Mostrando entradas con la etiqueta El Sueño de Morfeo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta El Sueño de Morfeo. Mostrar todas las entradas

domingo, 19 de mayo de 2013

Sueños, realidades y lágrimas | Eurovisión 2013




Ya está. Ya pasó todo. La magnífica gran final de Eurovisión 2013 ha llegado a su fin, y con ella se han cumplido los sueños de decenas de cantantes y millones de fans. El nivel era alto, y al final quedó una gala muy variada con temas muy diferentes entre sí. Cada país hizo lo que pudo o lo que le dejaron. Y ahora ya tenemos los resultados, los ganadores, los perdedores, los puntos, las experiencias… Señores, demasiada tela que cortar. ¡Que suene, por última vez, la revolución musical!

De nada sirvió el petardeo este año. Los temas bailables y más comerciales no encajaron este año en el gusto europeo. Ni el guapísimo Ryan, de Irlanda, con su himno latino, ya que quedó último; ni la boda lésbica de Finlandia que aportó la máxima nota de color aunque obtuvo la posición 24ª; tampoco la escandalosa e infernal Francia, con sus ganas de venganza y su infierno interior que se quedaron en el 23º; ni logró convencer Cascada, que de gran favorita, sólo pudo rascar 18 puntos y escalar hasta un mínimo 21º puesto de la tabla. Europa entera bailará todo el verano su “Glorious”, de eso no tengáis la más mínima duda. La puesta en escena fue demasiado cutre. Yo habría llevado a las bailarinas del videoclip y me habría alejado de esos andamios convertidos en escaleras... Chafón para Alemania. Todas ellas dieron luz y vida al festival, pero está visto que este año se jugaba mucho más.

Quizá por ello hubo también cuatro baladones entre los puestos más bajos. Europa no llegó a aprobar la sobriedad Lituania, que pecaba de lineal y aburrida. Quedó 22ª. Tampoco conquistó Estonia, cuya cantante apareció embarazadísima en el escenario. Su puesto fue el 20º. Poco pudo hacer también Bonnie Tyler por su Reino Unido. Su actuación fue de mito musical, pero falló el acompañamiento. Quedaba sosa en exceso. Tan sólo logró el puesto 19º, una auténtica lástima. Como el 17º de Islandia, que pese al vozarrón del cantante, apenas nadie quiso votar por él.

A mitad de tabla quedaron seis canciones que bien se merecieron llegar hasta los puestos más altos como otras debieron haber marcado un 0 en sus casilleros finales. En este último sector encontramos a Armenia que con 41 puntos pudo ser 18ª; a mí me pareció un momento perfecto para ir al baño. Y así lo fui anunciando por Twitter. Idéntica situación es la de Bélgica, que aún no logro entender cómo pasó a la Final y cómo obtuvo hasta 71 puntos, quedándose la 12ª clasificada. El pedazo de “Solayoh” que nos trajo Bielorrusia tampoco marcó en exceso este año. Ya avisé de que las divas están de capa caída en Eurovisión desde 2008. Ahora se lleva más otro tipo de cantante y puesta en escena. Una pena. Pienso seguir coreando y bailando “Solayoh” en mi casa hasta que me canse. Igual que seguiré amando la barbaridad de balada y de dúo que vino de la mano de Georgia y que a cada minuto me conquistaba más y más. Terminaron 15º, con solo 50 puntos. Una aberración al buen gusto, qué queréis que os diga.

La 14ª clasificación de Suecia también me pareció casi un insulto. Robin cantó de maravilla. La actuación fue impecable. Y la canción era genial. Además, estaban en su propio país. Me pareció rarísimo que casi ningún país le diese esos “puntos bajos” a modo de regalo por la organización… Para mí era podio clarísimo. Aunque el que casi hace podio es el de Rumanía. Llega a subir más alto y a mí me tienen que asistir de urgencia. Bofetada en la cara fue su 13ª clasificación. Por el amor de Dios, que logró 65 puntos… ¿Pero qué clase de gente vota en Eurovisión? Menos mal que España no le dio ni un solo voto. Me habría muerto allí mismo. Aunque con la que casi quise morir fue con Moldavia. La falda creciente de Aliona y su voz prodigiosa sólo le sirvieron para quedarse en el puesto 11º, a sólo 13 puntos del Top10. Aún así, obtuvo un total de 71 puntos que yo celebraba con mucho gusto. Siempre pensé que sería la actuación que le haría sombra a mi Ucrania. Pero no fue así. Bien.

