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jueves, 25 de octubre de 2012

Las primeras batallas




Las batallas de La Voz ya son una realidad. Anoche pudimos disfrutar de la primera Gala en la que ya fueron escogidos 11 artistas y, por tanto, eliminados otros 11. Los coaches lo tienen muy difícil y algunos parecen querer complicarse más la tarea. Malú no dejó de repetir, entre sollozos, que “se había equivocado” al enfrentar a dos grandes. Bisbal repetía lo mismo cuando vio actuar a sus dos copleras. Rosario también se indignó por uno de sus dúos y Melendi se apenó al quitarse a un rockero para quedarse con otro. Así es este concurso de duro y de real. Pero, al fin y al cabo, las parejas las han hecho ellos y saben que si ponen un dúo apoteósico para una actuación galáctica, tendrán que quitarse a una de sus mejores voces. Bien podrían haberlo pensado antes…

Con tanta emoción, es lógico que los concursantes también terminasen llorando, nos contasen la pena que les daba perder a otros “amigos” y alguno hasta se saliera del tema por los nervios previos. “Cuando uno hace un dúo, lo lógico es colaborar con la otra persona. Pero aquí estamos compitiendo por un solo puesto”, decía tan perfectamente Nuria, una de las voces finalistas de Malú. Otros no debieron entender que su momento había terminado y decidieron seguir cantando en solitario para un coach, para la familia o para el que pasara por ahí vendiendo rosas. Que los maten. Ya os han echado, chicos, no lo estropeéis más. No os van a reelegir. Que maten también a Ruimán, otra voz finalista de Melendi, que además de cantante, anoche descubrimos que es un showman barato y nada divertido, aunque él se crea el alma de la fiesta. Y que maten también a Melendi, que anoche ya comprobamos la fiabilidad de sus palabras: “quiero ganar este concurso contigo”, le dijo a Miguel Kocina. Pero anoche lo expulsó tranquilamente de su equipo. Y olé.

David Bisbal fue el coach que menos artistas vio actuar. Tan sólo cuatro de sus voces pisaron el ring de las batallas: Lola y Virginia por un lado, y Sandra y Nieves por otro. La actuación de Lola y Virginia, cantando “Lady Marmalade”, fue la que abrió esta segunda etapa del concurso. Una canción que, sobre todo, pide actitud y mucho rollo en el escenario. Las dos artistas lo dieron todo, aunque en los momentos de cantar a dúo era Lola la que se comía a Virginia, literalmente pero sin dobles sentidos. Al final del tema ambas perdieron un poco el control y sus gritos fueron constantes, pero aún así la actuación fue de notable. Bisbal se quedó con Lola, después de decir que en algunos momentos Virginia le había hecho sombra. No sé yo cuándo, si en realidad es la propia Lola la que hace sombra a Bisbal… El segundo dúo fue el de las grandes copleras de su equipo, Sandra y Nieves, que interpretaron magistralmente el “Torre de arena”. Estuvieron muy emotivas, pero el torrente de voz de Nieves también pudo con el de Sandra, y David Bisbal no dudó en decirle adiós a esta última. Bien hecho. Dos de dos. ¡Heleeee!

Malú vio pasar a seis de sus voces, teniendo que quedarse ya con tres de ellas para la última fase del programa. La primera de sus batallas enfrentó a Pau Piqué y Macarena. Quizá fuera la diferencia de edad, o quizá la actitud de cada uno a la hora de verse en escena, pero el caso es que como dúo dejaron mucho que desear. La compenetración fue inexistente y cada cual se preocupó en interpretar lo que le vino en gana.  La canción tampoco fue la idónea para ninguno de los dos, aunque Pau brilló en muchos más momentos que Macarena, y así lo vio también Malú, que se quedó con el galán. Bien. Algo más complicado lo pudo tener para decidirse entre Héctor y Nicky, aunque sus hormonas lo tenían bien claro desde las audiciones a ciegas. Héctor es guapo, es sexy y su voz era perfecta para el “Always”. Nicky estaba como cabreado, su actitud era demasiado diva y su comportamiento fue extraño. A priori era él quién tenía más poder vocal, pero de nada le sirvió. Malú se quedó con el rubio valenciano. Y yo me alegré. Como lo hice cuando vi que se quedó con Nuria y no con Manuela, después de escuchar la versión más rara del “Firework” de Katy Perry. Como ocurrió con el dúo inicial de Bisbal, Nuria devoró a Manuela cada vez que cantaban juntas. Además, la chilena tuvo al principio algún problema con el pinganillo y también se salió un poco del tema, imagino que por los nervios. Creo que ambas podrían haber dado más con otro tema, pero estuvo muy correcto todo. Tres de tres para mí. Perfecto.

