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viernes, 8 de julio de 2011

Supervivientes Deluxe


Si Carles Francino no quiso darle el Premio Ondas 2010 a Jorge Javier Vázquez porque no le parecía ni ético ni moral (rumore, rumore…), algo me dice que si se lo hubiera de entregar este año, probablemente volvería a declinar la oferta. Para esta ocasión, le valdría lo indigno que fue anoche el espectáculo ofrecido por el filólogo que lidia habitualmente en el circo de Sálvame. La Gala de Supervivientes 2011 anoche fue un auténtico bochorno denigrante para cualquiera que tenga un mínimo de decencia y humanidad. Jorge Javier Vázquez, el presentador del reality estrella de Telecinco esta temporada, llegó a llamar “hija de p***” a Aída Nizar, una de las concursantes, la llamó “enferma” (en el sentido más psicológico de la palabra) y además se mofó de la madre de la concursante, que solicitaba entre lágrimas que pidiera disculpas públicamente. Os pongo en situación:

Anoche, durante la Gala de Supervivientes 2011, se anunció que había un video “bastante macabro” en el que Aída Nizar preguntaba a Rosa Benito (cuñada de Rocío Jurado) por el diestro Ortega Cano, todavía ingresado por un accidente de tráfico del que todavía no se saben las causas. Aída le decía a Rosa si se llevaba bien con Ortega Cano. También le preguntaba por el lugar donde Ortega Cano querría ser enterrado. Y dudaba acerca de quién se quedaría con los hijos de éste y de Rocío Jurado en caso de que él también falleciese. Ciertamente, la conversación era, como poco, macabra y excesivamente morbosa, ya que Rosa Benito desconoce el accidente que tuvo en coma casi un mes a Ortega Cano. Durante todo este tiempo, ella era concursante y estaba ajena a la polémica. Por tanto, Rosa ni entendía la magnitud de la conversación, ni tampoco se ponía en situación real.

En este video, Aída nos ofrecía su lado más cínico y maquiavélico, haciendo guiños a la cámara cuando la conversación se volvía tensa, e incluso santiguándose cuando Rosa hablaba de la hipotética muerte del diestro. Una atrocidad sólo comparable a la infumable portada de la revista El Jueves, que en un atentado contra el buen gusto, las buenas maneras periodísticas y la dignidad de alguien que está entre la vida y la muerte, publicaba una caricatura del torero siendo sacrificado por un toro. El mundo al revés, que yo encontraría divertido de no ser por lo delicado de la situación de Ortega Cano. Hay que tenerlos bien puestos (todo bien puesto menos el corazón y el sentido común) para hacer una portada así.

Como decía, cerrado el paréntesis, la conversación se volvía macabra, morbosa y un tanto violenta incluso para los espectadores. Todo esto, además, se junta con el hecho de que Aída conoce la situación de Ortega Cano ya que fue la primera expulsada del concurso, y que está de nuevo en el juego de Supervivientes “como castigo a los compañeros”, no como concursante. Eso dicen desde el programa. Es evidente que Aída está para dar audiencia. Porque la da. Porque crea polémica de la nada. Y si no la crea, ya se encarga la organización del concurso de crearla por ella. Tras el video, Jorge Javier Vázquez conectó en directo con Aída, todavía en Honduras, donde se celebra el concurso, para airearle lo “asqueroso” que había sido ver su conversación. Sin dejarla hablar, la llamó “mala persona” y finalmente la sentenció con un “estás enferma”.

Aída se quedó muda. Creo que por primera vez en su vida. Y pasó a la acción su madre, que incrédula de que el presentador del programa estuviera dirigiéndose así a una de las concursantes, solicitó que le pidiera disculpas. Lejos de hacerlo, Jorge Javier Vázquez sentenció con un: si estuviera en la calle, yo le diría que es una hija de p***. Increíble. Pero, ¿hasta dónde puede llegar un presentador? ¿Hasta dónde llega el límite del ser humano? Estás en directo. Conduces un programa. Eres galardonado como el mejor presentador del año. Y tú llamas “enferma hija de p***” a una de tus concursantes. Wow. Le faltó darle un billete a Dragó para que le leyera alguno de sus libros. O dejar a Aída en una convención de mujeres feministas liderada por Leire Pajín en bikini. O… no, no conozco un castigo peor. Jorge Javier Vázquez perdió los papeles y el rumbo del programa. Y se vanagloriaba por ello.