El Top10 de Eurovisión 2013 se inicia con Hungría y sus 84 puntos. Estaba claro que podía colarse por ahí. La canción no me gusta. Es lineal, cansina y los estribillos se repiten tanto que me saturan. Pero tenía un algo que te incitaba a quedarte oyéndola, al menos una vez. El 9º puesto fue para los Países Bajos. Los pájaros de Anouk recibieron 114 puntos. La voz de la cantante es puro amor. La puesta en escena fue sosa pero atrapaba, porque la canción es íntima a morir. Hacía 8 años que Países Bajos no estaba en la Final. Todo un regalo. ¿No os parece? Que sigan apostando fuerte, que ya han visto que los esfuerzos tienen su recompensa.

Para recompensa, la de Malta. La actuación era sencilla, pero amena. La canción es buenrollista y muy enérgica. Y Gianluca… Bueno, iba vestido como yo. No le puedo pedir más, ¿no? Qué sonrisa, qué carita, qué vocecita… Para mí fue un éxito personal. Celebraba muchísimo cuando iba subiendo por la tabla. Al final se quedó 8º, con 120 puntos. Alegría máxima. También me alegré absolutamente por mi Marco. Los dos Mister Eurovisión seguiditos. El de Italia se llevó el 7º puesto, y la friolera de 126 puntazos. No me esperaba menos. La canción es casi perfecta. Marco es perfecto y más. Y la actuación fue de una sobriedad impecable. Fue el único en aparecer completamente solo en escena. Se merecía un regalo a su voz y a su interpretación. Gigante.

Enorme también fue la posición de Grecia, con 152 puntos. Quedó 6ª, para sorpresa de medio Twitter, que iba como loco con su alcohol gratis. En Eurovisión hay dos tipos de gamberradas. Unas no se toleran, que son esas canciones protestas con trasfondo político o social que no vienen a cuento. Y la otra es un tema fresco, divertido, pegadizo y machacón como el griego. Esos se reciben con buen agrado. Fantástica, Grecia. Espero que el año que viene siga viniendo. Porque ese empujón de este año lo necesitaban. Y no sé qué sería de Eurovisión sin Grecia. Ni tampoco sin Rusia. Es uno de esos países fundamentales. Y encima anoche llevaban un himno. Dina cantó con su voz celestial. La puesta en escena les quedó perfecta. El tema estaba ejecutado sin ningún pero. Y la letra es bella a morir. Consiguió quedarse en el TOP5 con 174 puntos. Genial.

Esperad un momento… ¿En serio no os habéis dado cuenta de que ya voy a por el cuarto puesto y aún no he nombrado a España? Muajajá. O la metía ahora, así con calzador, o no sabía cómo comentarla. Porque aparecimos así, cogidos con pinzas. La canción no era apta para Eurovisión. La puesta en escena fue tan aburrida como olvidable. Y Raquel del Rosario… Bueno, tuvo 3 minutos para demostrar a toda España que nos equivocábamos al decir que fue una pésima elección el llevarla. Desgraciadamente, no calló ninguna boca. Su voz tembló en todos los graves del tema. Entró fatal. Su cara ilustraba los nervios que tenía. ¿Pero qué clase de cantante llevamos anoche? El año pasado quedamos décimos. Y este hemos sido penúltimos. Creo que es más que evidente que España sí puede quedar bien en Eurovisión. Siempre y cuando se quiera quedar bien. No más sueños, y sí más realidades. Gracias.

Para ser justo, diré que España tuvo el mismo éxito que otros 7 países. Porque de los 8 primeros países que actuaron en primer lugar (del primero al octavo, quiero decir), ninguno logró pasar del 11º puesto. Es muy destacable que, como siempre se ha dicho, actuar al principio del concurso no beneficia nada. Un año más se ha demostrado. En cambio, el podio al completo, y también el cuarto puesto, actuaban desde el 18º en adelante. ¿No os parece suficiente señal? De hecho, los cuatro primeros puestos actuaron seguidos pero salteados: en el 18º, 20º, 22º y 24º lugar. Fantástico. Y así quedaron, ¿eh? Primero, segundo, tercero y cuarto. Es como mágico. Llamaré a Iker Jiménez por si puede aclararme alguna teoría conspiratoria.