Melendi fue el que más complicado lo tuvo en sus tres dúos, y es que juntó, precisamente, a las seis mejores voces de su grupo para enfrentarse entre sí. Ya son huevos. Primero tuvo que decidirse entre sus dos más rasgadas y puede que las de más talento, Tony y Maika. Después de una perfecta interpretación de ambos del “I don’t wanna mis a thing”, todos nos quedamos en babia. Fue brutal. Un gustazo de batalla. Pero como bien dijo el coach, la magia de Maika puede con todo, y había que quedarse con ella. Tampoco se lo pusieron fácil Yhadira y Paula Rojo, que versionaron con bastante gracia el “Complicated” de Avril Lavigne. No era, para nada, una canción con la que Yhadira pudiese lucirse, con ese hilito de voz tan dulce y esa actitud tan piji. Paula se la comió desde el principio, mucho más apta en el escenario y también a nivel vocal. Una lástima, porque eran dos estilos muy diferentes y dos artistas muy válidas para el panorama musical que tenemos. Melendi se quedó con la chica ukelele, y a Yhadira le dijimos adiós, como ya se lo dijéramos a su novio hacía un par de semanas.

El último dúo de Melendi fue el peor, sin duda. Ni me gusta Ruimán ni me gusta Miguel Kocina, ni me gusta la canción de “Torero” que les plantaron. Y no, no era la de Chayanne. Ruimán era, de entrada, el que tenía una voz más apta para el tema, el que logró acoplarse mejor. Miguel Kocina estaba como fuera de lugar, tanto en voz como en actitud. Bailaba como una cuarentona en las fiestas de su pueblo y cuando cantaba su compañero, alzaba los brazos como para animar al público. Bastante horrible. Melendi ya le dijo en las audiciones a ciegas a Kocina que lo quería en su equipo porque quería “ganar el concurso con él”. Palabras vacías. Se quedó con Ruimán. Y, de nuevo, tres de tres para mí. Rosario también tuvo tres enfrentamientos ya en la primera noche. Y, la verdad, creo que se equivocó en los tres. No en con quién se quedó (que también) sino a la hora de juntar a las voces, tan diferentes todas entre sí y con tanta calidad en un dúo y tan poca en otro. Mónica y Nuria le cantaron “Without you”, con más pena que gloria. Como dúo no congeniaron. Y la actitud de ambas fue más que insuficiente para una canción de amor como aquella. Si por mí fuese, las habría expulsado a ambas, pero no podía ser. Finalmente se quedó con Mónica. Pues bien. Ninguna de ambas me convenció lo más mínimo.

Sí lo hicieron Anabella y Lorena, dos voces muuuy diferentes que defendieron de manera brillante el “Aprendiz” de Malú. Que ya son ganas de ponerse chula, las de Rosario. Este dúo fue una auténtica compenetración de principio a fin. Un perfecto ejemplo de armonía y sincronización que las hizo brillar a ambas, cada una en su estilo, por igual. Fue difícil, pero creo que hizo bien en decantarse por Anabella; sintiéndolo de verdad por Lorena, otra grande. Peor fue la decisión que tomó Rosario después de ver cantar a Jorge González y Damaris el temazo de “What you’re made of”. Por la tarde, viendo por accidente (lo juro) Sálvame Diario, ya pude deducir que a Damaris no la habían escogido, por un mal comentario entre Jesús Vázquez y Jorge Javier Vázquez. Y así fue. Rosario aclaró que se había transformado el tema para la medida de Jorge, que habían bajado los tonos a Damaris, que ella le ayudó con el inglés y que no sé cuántas cosas más. Vamos, que ya se habían preocupado todos de que Jorge luciera como él solo. Y ni aún así. Damaris estuvo perfecta, espectacular. Pero Jorge estuvo carente de fuerza, más bien insulso. Pero no pasa nada, la Flores se quedó con él, y punto. Esto es así. Y así os lo he contado.

Con esta indignación de ver a una de las mejores voces expulsadas, una de las artistas con más tablas, para seguir escuchando y sufriendo a un triunfito al que tanto nos costó eliminar… Ay, con esta indignación os dejo. Nos vemos el próximo jueves. Recordad que podéis seguirme en Twitter, comentando en directo y a cada minuto las galas de La Voz. Sed buenos, pero no idiotas.

