domingo, 11 de agosto de 2013

Zapatillas que se transforman en tienda de campaña




Dicen que la moda, además de ser lucidora y elegante, ha de ser transgresora. Pero, sobre todo, ha de ser cómoda y práctica. Estos últimos conceptos los han debido de tener muy en cuenta los diseñadores australianos del producto que del que os hablo en este artículo. Se trata de unas zapatillas que se convierten en tienda de campaña. La verdad es que, dicho así de repente, uno piensa que qué necesidad habría en juntar el calzado con un hogar. Es como si me da por diseñar una bufanda que también es microondas. O una pulsera que es caja fuerte.

Pero el caso es que esto ya lo han creado, así que ahora ya no hay discusión que valga. Uno puede quererlo, odiarlo, respetarlo, usarlo o reírse de él. Pero ahí lo tenemos. Ya me estoy imaginando el vídeo de la Teletienda, a partir de las cuatro de la mañana, diciendo algo como “¿has ido a por caracoles al monte y se te ha hecho demasiado tarde?” “¿Has tenido una pelea con tu suegro mientras buscáis setas en una cueva perdida de la mano de Dios y ya no sabes cómo volver a casa…?” “Aquí tienes las zapatillas – tienda de campaña, el invento definitivo”. Y ríete tú de la batamanta y del anorak – saco de dormir que osproporcioné hace unos días.

Y no creáis que estoy de broma. Porque, precisamente, el artilugio australiano se ha vendido a los medios de comunicación con el título de: “¿Demasiado camino hasta llegar  a casa?” El que no se conforma es porque no quiere. Yo os aconsejo que, desde ya, os pongáis estas zapatillas. Por si os apetece una siesta tras un día de compras. Por si necesitáis un sitio donde jugar al escondite con vuestros sobrinos. Por si os han entrado las ganas de un “pinchito” y no tenéis la casa libre.

Porque otra cosa no, pero fácil de usar es. Las zapatillas van con una redecilla incorporada que contiene dentro todo lo necesario. Basta con desplegarlo, unir ambas partes, darle la vuelta y clavarlo al suelo, para mantenerlo fijo. No me diréis que no es genial. Eso sí, confío en que no se enrede tanto dentro de la zapatilla como mis cascos dentro de mi bolso, o como empiece a llover, me voy a empapar antes de formar la dichosa tienda de campañas. Porque también es impermeable y yo ya paso de paraguas. A juzgar por la felicidad del gesto de la modelo, debe ser la bomba, y no voy a poder separarme de él.

Quizá los colores no sean los más discretos. Y tampoco la veo muy resistente a los ataques del Yeti. Ni siquiera a los pelillos del bigote de José María Aznar. Pero, oye, por probar, que no quede. Lo malo, eso sí, es que todavía no se comercializa. Los diseñadores sólo la llevan de exposición en exposición a la espera de que una multinacional se interese por ella (…jajajajaja!!!). Los de Decathlon estarán ya tirándose de los pelos conforme me lean. Y seguro que vosotros, también. Sé que era el sueño de vuestras vidas, pero tendréis que esperar todavía un poco. O iniciar vosotros la puja por él… Suerte.

¡FELIZ DÍA DEL ODIO!






1 comentario:

  1. El monto del beneficio y las disposiciones beneficio también nunca cambian
    por una póliza de seguro de invalidez renovable no cancelable y garantizado
    A continuación, encontrará un resumen de los diferentes tipos de seguros, y en qué se diferencian .
    Mientras que en vacaciones, ya sea por negocios o por placer,
    las personas suelen dormir en los hoteles .zapatillas

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