Bien, voy con el último de ellos. El 4º puesto. Noruega. He de confesar que sufrí mucho cuando escalaba puestos como la espuma, aunque gritaba cuando le daban puntos bajos o ni le daban. El desfase noruego no se mereció, siempre a mi juicio, esa barbaridad de 191 puntos. Pero bueno, no hizo podio. Y yo me alegro. Ahora que suene en discotecas desfasadas y lo que quiera. Ya me da igual. Lo que no me daba nada igual eran los puntos que le iban dando a mi querida Zlata. Mi grandísima Ucrania. Sabía que no me fallaría. Y no lo hizo. Siempre que he apostado firme por este país me ha respondido maravillosamente. Y este año, también. Me pareció la actuación de la noche. La canción es preciosa, mágica, fantástica, elegantísima y soberbia. Una voz impecable. Una belleza de póster. La seguiré cantando hasta que me aburra, y eso no ocurrirá. 214 puntos, obtuvo mi Ucrania querida. Y el tercer puesto. Ahí estaba mi ganadora. Y yo muy feliz.

Para feliz, mi mami. Porque su favorita se quedó justo por encima de la mía. Ella apostaba por Azerbaiyán. Razones no le faltaban. Yo la terminé subiendo al décimo puesto tras su actuación final. Farid canta muy bien en registro más agudo. La actuación fue para enmarcarla. Original, fresca, atrayente… Lo tenía todo. Quedó magnífica. Se mereció una gran clasificación, y la obtuvo. 234 puntos y una medalla de plata, un 2º puesto muy digno.

Y, señores, la ganadora fue, como no podía ser de otra manera, mi queridísima –y quizá miembro de la realeza británica- Emmelie de Forest. La Emilia de los bosques, en castellano. Jovencísima, con mucho talento, con una canción recogidísima y muy internacional. Con una puesta en escena pensada para el éxito. Arrolladora. “Only teardrops” es buenísima. Nadie podrá decir lo contrario. Como sabéis por mi Especial de estos días, fue mi favorita a ganar hasta que vi a Ucrania en los ensayos, que pasó a ser segunda. Anoche la mantuve cuarta, por detrás también de Rusia e Italia. Qué poquito me fui. Mi TOP4 estuvo al completo en el TOP7, sólo que en distinto orden. Este Eurovisión no ha podido gustarme más. El podio además es maravilloso.

Dinamarca ganó anoche Eurovisión 2013 con 281 puntos. Y, por cierto, ella también iba descalza. Como Loreen. Y como El Sueño de Morfeo. Lo digo por esos “enterados” que hablan de un “Remedios Amaya”. Que se callen la boca. Es la tercera victoria en Eurovisión que ostenta Dinamarca. Y, cuidado, porque el TOP6 de este año lo completan países que han ganado ya desde el año 2000. Grecia lo hizo en 2005, Rusia en 2008, Noruega en 2009, Ucrania en 2004, Azerbaiyán en 2011 y, finalmente, Dinamarca en 2000 y 2013. Otro dato a recordar.

Más datos para completar esta crónica final de Eurovisión. Moldavia, Bélgica, Bielorrusia, Países Bajos, Suecia y Hungría recibieron los 12 puntos en una ocasión. Rusia y Grecia los consiguieron dos veces. Italia y Noruega los obtuvieron 3 veces. Mi querida Ucrania, que quedó tercera, tuvo la más alta puntuación en 5 ocasiones. Dinamarca, la ganadora, recibió los 12 puntos de 8 países, y sólo dos (San Marino y Chipre) no la votaron, frente a los 37 países que sí se decantaron por la danesa, la más puntuada. Pero el ganador de los 12 puntos fue Azerbaiyán, a quien se lo dieron un total de 10 países. Finalmente quedó 2º.

Los puntos de España fueron: 1 para Malta, 2 para Moldavia, 3 para Alemania, 4 para Reino Unido, 5 para Noruega, 6 para Rusia, 7 para Azerbaiyán, 8 para Dinamarca, 10 para Ucrania y 12 para Italia. Recibimos sólo 8 puntos. Dos de Italia y seis de Albania.

