Españoles, Manuel Fraga ha muerto. Lo lógico ahora sería que me pasara unos seis o siete párrafos alabando sus glorias y victorias. Pero ése no es mi estilo. Y seguro que él tampoco querría que yo lo recordase de ese modo. Absteneos de seguir leyendo todos los que penséis que vais a contemplar una oda a la figura de este político gallego. Porque como diría mi siempre Odiado Jandrito Sanz: “te lo agradezco, pero no”.
El único aspecto positivo de la carrera política de Fraga, se remonta a 1966, cuando creó la Ley de Prensa e Imprenta que suprimía la censura previa del régimen franquista del que él era ministro de Información y Turismo. Algunos ahora dirán que esta Ley provocó un pequeño enfrentamiento entre Fraga y Franco. Otros dirán que Fraga era un adelantado para su época. Yo lo que opino es que si esa Ley no la hubiera hecho Manuel Fraga, la hubiera aprobado otro. España era el lugar de vacaciones para muchísimos turistas que disfrutaban de la España cañí. Turistas que venían de países democráticos en los que se hablaba de España con total franqueza (término que utilizo sin pretender sonar sarcástico). Nuestro país ya participaba incluso en Eurovisión.
Esta apertura de una puerta gatera con la Ley de Prensa no supuso la creación de nuevos canales de televisión. Ni tampoco la desaparición del No-Do. Qué va. Fue, simplemente, un lavado de cara que muchos ahora verán como el mejor momento de su carrera. Para nada. No voy a ponerme la bandera de progresista –ni mucho menos-, porque en época de Franco, muy probablemente yo habría sido un Fraga más. O te unías al régimen, o estabas contra el régimen. Y lo más habitual es que en contra del régimen terminaras en la cárcel, exiliado o muerto. Es lo que tienen las dictaduras.
Pero que fuera ministro en tiempos de Franco no implica que luego siguiera recordando y aplaudiendo su figura. Es cierto que Fraga fue “uno de los padres de la Constitución” de 1978. Me gustaría saber, exactamente, qué artículos redactó y aprobó Fraga de esta Constitución. Pero lo cierto es que varios miembros de su partido votaron en contra a la hora de aprobarla en el Congreso. Manuel Fraga siguió aferrado a la ideología franquista que sirvió para fundar Alianza Popular primero, y el Partido Popular después. Míticas serán sus frases del estilo: “pienso morirme sin utilizar un condón” o “los homosexuales se forman porque los cromosomas se equivocan”. “Algo les pasa para ser así”, continuaba su lindeza.
Lo que no sabremos nunca es si los cromosomas de Manuel Fraga se equivocaron llevándole a las aguas de la playa de Palomares, en Almería. ¿Quién no recuerda ese baño fantástico de Fraga para comprobar que las aguas no estaban contaminadas? El gallego puso de moda los bañadores por encima del ombligo, como podemos contemplar en esta fantástica imagen de, precisamente, 1966, cuando la Ley de Prensa. Se dice de Fraga que ha publicado 80 libros a lo largo de su vida. Me pregunto yo si el negro de Ana Rosa Quintana no será también amiguito de Fraga…
Desde ayer, Manuel Fraga descansa en paz. Y la democracia lo hace un poquito más a gusto. No lo hará, seguramente, la Justicia. Ni tampoco los familiares y amigos de las víctimas del franquismo, que contemplarán durante toda la semana (como poco) homenajes a esta figura preconstitucional que nunca será juzgada ni fue apartada de la política, sino aplaudida y vanagloriada como una auténtica Juana de Arco. Los dos comparten el hablar con Dios. Y ahora él –imagino- los tiene en su gloria.
Hasta el día de hoy, Manuel Fraga era una de las personas más Odiadas en este blog. Un total de nueve artículos lo citaban de manera directa o indirecta. Sólo Zapatero, Belén Esteban y Mercedes Milá lo logran superar. Pero, desde hoy, ya se acabaron los chistes fáciles con(tra) su persona. Pero el Odio no se acaba. Vosotros y yo nos vemos el miércoles con otro Odio político y el viernes con un… Bueno, ya os lo imagináis.
