Todo el mundo quiere a Álex de la Iglesia. Ponerse en contra de su actitud, a día de hoy, es impensable y muy impopular. Incluso Ángeles González-Sinde, nuestra siempre bien peinada ministra de Cultura, se ha desdicho de sus declaraciones de hace dos días. Si antes opinaba que de la Iglesia debería replantearse lo de dimitir como presidente de la Academia de Cine (la española, por supuesto), ahora afirma que si quiere dejar el cargo, es porque lo habrá meditado. Y que le parece perfecto. Ya tiene hasta sucesora. ¿Cómo? ¿Perdón? O aceptamos que nos hemos vuelto todos locos, o yo hay algo que no entiendo.
A mí esto me huele muy mal, y no viene de lejos: en 2009, González-Sinde, que ya era ministra de Cultura, decidió vetar de los cines la sexta entrega de la saga SAW. Esa obra maestra del cine gore en la que un payaso que va en triciclo te da una grabadora en la que te comenta que, con toda probabilidad, te vas a morir en menos de lo que te descargas un capítulo de Seriesyonkis. Ups. Los argumentos eran sencillos: “excesiva violencia” que sólo podía emitirse en las salas X. Donde las porno y las nazi. Justo donde debería haberse colocado la película “Mentiras y gordas”, ese documental de drogas, sexo y Mario Casas (francamente, no sé con cuál de los tres me quedaba) cuya guionista es… Oh, sí. González-Sinde.
Aquí empezaba ya una doble vara de medir en la que nuestra ministra de Cultura censuraba cualquier cosa que no escribiese ella misma. Haced lo que yo diga pero no lo que yo haga, le podrían haber dicho los directores de SAW. Personalmente, le hubiera enviado al payasín a que le hiciera una visita… Desde entonces, lo grotesco ha estado a la orden del día, pasando por un sinfín de multas absurdas a peluquerías, bares y demás por no pagar un canon específico para poder emitir música en los locales. Unos cánones que ya pagamos al comprar un cedé (virgen o no), un USB, una radio, un ordenador, impresora, móvil… Hasta por los rotuladores permanentes. Que ya saben que es con ellos con los que titulamos nuestra piratería casera. Mira que son listos, oiga.
La gotita que parecía colmar el vaso era la propuesta de la Ley Sinde (¿sinde-scargas?) cuyo título homónimo ya refleja lo egocéntrico del personaje. Bien peinada y egocéntrica. Sólo le faltaba ser del PP. En eso se libra la buena señora… La Ley, como decía, fue llevada a votación y rechazada de inmediato. ¿En serio se creía el PSOE que iban a poder hacer una legislación que prohibiese las descargas de Internet, cerrara los portales y arreglara la economía mundial? Venga, hombre. Pues al final, casi lo han conseguido. El Partido Popular y CiU se han sumado al Gobierno y han aceptado la Ley Sinde. Eso sí, reformada. El texto no lo entiende ni Cristo, pero parece que es más difícil que se prohíban las cosas y que van a perseguir al dueño de la página web, no al que se las descarga. El caso, un descontrol –nunca mejor dicho- que tiene el mismo sentido que llamar a un Call TV de La Sexta. Y con tanto desfase, Álex de la Iglesia dimitió.
Así, sin más. Este hombre, que no es tonto, se ha dado cuenta de la que le venía encima, y ha dicho que mejor dimite. Asegura que no está de acuerdo con la reforma de la Ley y que la alianza de partidos lo vuelve loco. Casi tan loco como el brillantísimo papel de Carmen Maura en La Comunidad (qué gran película de este señor, anótatelo, Nuria). Eso sí, de la Iglesia ha querido recalcar que dejará su puesto de Tronista de la Academia después de la Gala de los Premios Goya. Cómo tonto. Su película “Balada triste de trompeta” está quince veces nominada. Quince. Uno cinco. 15. ¿Sabéis a cuántas candidaturas podía optar? Dieciocho. Vamos, que la han propuesto para todo menos para Mejor Actriz Protagonista, Mejor Actor de Reparto y Mejor Actor Revelación. Es decir, que la película tiene un montaje y un vestuario que flipas, pero en sí no hay nadie que valga la pena. Es curioso. Porque, además, la que sí está nominada es la actual novia del director. Como tonto, insisto.
Nadie querría que sus 15 candidaturas se pudieran caer de la lista de favoritísimas. Aunque yo creo que, precisamente, ahora ha ganado todavía más adeptos. Al principio fue criticado y hubo de decir que “no había ido mendigando votos”. Ni falta que le hacía. Pero ahora se caga a lo grande y decide dimitir. Como un héroe. Como un completo imbécil. Perdón. No seamos necios, ahora. El show que montaron Jorge Sanz –menudo mamarracho-, Marta Etura, y el propio de la Iglesia, durante la sesión de lectura de los nominados, fue, como poco, bochornosa. El director de cine (y de la Academia, recalco), soltó un “perdón, me he emocionado”, a lo que el pseudo actor respondía “yo también me estoy emocionando”. Segundos antes, Jorgito Sanz había comentado lindezas como “Aupa Julio” y “me han hecho caso”. Francamente, lamentable.