¡FELIZ DÍA VOCAL A TODOS!

jueves, 27 de septiembre de 2012

Ya sumamos 22 Voces



Éxito rotundo de La Voz en su segunda Gala. Anoche el concurso de Telecinco subió medio millón de espectadores y alcanzó un brutal 32% de audiencia. Me alegro absolutamente del resultado obtenido, y más siendo yo El Quinto Coach. Muajajá. 16 concursantes desfilaron anoche por el escenario, y yo pienso comentarlos todos en esta Crónica oficial del nada oficial Quinto Coach. ¿Preparados? ¡ADELANTE!

Empezaré por los que no fueron elegidos por ningún coach. Esos despojos del concurso que pasarán sin pena ni gloria, aunque alguno derramó más de una lágrima y Bisbal siempre estaba ahí para decirles “eleee”, cuando, en realidad, mientras cantaban había puesto caras de auténtico asco. Entre ellos está Sheila, una catalana gritona que esperemos que cocine pollos mejor que canta, o el futuro de su negocio penderá de un hilo. Jesús es otro catalán que no pasó las audiciones a ciegas. Eligió mal el vestuario, también el color del tinte y, además, se quedó en blanco. Los nervios le jugaron una mala pasada, porque la elección del tema fue acertada, pero nada más. No pudo hacer peor casting. Bueno, sí pudo. Podía haberse llamado “Jessyca”, con dos eses y una y griega y fingir ser una negra zumbona cantando por Anastacia. Qué destrozo de canción, señores.

Aunque para destrozo, el que se le ocurrió a Gema, que llegó cantando “Diles”, de Malú. La semana pasada ya dije que echaba de menos que alguien cantara sus canciones. Pues ahí lo tenéis. Naturalmente, ningún coach en su sano juicio se hubiera atrevido a girarse. Sólo podía hacerlo Malú. Es un pacto de no agresión no escrito. Pero Malú tampoco se giró. Gema pasó esa delgada línea que separa la garra y la fuerza con la ordinariez y lo basto. Horrible. El único que me gustó de los descartados fue Alfonso. Un chico que se lo pasó bien cantando. Dio energía en el escenario y disfrutó con el tema. Pero no fue suficiente. A mí su voz sí me decía algo. Lástima.

Y si cinco fueron los cantantes que no pasaron las audiciones a ciegas, once fueron los que sí lograron triunfar y sumarse a los equipos de los cuatro coaches oficiales: Malú, Melendi, Rosario y David Bisbal. El que menos concursantes consiguió anoche para su equipo es, precisamente, el que más tiene ya. Melendi suma un total de 7 cantantes, de manera que ya tiene la mitad de su equipo completado. Anoche seguía en su línea de girarse cada vez que escuchaba dos versos de una canción, sin importarle mucho nada más. Si por él fuera, su equipo no sería de 14, sino de 140. Al equipo de Melendi se le unieron, a última hora, Marta y Javi. La actuación del chico la viví como cuando pasa un carro. No logró transmitirme nada y tampoco me desencantó del todo. Dudo que llegue muy lejos en La Voz. Puede que Marta sí lo haga. Esta cuarentona se atrevió con el portugués (muy bien pronunciado, por cierto) y nos interpretó “Flor de Lis”. Mis seguidores en Twitter me comentaron que tiene un timbre parecido al de Ana Belén. Y les doy toda la razón. Marta suena como a antiguo. Pero suena bien. A mí me encandiló bastante.

A Rosario se le unieron sólo dos cantantes, de manera que ya suma cinco. Podríamos decir que la Flores es la más reservada a la hora de elegir cantantes. Y suele decantarse por los que más tablas aparentan, y los que le transmiten algo, dicho por ella misma. Sus adquisiciones fueron Damaris (que no Daenerys) y Ana, mis dos preferidas de la noche. Damaris es todo. Así, a lo grande. Tiene tablas, tiene vozarrón y tiene personalidad. Escogió un grandísimo tema y tuvo un inicio perfecto. Mojé braguitas al escucharla. Genial. Esta diva de los musicales puede ser un claro rival durante el concurso. Y no lejos puede quedar la eurovisiva Ana. Que tiene estilazo a la hora de vestir y también al cantar. Su voz es muy personal aunque anoche sonaba a imitadora. Le faltó romper un poco más, la note demasiado comedida. Me gustan mucho las dos.