Mientras la madre de Aída Nizar solicitaba incansablemente que se retractara de los insultos, el presentador le hacía burla, la imitaba, y se lo repetía alegremente. ¿Cuál es la moraleja del asunto? Cuando eres el presentador de un programa, tienes vía libre para insultar, vejar y denigrar a cualquiera que no te caiga bien. Le había visto decirle a Belén Esteban que es una inculta. Burlarse de los bailes insulsos de Lydia Lozano. Reirse del estilismo de Karmele Marchante. Pero jamás lo había visto traspasar la línea de esa manera. Un auténtico espectáculo dantesco que, al final, obtuvo lo que se buscaba desde un principio. La Gala de ayer tuvo la mayor audiencia de la historia de Supervivientes. Y fue el programa más visto del día. Y otorgó a Telecinco, un día más, el liderazgo de la jornada. Más del 50% de la audiencia vio en directo los insultos de Jorge Javier a Aída.

Si la primera vez que hablé de Supervivientes en este blog lo hice para atacar al formato en el que un montón de individuos se someten al hambre como si de mendigos voluntarios se tratase, en esta ocasión me centro en lo denigrante de la figura del presentador. Mis padres me enseñaron a no rebajarme al nivel del contrincante cuando este te ataca verbalmente (ni físicamente, obvio). ¿Qué clase de educación ha recibido Jorge Javier Vázquez? ¿Qué clase de valores y principios tiene ese enano cabrón (Ups!)? ¿Hasta dónde estamos dispuestos a llegar por el entretenimiento, por la diversión? El espectáculo lamentable ofrecido ayer por el presentador de Supervivientes no dista mucho de los insultos que se emiten en tertulias de otras cadenas de televisión que desde la propia Telecinco se encargan de tildar de “extrema derecha”.

A todo esto, cuando a Rosa Benito le preguntaron por cómo había estado con Aída estos días y si habían tenido algún problema, ella dijo que estaba encantada con ella. Y que, además, volvería a repetir la experiencia, que casi se habían hecho amigas. Manda huevos…



Roberto S. Caudet

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Estado de Alarma-geddon


Mañana se decidirá mediante un Pleno en el que fallarán Rajoy y Zapatero si se realiza la prórroga del ‘Estado de alarma’ por el caos generado con los controladores aéreos”.


Una votación mediante Pleno parlamentario sin Rajoy ni Zapatero es, francamente, risorio. Más risorio si cabe es que el Partido Popular haya anunciado que, previsiblemente, se abstendrá de pronunciarse en la votación y que serán los apoyos del PNV, CiU y Coalición Canaria los que respalden la medida del PSOE. Exacto, hoy toca hablar de los controladores. Y para ello necesito que entendáis muy bien algunas explicaciones:

Los controladores son personas que parecen normales pero que se pasan dos horas al día jugando a una Wii de dimensiones industriales llamada “torredecontrol” y que, por ello, cobran 600.000 euros anuales. Unos seres que dicen que trabajan en algo muy arriesgado pero que todos hemos hecho quinientas sesenta y ocho mil novecientas cincuenta y cuatro millones de veces en la PSP y ya tenemos el Récord Mundial de Aviones Aterrizados. Bueno, yo tengo el de “Milagrosamente Aterrizados”, pero porque el mío me lo regalaron en una conferencia del CEU...