Como decía, de la Iglesia no es un héroe. Es un idiota egocéntrico. Su dimisión no va a mejorar la situación. Ni nadie va a cambiar la Ley Sinde. Todo seguirá en su sitio, menos el culo del director, claro está. Pero a medidas populistas, populacho contento. Cuanto más azúcar, más dulce. Y eso es lo que ha ocurrido con de la Iglesia y su séquito de fans de Internet. Ellos necesitaban un portavoz, y el cineasta se puso de pie. Aplaudámosle un rato, pero que los árboles no os impidan ver el bosque. La Ley Sinde-scargas sigue ahí. Aprobada por izquierdas y derechas. Por una vez se han puesto de acuerdo y no tenía que ver con sus jubilaciones ni sus sueldos. Si sólo a mí me da miedo, es que, oficialmente, sí estoy solo en el mundo. Como los de los zombis de anoche. Qué gran serie.
Nos vemos el viernes con la Crónica de Gran Hermano 12. Hasta entonces y como sabéis:
¡FELIZ DÍA DEL ODIO A TODOS!
Roberto S. Caudet
Estoy bastante de acuerdo... Sólo apuntar dos cosas:
ResponderEliminar1. No es ALEJANDRO SANZ!! jejejeje... es JORGE SANZ!!
2. Curiosamente, "a pesar de haber tenido buena taquilla, el 28 de diciembre de 2010, el Ministerio de Cultura dirigido por Ángeles González-Sinde, guionista además de la propia película, le otorga un millón de euros en concepto de "amortización de películas cinematográficas de largometraje". ¿Qué te parece esto?
¡Se me ha ido la pinza totalmente! Gracias por el gazapo, ahora mismo voy a corregirlo...
ResponderEliminarEl millón de euros es ya lo más desastroso que leo, en este país no hay nadie normal, oficialmente
Mira que meterse con Al ex de la Iglesia, no está de moda, hombre. L'as clavao, macho, genial!!!!
ResponderEliminarsindemierda es lo que deberia llamarse la tia esa con sus leyes comunistas que censuran la libertad de expresion
ResponderEliminareso es lo que daña los paises leyes que se meten como gusanos y se comen nuestra libertad de expresion hasta que acaban matandola igual que una enfermedad degenerativa hasta que no queda sino la putrefaccion y la escoria de un sistema comunista
ResponderEliminarNo sólo los países con un Gobierno comunista hacen censura sobre los medios y la libertad de expresión... ¿Tengo que recordar a Franco?
ResponderEliminar¿Leyes comunistas? xDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD Sí, esta ley tiene de comunista TODO, vaya xDDDDDD
ResponderEliminarEn fin, dejando a un lado eso, más tarde que nunca, comento. Lo de la ley...en fin, yo es que ya lo comenté en mi otro blog. Joder, que la última película, del año 2008, de uno de mis directores favoritos, el señor coreano Park Chan-wook aún no se ha estrenado en España. Ni está en DVD. Pero claro, soy lo peor por descargarla. Escucho música asiática. Debería comprarme todos los cd's que salieran sin haber escuchado ni una canción.
En fin, que mi indignación da para mucho, y me toca las narices que se saquen de la manga que esto es por culpa de Internet, cuando es por los precios y lo de grabar música y demás se ha hecho toda la vida.
Y no me puede repatear más que para la única cosa que se ponen de acuerdo los partidos sea para una ley que el 99% de los españoles no quiere. Viva la democracia.
Sobre Álex De La Iglesia...a mí este hombre me gusta mucho. Él no está de acuerdo con que las pelis que acaban de salir en el cine estén para descargar, y quería buscar una propuesta a modo de acuerdo. Entiendo que barra para su casa (de forma coherente, no como los subnormales de Alejandro Sanz y Bardem). Que deje su puesto, me parece genial. No sé si van a encontrarle un sustituto mejor, la verdad. Quieras o no, es un puesto muy importante. Me dan igual las múltiples razones que hay detrás, hay que tener cojones.
Me parece una buena forma de protesta.
Y que no la deje hasta después de los Goya, me parece mejor todavía. Él es el que lleva la batuta de la gala, al fin y al cabo. Él puede aprovecharla para hablar sobre esto. Ojalá lo haga. El discurso será digno de ver, de eso estoy segura.
Sobre las nominaciones...bah, las nominaciones a los Goya siempre han sido tan mierda y tan creíbles y justas como la de los Oscars, así que xD