El sobreactuado y falso hasta decir basta de David Bisbal logró anoche captar a tres adeptas. A sus caras de asco y de rechazo se suman los “eleee” y los comentarios halagadores en cuanto se gira. Cuanto peor es su cara mientras un concursante canta, mejor es su comentario al girarse. Este chico es de lo que no hay. Y empieza a resultarme cargante e innecesario. Nos lo vendieron como la estrella y él solito está estrellándose. Como decía, anoche se le sumaron a su equipo tres cantantes, de manera que también tiene un total de cinco. Lola, Sandra y Nieves forman ya parte del “Team Bisbal”. Lola me gustó bastante. Tiene garra, tiene impulso y se la ve descarada. Su versión de “Respect” fue fantástica, pero estuvo ahogada después hasta el punto de no poder ni hablar. Cuidado con eso. A la hora de la verdad, en un concierto no se puede dar todo en una canción y morir para la siguiente. Veremos cómo evoluciona. Sandra es una coplera con unos ojazos que enamorarían a cualquiera. Pero no logró lucirse de verdad con su tema de Rocío Jurado. Tiene canciones mucho mejores, pero escogió “Se nos rompió el amor”. Vestida de rojo y con tacones leopardo, ayer ya avancé por Twitter que, quizá, pegaría más en Jersey Shore. Le deseo suerte. La misma que a Nieves. Porque imagino que la necesitará. Tampoco me convenció. Le faltó salirse. Creerse de verdad que estaba ante media España cantando y sentirlo. Hacernos vibrar. No estuvo mal, pero no creo que haya sido la actuación de su vida. Y siempre ha de serlo.

Pero si hubo alguien que engordó anoche su equipo, esa fue Malú. De sólo un cantante ha pasado ya a cinco, empatando con Rosario y Bisbal. Esta segunda Gala ha servido para que Malú coja algo más de confianza y además se haga con un equipo de lo más variopinto, gracias a Héctor, Manuela, Pau y Nuria. Manuela es, de los cuatro, la que menos me gustó. Su look a lo Shakira y su hilo de voz me resultaron bastante desagradables. Que escogiera “Roxanne” fue un punto a su favor, pero el único. La música se la comió durante toda su actuación, carente de fuerza y vitalidad. Nuria me gustó algo más. En el escenario estuvo muy bien y demostró gran actitud –y aptitud-. Eso sí, temí verle el pezón derecho mientras saltaba. ¡Ooooaaaaj, qué guarrilla!, que diría El Recio. El que tampoco terminó de convencerme es Héctor, mi paisano. Sus ojos azules y su sonrisa de ligón de playa no fueron suficientes para que yo me plantease el sumarlo a mi equipo, en caso de tener uno. Sin embargo, Malú mojó braguitas y terminó dando palmas con su actuación. Lo peor, es que el chico, con novia, decidió irse con ella, y probablemente tengamos un final feliz de cuento de hadas. O de peli porno, poco importa.

El mejor de su equipo es Pau Piqué. Su apellido hizo que Gerard, el futbolista del Barça, decidiera bromear con que era su tío. Pero para nada. Pau es actor de doblaje y tiene la misma voz que Frank Sinatra. Desde luego, es la voz del concurso, sin lugar a dudas. Pero todo lo demás parece fallar en él, y no hablo con doble sentido. Tiene clase, elegancia y mucha experiencia. “Es escuela”, dijo Malú de él. Estoy muy de acuerdo. Pero tiene un estilo muy hecho ya. Y quizá es demasiado galán, demasiado mayor. Yo me hubiera girado, sin lugar a dudas, y le hubiera dicho: “tú, para mí”. Le deseo lo mejor en este concurso. Está hecho a su medida.

El que mide cada vez menos en este concurso es el presentador, Jesús Vázquez. Su papel aquí es casi anecdótico. Sólo hace la voz en off de los vídeos y habla un poco con los concursantes en esos momentos patrocinados por Bimbo, con varios sándwich de lechuga y tomate perfectamente apilados, que parecen sacados de una de esas escenas de Los Serrano o El Barco, tan fatalmente colocados. Pero así mejor. El jurado ya tiene bastante protagonismo como para que el presentador también acapare vídeos. Y el que no os va a acaparar más tiempo soy yo. Que me despido hasta el jueves que viene. Bueno, hasta el miércoles, si es que preferís seguirme por Twitter, comentando lasGalas en directo. Hasta entonces…

¡FELIZ DÍA VOCAL A TODOS!