En vista de que cobraban poco y el señor Zapatero les estaba obligando a devolver las horas que se tomaban de vacaciones o de baja por maternidad, paternidad y bajas médicas, se decidieron a hacer una huelga. ¿Cuándo? La misma noche que el Gobierno hizo un Decretazo por el que iban a estar cogidos de los huev… perdón, de los hangares. El error fue que, con tanto trabajo y “aterrice, despegue, aterrice, despegue, aterrice, H 1 J K destino Honolulú” se les fue la olla con el calendario, y decidieron ponerse todos enfermos la noche del viernes del puente de diciembre. Y os puedo asegurar que nadie había saboteado el ponche. No estaban enfermos de verdad.

La jodienda –perdón- fue morrocotuda, y esa misma noche entre Belén Esteban y Jorge Javier Mermelada Vázquez había de vez en cuando un niño o niña diciendo “me he quedado en tierra sin poder despegar por culpa de los controladores… Zapatero, dimite ya!”. Unos argumentos muy coherentes ofrecidos por niños que en clase, por lo visto, ya no dan Conocimiento del Medio sino del Miedo. ¿Qué les preguntas en un examen de Matemáticas por qué el número Pi tiene tantos decimales? Ellos te responden que Zapatero tiene la culpa, y que dimita ya.

Total, que tenemos la situación rocambolesca de varios cientos de miles de personas en los aeropuertos sin poder irse de vacaciones mientras decenas de controladores se reunían en un hotel para discutir sobre su huelga y sus futuros… y a Zapatero pensando con su cúpula qué hacer al respecto. ¿Solución? Decretar un Estado de alarma. Que, francamente, no tengo ni idea de qué es pero, por lo visto, implica sacar a los militares, como cuando el 23-F, pero a estos de buen rollo. Que sólo apunten a las cabezas de los controladores aéreos si quieren descansar dos minutos de esas dos horas y media de trabajo.

Los controladores, pese a todo, estuvieron casi dos días reteniendo a los españolitos –y a los de fuera- en los aeropuertos, y a los extranjeros sin poder venir a España. Pero, decidme, ¿en qué estaban pensando los angelitos cuando decidieron hacer la huelga en un puente como ese? Con la de pedradas que les iba a caer, para ellos el Estado de alarma, ¡era un Estado de Alarmageddon! Si al menos nos hubieran puesto como representante otra vez a César Cabo, hubieran tenido un pequeño perdón… Qué gustazo hubiera sido poder ver a esa réplica española del Ken de la Barbie. A ese hombre perfecto a escala hercúlea siempre tan sonriente y con esa barbita de tres días. De tres días que no le ha dejado dormir alguna furcia, seguro. Porque os puedo asegurar que, muy a mi pesar, no comparte conmigo las noches. Por increíble que parezca.

Pero ni en su representante acertaron. Y el pueblo español se les echó encima. Y el Gobierno, también. Por tontos y por inhumanos. Y por huelguistas, no se nos olvide. Ellos estaban luchando de manera ilegal –y desleal- por sus derechos. ¿Acaso tendremos que poner ahora nuestras barbas a remojar? Claro que no. Los controladores aéreos no respetaron los servicios mínimos que, igualmente, hubieran paralizado -porque atrasar más a España no se puede- el país. Haciendo volar sólo a dos aviones cada hora hubieran seguido siendo los protagonistas de los informativos. Y no hubieran quedado como absolutos mamarrachos sin corazón.

Ahora el PSOE va a prolongar (hacer una prórroga) el Estado de alarma en nuestro país para que no ocurran situaciones como las del puente de la Constitución. Y a mí me parece perfecto. Por primera vez en su legislatura, Zapatero demuestra que tiene miedo a que se le pongan más posibles votantes en contra, y saca la artillería pesada. Nunca mejor dicho. Ya era hora de que se nos pusiera firme, el presidente. Los que no cambian son los de Rajoy, ¿o acaso no se abstienen para poder criticar luego tanto si blanco como si negro? Espectáculo lamentable.

Nos vemos nuevamente el viernes, con la Crónica de la X Gala de Gran Hermano 12, que ya os aviso de que será muy especial… Hasta entonces:

¡FELIZ DÍA DEL ODIO A TODOS!

Roberto S. Caudet