“Victoria para CiU en las elecciones catalanas y se acerca a la mayoría absoluta”.
A estas alturas no creo que haga falta que os cuente el resultado de las elecciones catalanas celebradas ayer, pero sí voy a analizar lo que creo que ha ocurrido en Catalunya estos últimos días. Para empezar, hay que señalar que estaban llamados a votar nada menos que cinco millones y medio de catalanes, de los cuales sólo ha participado un 59.9%. De ese 100% de los votantes, casi un 3% introdujo una papeleta en blanco, o un sobre vacío. Es decir, se abstuvieron de elegir representante. Empecemos a analizar:
Podemos entender que se abstuvo de ir a votar el 40% de la población catalana, poco más de 2.200.000 personas. Y además depositaron su voto en blanco otras 165.000. Tenemos a casi dos millones y medio de catalanes descontentos con la política. ¿General o autonómica? No es por infravalorar al pueblo catalán, pero creo que en estos casos la gente no sabe diferenciar claramente el papel de cada uno. Y creo también que han intentado pagarla con Zapatero cuando la guerra no iba –directamente- con(tra) él. Pero de momento ya tenemos a dos millones y medio de catalanes descontentos con la política.
Analizando los dos datos más bajos, descubrimos que Ciutadans, el partido de Albert Rivera, se ha consolidado en sus 3 escaños. Los mismos que las pasadas elecciones. Un escaño más (4) suma Solidaritat per la Independència, el partido de Joan Laporta, ex presidente del Futbol Club Barcelona. Con menos votos que Ciutadans, consigue un escaño más. Aquí empezamos a liarla un poquito… ¿102.000 votos para Laporta? ¿En serio hay tantos catalanes que quieren la independencia “en la próxima legislatura”? ¿Y que creen que Laporta se la va a conceder? Mi no entender. Hay casi tantos independentistas y laportistas como enfadados que votan en blanco. ¡Qué locura, oiga!
Subimos dos escalones más y nos encontramos a dos del tripartit: Iniciativa per Catalunya y Esquerra Republicana de Catalunya. Ambas han perdido votos (la primera 70.000 y la segunda casi 200.000). Los de Iniciativa pierden así a 2 de los 12 escaños que obtuvieron en 2006, pero los de ERC pasan de 21 a 10. Pierden más escaños de los que mantienen. Si nos ponemos teóricos, podemos deducir que los votos que ha ganado Joan Laporta son la mitad de los que pierde ERC. ¿Se han vuelto los republicanos más radicales? ¿Están cansados de que su partido prometa y no cumpla –y pierda- y se han ido a Solidaritat? Sigo sin entender la situación. ¿Qué ha ocurrido con la otra mitad? Porque al PSOE no han ido...
Vayamos al siguiente grupo parlamentario: el Partido Popular de Alicia Sánchez-Camacho. Esa que para promocionarse ha diseñado (le han diseñado) un videojuego en el que, montada a una gaviota, va aniquilando inmigrantes. Esa misma que esta mañana anunciaba en Radio Nacional de España que se ha convertido en la opción de los catalanes para salir de la crisis (¿¿¿???) y le comentaba a Juan Ramón Lucas que el pueblo de Catalunya la ha apoyado porque han creído que su campaña electoral era, sin duda, la más favorable para salir de la crisis (¿¿¿???).
Imagino pues que los catalanes que no se han radicalizado con Laporta han deducido que asesinar a los inmigrantes es la mejor manera para triunfar económicamente. Claro que con series tipo CSI Miami y Sin tetas no hay paraíso, no me extraña que crean que los colombianos son todos malísimos y hay que matarlos… subidos a una gaviota. ¿Esperan que Miss o-PP-erada 2010 les regale gaviotas de dos metros para poder montarse en ellas y ametrallear a los inmigrantes? Lo peor es que sí, porque de 14 escaños han pasado a 18, o sea, han sumado más de 70.000 votos y ya cuentan con el respaldo de 384.000 catalanes. Casi los mismos que suman ERC y Laporta juntos. Qué miedo me da saber que casi un millón de catalanes (la quinta parte de los que pueden votar) o no votan, o votan para ser independientes y republicanos, o votan para subirse a gaviotas tamaño Jurassic Park. Me están entrando escalofríos…
Subimos un puesto más y llegamos al PSOE. Perdón, al PSC. Recordemos que su dirigente, José Montilla, ha presidido la Generalitat gracias al tripartit. Si en 2006 tuvieron 37 escaños, en esta ocasión se quedan con 28. Menos nueve representantes. Y menos 226.000 votos. Pierde más votos que los Republicanos pero menos escaños. Y pasan de ser la segunda fuerza a un 5% de los primeros y 16% de los segundos, para ser la segunda fuerza a 20% de los primeros y 6% de los segundos. La tortilla se ha dado la vuelta.
Igual que los Populares han registrado su máximo histórico (francamente, vergonzoso), los Socialistas han caído al pozo más hondo. Jamás habían tenido un número tan bajo de escaños en Cataluña –Parlament- ni tampoco la diferencia con el primer clasificado (CiU, a 34 escaños) había sido tan grande. Más del doble de representantes en el Hemiciclo. Porque, señores, Artur Mas ha ganado las elecciones –menuda novedad- con una mayoría simple pero suficiente como para gobernar “a sus anchas”. 62 diputados ha conseguido en toda Cataluña, de 135 posibles. En Girona tienen mayoría absoluta (9 de 17), en Tarragona la mitad (9 de 18) y en Lleida una cantidad aplastante (9 de 15). Sólo en Barcelona han tenido unos datos medios: 35 de 85.
Aquí las conclusiones son pocas y muy personales. Los catalanes, que han sido los primeros en ser llamados a votar, han rechazado al gobierno socialista (que tenían en tripartito) y sus políticas. Han abofeteado la ineptitud de Zapatero para afrontar la crisis. Una crisis que primero negó, como Judas a Jesucristo –se nota que ya me dejo llevar por CiU-. Han apartado a los socialistas y los han dejado como una segunda fuerza medio coja. Y mucho me ¿temo? que será así en las siguientes elecciones… Y en las generales.
Hoy no voy a odiar, aunque podría hacerlo a todos los votantes de Laporta, y a él mismo, sino que voy a lanzarle un pulso –qué filosófico estoy hoy- al PSOE. No pueden tirar por tierra tantos triunfos conseguidos, a nivel autonómico, nacional e internacional. No pueden tirar la toalla. No pueden dejarse ganar. Remodelación, reconstrucción, reformas y cambios. Que los hagan ya. Decía mi queridísima Lucía en su blog que ha perdido el interés en la política porque los políticos ya no lo son. Las elecciones catalanas han demostrado que todavía hay esperanza en un mañana. Pero no estoy seguro de si la esperanza es positiva, o el deseo es el de castigar a los que lo hacen mal dándoles un triunfo a sus adversarios.
Como dije ya hace un año: Contra Franco se vivía mejor. Y contra Zapatero, de maravilla. Nos lo pone tan fácil.
Hasta el miércoles.
¡FELIZ DÍA DEL ODIO ELECTORAL A TODOS!
Roberto S. Caudet