Y yo… Bueno. Yo he recibido tantos puntos de todos vosotros que sólo puedo agradeceros un año más que me hayáis estado acompañando en esta barbaridad de Especial. Para que os hagáis una idea, ahora mismo estoy en la 4ª página de Word. Gracias. De verdad. El año que viene vuelvo. Y prometo mucho más. Hasta entonces, por última vez en 2013…


¡FELIZ DÍA EUROVISIVO A TODOS!



sábado, 18 de mayo de 2013

Esperando... | Eurovisión 2013




Ha llegado el día. Esta noche se celebra en Suecia el 58º festival de Eurovisión. El mayor espectáculo musical del mundo que cuenta con unas audiencias en directo de más de 400 millones de espectadores. La ciudad de Mälmo, que acoge el concurso, se ha vestido de gala para la ocasión. Estaciones de tren, de metro, paradas de autobús y hasta los edificios públicos y estatuas se han adornado con cientos de mariposas que son el logotipo de este año. Porque Suecia es uno de esos países que más vive el festival, y lo está demostrando con creces. Esta noche nos ofrecerá además uno de los mejores escenarios y las mejores proyecciones que hemos podido ver en estos 58 años de historia.

39 países comenzaron esta andadura, pero hoy sólo veremos a los 26 mejores. Baladas, medios tiempos, canciones pop comerciales, tecno dance, electrónicas, un par de folklore… Fiesta, mucha fiesta. Hoy Eurovisión hablará en inglés, francés, español, italiano, griego, islandés, estonio y húngaro. Un total de 8 idiomas representados, según han ido eligiendo los propios países, que este año han apostado más que nunca por la lengua nacional para defender sus actuaciones y que aporta más riqueza al certamen.

Como cualquier eurofan, yo tengo mis propias favoritas y también mis auténticas odiadas. De momento, y a falta de verlas una última vez, tengo 5 suspensos (entre los que se encuentra España) y un Top-15 con notas por encima del notable alto. Se presenta una Final muy reñida en la que mis notas pueden ir variando y modificándose, pero tengo más o menos claros los 10 países a los que yo les daría puntos en caso de poder hacer de portavoz. Y, naturalmente, mi podio de grandísimas actuaciones, que apenas sí ha variado del que os he presentado estos días en el 4º Especial de Eurovisión de mi blog.

Las baladas de Reino Unido, Italia y Georgia ocuparían mis 1, 2 y 3 puntos, respectivamente. Por encima de ellas estarían las dos más petardas, Alemania y Finlandia, que tendrían mis 4 y 5 puntos. Mi Top-5 lo iniciaría una Moldavia que cada hora crece y crece más, nunca mejor dicho. Mi cuarto puesto, inamovible, irá para Suecia, que otro año más demuestra el interés que tiene por Eurovisión. Mi tercera puede ser Dinamarca, que está pagando los platos de haber abusado de su canción hasta la saciedad y de no haber cambiado nada desde la primera vez que la oí hasta ahora. Después de la barbaridad de puesta en escena que nos presentó Rusia el martes, la subo hasta la medalla de plata. Dina es brutal. Y lloro cuando la oigo. No puedo pedirle más.

Y mi ganadora sería… Ay. La bellísima Ucrania. La tremendísima Zlata. Una mujer perfecta con una ejecución sublime de su canción. La actuación, ya la veréis, es tan sobria como efectiva. El mensaje llega. La dulzura y la pasión de la melodía y la letra son todo un placer para los sentidos. Estoy tan embobado con ella… Ya sabéis. Esta noche, todos a votarla como locos. Recordad también que España actuará quinta. Eso implica que será muy pronto. Previsiblemente, antes de las 21:30, porque Eurovisión empieza a las 21:00 hora peninsular. Mucha suerte a todos. En unas horas vuelvo a estar aquí, con la crónica de la Gran Final 2013. Qué nervios.


Os dejo con mi favorita. Ucrania. Zlata Ognevich. “Gravedad”.

