarte atrás.
Vamos a empezar por
la puesta en escena. Como idea era buena, pero en el escenario quedó un horror.
El juego de los bailarines y los micros estaba bien. Quedaba gracioso. Hacía
más diva a Kate. El vestuario de ellos era, como poco, curioso, con esos corsés
negros. Al fondo, pero no muy escondidas, las dos coristas belgas. Una a cada
lado y subidas a una plataforma. Todos a bailar y a hacer pasos imposibles.
Micros para aquí y micros para allá. Y el ventilador dándolo todo, por
supuesto. Menudo caos más innecesario.
También me pareció
desmedido el propio vestuario de Kate Ryan. El color del vestido iba a juego
con lo fosforescente de los pies del micrófono. Pero ya. El vestido era
exageradamente largo y Kate no sólo lo arrastraba sino que se lo pisaba. Tuvo
que estar cogiéndoselo durante toda la actuación (o poniendo la pierna a lo Angelina Jolie) para evitar caerse. ¿Y os
habéis fijado en los zapatos? Qué cosa más fea. Con el ventilador todo se
potenciaba y se movía demasiado. Hasta el pelo tan liso que siempre ha
caracterizado a la belga. En varias ocasiones se le mete dentro de la boca. Qué
horrible.
La coreografía era
fuerte, marcada, pero Kate tampoco estaba a la altura. Diría más, la puesta en
escena la ahogaba. Y ella ya de por sí no tiene mucha voz, lo pudimos
comprobar. El resultado fue una actuación mediocre, desordenada y en la que los
coros brillaban más que la artista. Por liarla la lió hasta el realizador, que
en un momento de la canción (casi al final) decidió pinchar una cámara que
enfocaba el backstage y no la actuación. Fenomenal. Todo salió a pedir de boca.
La letra, para los interesados, decía lo siguiente: “La suma
de todas mis fantasías. Eso es lo que eres para mí. Sólo con estar cerca haces
que sienta que vuelo. Me sacudes.
Me haces tocar el cielo. Jamás pensé que podría alcanzar toda esta
altura. Yo te adoro, y no puedo ocultarlo. Yo te adoro, todo el mundo puede
verlo. Y es que tú me das, todavía más, de lo que yo jamás hubiese esperado. Yo te adoro, aquí está mi corazón. Tómalo.
Yo te adoro y, por favor, no lo rompas. Yo te adoro”. Un bonito y pastelón
himno al amor más desenfrenado y más puro. Un tema… adorable, sin duda.
Mañana no hay
canción. Toca Crónica de Gran Hermano 12+1. El sábado sí vuelve la música. Y
volveré con otra actuación de este mismo año. Y no será la última, ya os he dicho que 2006 fue un grandísimo año. El sábado también cantará otra mujer. No digo más.
Se admiten apuestas, y espero que más acertadas que las de ayer. Gracias a
todos...
¡YO OS ADORO!
¡FELIZ DÍA DEL ODIO
A TODOS!
Roberto S. Caudet
Rob, la canción me gusta mucho, Kate Ryan de normal también lo hace, la plataforma con los bailarines saltando también... ¿Por qué la cantante la lió parda?
ResponderEliminarEs un tema así como maquinero, incluso un poco #bonici ;) , pero es una fatalidad total. Kate Ryan me ha recordado a la Princesa Leia entre tanta espada láser convertida en micro, pero después de haberse tragado a Anastacia, la hermanastra de Cenicienta.
Veo totalmente obvio que se quedase fuera de la final, y más, teniendo en cuenta que en ese año Tina Karol llevaba una canción muy parecida a esa con un perfil muy parecido al de la artista (a todo esto, canción que también sigo escuchando fielmente porque me encanta en exceso).
Si en lugar de un atropello múltiple de esos que pueden producirse en plena carrera ilegal, hubiese sido algo más coherente y ordenado, podría haber tenido posibilidades.
Estuvo estupenda, me gusto mucho verla en Eurovision!!!
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