jueves, 4 de diciembre de 2014

La Liga, contra los ultras: ¿Es posible fútbol sin violencia?



El presidente de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), Javier Tebas, ha anunciado este jueves 4 de diciembre de 2014 en La Mañana de la Cope su intención de hacer “descender a los clubes” que no colaboren contra los ultras, justificando además la destitución del presidente del Deportivo de La Coruña, Augusto César Lendoiro, como embajador de La Liga después de que se le haya podido ver de manera amistosa y cordial con los ultras del Riazor Blues en el entierro de uno de sus miembros, el conocido como Jimmy, tras ser arrojado al río en Madrid en una pelea entre estos hinchas del Depor y los Frente Atlético del Atlético de Madrid en la previa al partido que ambos equipos jugaron en el Vicente Calderón.

Entre las medidas que ha anunciado Tebas se encuentran la pérdida de puntos y la pérdida de categoría para todos aquellos clubes que no erradiquen la violencia en el deporte tal y como hicieron en el pasado, por ejemplo, el Real Madrid y el FC Barcelona, eliminando las gradas de sus aficionados ultra tras numerosos altercados con otros equipos de fútbol dentro y fuera de sus estadios. El presidente de la LFP ha explicado que se van a tomar una serie de medidas y que “lamenta la falta de respeto que se producen en los campos de fútbol”. “Estamos tomando una serie de medidas. Primero atacar la violencia verbal, que es la antesala de la violencia física. Hay mucha violencia verbal en los estadios y de la verbal a la física va un cubata, cinco cervezas, va un chico que no entiende bien la situación... Eso hay que erradicarlo. Y se van a cerrar gradas o parte del estadio cuando se produzcan gritos, insultos o intolerancia de cualquier tipo”.

Tebas se refiere, por ejemplo, a los insultos que reciben en los estadios los jugadores de raza negra o también algunos apodos como los de “mono” a Dani Alves o a Pepe, y también al clásico “maricón” que puede escucharse continuamente en cualquier estadio de fútbol de nuestro país, incitando a la homofobia en el terreno deportivo. Mucho más allá van casos como el del estadio Mestalla del Valencia CF donde, a principio de temporada, pudieron escucharse cánticos nazis, hechos que lamentó el propio club y hasta la grada donde se produjeron, asegurando que se tomarían medidas para que no se repitieran y así ha sido por el momento. El problema en el deporte es la rivalidad, que en ocasiones pasa de sana a repulsiva y de divertida a violenta.

El radicalismo, el fanatismo y la propia ideología de algunas aficiones ha provocado duros enfrentamientos y mucha tensión en algunos partidos clasificados ya como “de alto riesgo”. Pero la pregunta es: ¿Pueden evitarse? ¿Hay alguna manera real de acabar con esta violencia gratuita camuflada en tendencias futbolísticas? El dirigente del a LFP asegura que van a “establecer un reglamento de venta de entradas a equipos contrarios. No queremos que lleguen entradas a aficionados violentos”. Y hay más. “Se creará la figura del director de partido para que tenga competencias en seguridad e información. Y se regulará el tema de cámaras en los estadios”. Parece ser que hay posibilidad, que hay intención, y que hay temas sobre la mesa. Ahora falta que se quieran jugar las cartas. Por el bien del deporte, del fútbol y de los que realmente amamos a nuestros clubes, cada cual el suyo, esperamos que se produzca.

@RobertoSCaudet



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