¡FELIZ DÍA EUROVISIVO A TODOS!




lunes, 29 de abril de 2013

4º Especial Eurovisión




El cuarto especial de Eurovisión llega de nuevo para revolucionar este blog, musicalmente hablando. Este año será un especial más breve y más concentrado en las actuaciones que vamos a ver durante la gran semana eurovisiva desde el 14 hasta el 18 de mayo. 39 países compiten en el Festival de la Canción 2013. Son 39 apuestas consistentes, aunque algunas se tambaleen más que otras. Baladas, folk, temas a medio tiempo, ritmos dance y alguna que otra mamarrachada para no perder costumbre. Desde hoy y hasta el mismo 13 de mayo os las iré presentando con paciencia y todo mi amor, digo… todo mi Odio. Porque este año el Especial “Todas las cosas qu(E)urovisión” va a ser mi propia lista del 39 al 1. Preparaos, porque hoy vienen las 7 peores. Las siete canciones que he suspendido con peor nota… Y, queridos amigos, la nuestra va incluida. Muajajá.



39º FYR MACEDONIA



La antigua república yugoslava de Macedonia (y olé) nos presenta este año la peor canción de Eurovisión. Un dúo entre una marujona aspirante a Isabel Pantoja turca y su pobre sobrino que, harto de vender malacatones, ha decidido cantar este “Antes de la sonrisa” que, por cierto, es el título de una película americana de 1995. La actuación no hay por donde cogerla. Esma, que así es como se llama la marujona, se desgallita innecesariamente en estrofas (por llamarlas de alguna manera) que realmente sobran en la canción. Lozano (como nuestro Óscar) interpreta bastante mejor, pero aún así no hay manera de conseguir la salvación del tema.



38º RUMANÍA



¿Cantáis vosotros ópera en la ducha? Por supuesto que no, entre otras cosas, porque no tenéis aptitudes vocales para hacerlo. La abuela de Cezar (probablemente la cantante de Macedonia) jamás le debió decir al rumanito que cantaba bien cuando, las tardes de domingo, se las pasaba enteras arrancándose por Pavarotti. El resultado es que el que veis. Un horror insufrible para los oídos que asesina del todo a Rumanía, que siempre ha sido uno de mis países favoritos en Eurovisión.



37º LITUANIA



Nadie dijo que escoger una canción para Eurovisión fuese fácil. Ni tampoco un cantante. Ni tampoco una puesta en escena. Pero es que Lituania ha fallado en todo. La interpretación de Andrius es más que deficiente, la canción me aburre y me satura a partes iguales, y el ritmo no es coherente con lo que vemos en el escenario. Ya pueden reformarla, ya…



36º ALBANIA



Albania lo ha intentado. Al menos ha logrado mejorar a la gritona esquizofrénica que nos llevaron el año pasado. Pero no. La canción no llega. Los cantantes ya se han ido. Y al resto ni se le espera. No concibo que a nadie le guste, lo siento. Qué mala es.



35º HUNGRÍA



Hungría despierta amores y odios a partes iguales. Y dado el título de este blog, adivinaréis que yo no soy del primer grupo. Es cierto que me aporta buen rollo y energía positiva, pero al cabo de cuarenta segundos, estoy esperando a que se acabe ya y suene la siguiente. No descarto que sea una sorpresa y que con una buena puesta en escena me conquiste. De momento, la veo insuficiente.



34º ESPAÑA



Sí, ya sé que España está obligada a ir a la Final y que, por tanto, el puesto 34º que le otorgo no lo conseguirá jamás, me guste o no. Porque, como poco, quedará 26ª. Pues nada… Tendré que soportarlo. Jamás he entendido que El Sueño de Morfeo vaya a Eurovisión. El grupo no me gusta, Raquel del Rosario no hace buenos directos porque su voz no es nada del otro mundo, y la música tampoco me parece especialmente convincente para Europa. La canción es un medio tiempo que cuando parece crecer se queda en eso, a medio camino… Demasiada letra, demasiado densa. Lo único que se me ocurre es que con ellos iremos al final, efectivamente. Al final de la tabla.



33º NORUEGA



Soy perfectamente consciente de que me voy a equivocar con Noruega. Son muchos los que la posicionan en el TOP5 con facilidad y yo no la veo ni apta para que pase de su Semifinal. Será que el tipo de música no me gusta. Será que ella no me transmite nada. Será que sólo me parece apta para una noche de fiesta en la que ya me haya bebido tres copas. Pero no. No me convence para nada. Es una versión dance de Lena, la del “Satellite”. Y vuelve a darme más miedo que gusto. Ya veremos… Yo la he suspendido. Es la suspendida con más nota, pero suspendida está.

