miércoles, 28 de agosto de 2013

200 operaciones después, una mujer tiene 12 litros de silicona en su cuerpo




La cirugía estética empezó arreglando y devolviendo a su forma inicial (más o menos) esas heridas que nos han desfigurado parte de nuestro cuerpo o de nuestro rostro en algún accidente, en otras operaciones o, incluso, en el parto. Esta cirugía evolucionó y aumentó su eficacia para ayudar a las personas transexuales a que puedan sentirse a gusto con el cuerpo en el que debieron nacer. Sin embargo, algunas personas han convertido su vida en una auténtica obsesión por este tipo de operaciones que solventa pequeños o grandes complejos de nuestro físico y no saben decir basta, como es el caso de Monique Allen.

Esta californiana de 58 años empezó operándose de muy joven, cuando descubrió, siendo todavía un adolescente, que su cuerpo, y especialmente su miembro sexual, no era el que le correspondía. A los 22 años se lanzó a la aventura para poder tener un físico que le hiciese sentir lo que verdaderamente era: una mujer.

Sin embargo, Monique Allen descubrió que su cuerpo todavía no terminaba de gustarle, y entonces fue cuando empezó con los retoques, buscando siempre "soluciones rápidas" y pasando "por médicos clandestinos, seguramente en la mitad de las ocasiones", asegura ella misma.

En su cuerpo hay más de 12 litros de silicona y colágeno. La californiana ha pasado por el quirófano "más de 200 veces", aunque confiesa que "no recuerdo más que 75, quizá unas más", por el efecto de tanta anestesia y por el paso del tiempo. Esta obsesión por las inyecciones y el bisturí le ha llevado a aparecer en varios medios británicos y estadounidenses, para denunciar a los médicos clandestinos y a los malos cirujanos plásticos.

Su lucha por cambiar su cuerpo le ha hecho pagar más de 116.000 euros sólo en operaciones de pecho, labios y nariz; para las que casi siempre ha confiado en el famoso médico John Reginald Brown, encarcelado hace apenas unos años por homicidio, ya que uno de sus pacientes falleció desangrado en su consulta sin que él lo llevase a un hospital de urgencia.

La familia de Monique le ha aconsejado que "deje de operarse", aunque ella insiste en volver a pasar "sólo una vez más" por el quirófano para retocar de nuevo su nariz, ya que "echa de menos" su forma inicial. "Sé que no pueden hacerlo, entiendo que es imposible, pero necesito una operación más", dice la californiana en un vídeo de YouTube, entrevistada por un medio británico esta misma semana.

Actualmente trabaja como Dj en fiestas y eventos varios y es conocida como Monique Glamorous, aunque en su país natal, Estados Unidos, la mayoría de gente la conoce por ser el transexual más antiguo de la nación, al menos oficialmente acreditado. En su cuerpo se suman 9 operaciones de pecho, 23 de nariz y otras 19 en sus labios; "más otras decenas de retoques en esos mismos sitios, y en el mentón, en los párpados...". Ahora su misión es intentar que las mujeres "no vivan su infierno" y sepan que la cirugía rápida y clandestina puede acarrear "este resultado". Sirva este blog como plataforma…

¡Y FELIZ DÍA DEL ODIO A TODOS!







  
Y así era Monique Glamorous antes de las 200 operaciones... Y no, no es broma:


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