¡FELIZ DÍA DEL ODIO A TODOS!
El único aspecto positivo de la carrera política de Fraga, se remonta a 1966, cuando creó la Ley de Prensa e Imprenta que suprimía la censura previa del régimen franquista del que él era ministro de Información y Turismo. Algunos ahora dirán que esta Ley provocó un pequeño enfrentamiento entre Fraga y Franco. Otros dirán que Fraga era un adelantado para su época. Yo lo que opino es que si esa Ley no la hubiera hecho Manuel Fraga, la hubiera aprobado otro. España era el lugar de vacaciones para muchísimos turistas que disfrutaban de la España cañí. Turistas que venían de países democráticos en los que se hablaba de España con total franqueza (término que utilizo sin pretender sonar sarcástico). Nuestro país ya participaba incluso en Eurovisión.
Esta apertura de una puerta gatera con la Ley de Prensa no supuso la creación de nuevos canales de televisión. Ni tampoco la desaparición del No-Do. Qué va. Fue, simplemente, un lavado de cara que muchos ahora verán como el mejor momento de su carrera. Para nada. No voy a ponerme la bandera de progresista –ni mucho menos-, porque en época de Franco, muy probablemente yo habría sido un Fraga más. O te unías al régimen, o estabas contra el régimen. Y lo más habitual es que en contra del régimen terminaras en la cárcel, exiliado o muerto. Es lo que tienen las dictaduras.
Pero que fuera ministro en tiempos de Franco no implica que luego siguiera recordando y aplaudiendo su figura. Es cierto que Fraga fue “uno de los padres de la Constitución” de 1978. Me gustaría saber, exactamente, qué artículos redactó y aprobó Fraga de esta Constitución. Pero lo cierto es que varios miembros de su partido votaron en contra a la hora de aprobarla en el Congreso. Manuel Fraga siguió aferrado a la ideología franquista que sirvió para fundar Alianza Popular primero, y el Partido Popular después. Míticas serán sus frases del estilo: “pienso morirme sin utilizar un condón” o “los homosexuales se forman porque los cromosomas se equivocan”. “Algo les pasa para ser así”, continuaba su lindeza.
Lo que no sabremos nunca es si los cromosomas de Manuel Fraga se equivocaron llevándole a las aguas de la playa de Palomares, en Almería. ¿Quién no recuerda ese baño fantástico de Fraga para comprobar que las aguas no estaban contaminadas? El gallego puso de moda los bañadores por encima del ombligo, como podemos contemplar en esta fantástica imagen de, precisamente, 1966, cuando la Ley de Prensa. Se dice de Fraga que ha publicado 80 libros a lo largo de su vida. Me pregunto yo si el negro de Ana Rosa Quintana no será también amiguito de Fraga…
Desde ayer, Manuel Fraga descansa en paz. Y la democracia lo hace un poquito más a gusto. No lo hará, seguramente, la Justicia. Ni tampoco los familiares y amigos de las víctimas del franquismo, que contemplarán durante toda la semana (como poco) homenajes a esta figura preconstitucional que nunca será juzgada ni fue apartada de la política, sino aplaudida y vanagloriada como una auténtica Juana de Arco. Los dos comparten el hablar con Dios. Y ahora él –imagino- los tiene en su gloria.
Hasta el día de hoy, Manuel Fraga era una de las personas más Odiadas en este blog. Un total de nueve artículos lo citaban de manera directa o indirecta. Sólo Zapatero, Belén Esteban y Mercedes Milá lo logran superar. Pero, desde hoy, ya se acabaron los chistes fáciles con(tra) su persona. Pero el Odio no se acaba. Vosotros y yo nos vemos el miércoles con otro Odio político y el viernes con un… Bueno, ya os lo imagináis.
¡FELIZ DÍA DEL ODIO A TODOS!
Roberto S. Caudet
Eres genial, en serio. Seguro que Fraga se ha revuelto un poquito esté donde esté ;)
ResponderEliminarTampoco es que fuera esa mi intención, pero... Sí, yo también lo creo ^^.
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