Mañana subiremos otros cinco puestos. Otros cinco países que apenas logran un “suficiente, y gracias”. No os adelanto mucho, pero son cinco canciones muy diferentes también. Hasta entonces, odiad mucho, pero no me odiéis a mí.


¡FELIZ DÍA EUROVISIVO A TODOS!

martes, 5 de febrero de 2013

El sueño profundo de Morfeo




Que España no quiere ganar Eurovisión es un hecho desde 2004. Que España no quiere ganar Eurovisión es un hecho comprobado desde 2009. Que España sabe disimular sus ganas de no ganar también quedó patente el año pasado. Pastora Soler y su “Quédate conmigo” fueron la representación más digna, decente y de la que nos podemos sentir verdaderamente orgullosos en muchos años. Una cantante con un chorro de voz y unas tablas inmensas bordó un baladón elegante y sofisticado y deslumbró con un par de agudos que pocos cantantes sabrían mantener. TVE disimuló como pudo su desgana ante Eurovisión y nos la coló. El resultado fue un magnífico décimo puesto para Pastora y una media alegría para todos los eurofans españoles que, francamente, la ubicábamos algo más arriba.

Este año TVE nos presentó, también escogidos a dedo, a El Sueño de Morfeo como representante para Eurovisión 2013. Desde un principio dejé patente mi rechazo a este grupo que me inspiran más repulsión que admiración. No tienen verdaderos temazos, la voz de Raquel del Rosario (la vocalista) es poco más que aceptable y tampoco los veo como para romper en tres minutos de directo, que es lo que te deja Eurovisión para brillar. A ti y a otros 25 países más. O se pone toda la carne en el asador (y a veces, ni con esas) o se hace el más grande de los ridículos.

Esta mañana nos han presentado los cuatro temas finalistas para representarnos en Mälmo (Suecia). A saber, hay una balada que intenta ser pop; dos medios tiempos que no sirven ni como descarte de un disco a dúo entre Conchita y Álex Ubago y un supuesto rock (…já) que jamás habrían sacado como single pero que ahora está metido con calzador y puede que sea nuestro himno en Eurovisión 2013. TVE ya ha dado dos canciones como “valores seguros” y los internautas podrán elegir un tercer tema para competir en una Gala especial que se emitirá en prime time –esperemos- el 26 de febrero, martes. Lo cual, de entrada, es de agradecer. TVE prefiere hacer la Gala un día serio y sin mucha competencia en otras cadenas (al menos, de momento).

Contigo hasta el final ya es una de las dos finalísimas. Aburrida, nada machacona y con una letra tan densa como escueta. No es pegadiza. No es atrayente. No te apetece volverla a escuchar. Tiene algún simulacro de subidón que no termina de despegar…

Dame tu voz es la otra finalísima nos guste o no. Letra difícil de aprender, demasiado coro agudo y unos graves en las estrofas entre los que Raquel se pierde por debajo de la música. Sin más.

Atrévetetodavía necesita el apoyo del público. El comienzo del tema promete demasiado para lo que luego se escucha. Seis versos contados y un estribillo infinito que se repite sin cesar. Letra vacía. Pero aún la considero mínimamente aceptable. Es la menos deficiente de todas, sin duda. La única que puedo escuchar dos veces seguidas sin pensar en pedirle a Depardieu que me dé también la nacionalidad rusa, la belga o la que sea.

Revolucióntambién requiere de votos para pasar a la Final del 26. La canción nos la han vendido como un himno a la juventud y un rock pegadizo. Después de escucharla, quiero pensar que alguien más, además de mí, sabe lo que es el rock, lo que es pegadizo y lo que es un himno. Me cansa. Me parece tan blanca como insulsa. Y no dice nada mínimamente comprometido para un título tan directo.

Francamente, creo que nadie ha tenido en cuenta mínimamente unos criterios básicos de lo que es Eurovisión, lo que puede gustar, lo que ha de romper y las posibilidades de un escenario que te da tres minutos contados y de un grupo que conquista con el paso del tiempo, no con la primera impresión. Me esperaba alguna canción que llegase a la altura de “Nunca volverá”. Pero no. Nos ofrecen cuatro cafés descafeinados, con sacarina caducada y leche agria. Disfrutaré apoyando a otro país. A alguno que se lo merezca.

FELIZ DÍA DEL ODIO A TODOS.