Ha logrado 13 títulos en apenas cuatro temporadas. Y sólo
tiene 41 años. La trayectoria de Pep Guardiola como entrenador del FC Barcelona
ha sido digna de todo tipo de reconocimientos. Sin embargo, hoy ha recibido el
último de sus aplausos en esta carrera meteórica. Sandro Rosell (presidente del
FCB) lo anunciaba primero y Guardiola lo confirmaba después: Pep no seguirá
como entrenador del Barça.
El catalán ha afirmado que se estaba desgastando y necesita
llenarse de nuevo. El ex técnico barcelonista ha reconocido que en octubre
tenía clara que su salida del club se daría más pronto que tarde, pero que no
se atrevió entonces a contárselo a sus jugadores. No sabemos cuándo lo hizo
oficial a sus chicos, pero en la rueda de prensa de hoy estaban todos sentados,
con una cara de lástima que apenaban más a los culés. Que deprimía todavía más a
los amantes del fútbol. Porque Pep Guardiola es Fútbol, en mayúsculas. No
anuncia que se retira, pero sí que se aparta del mejor club del mundo.
Un club al que ha hecho todavía más grande. Estas cuatro
últimas temporadas con Pep al frente han sido mágicas. Han sido auténticas. Ha
sido un reto cumplido tras otro. Y ahora nos dice adiós. En Facebook y Twitter
todo el mundo ha empezado ya sus homenajes y yo no iba a ser menos. Sin
embargo, y como la emoción me puede, tampoco haré un texto mucho más largo. Por
eso y porque creo que Guardiola ha abandonado el barco demasiado pronto. Un
entrenador de su talla no puede permitirse el lujo de flaquear un poco y tirar
la toalla. Ha perdido título y medio (la Liga está más que perdida, pero no lo diré aún
con la boca muy alta). Pero, ¿y qué? Ha ganado otros 13.
Ningún aficionado al Barça le podemos recriminar nada.
Ninguno. Ni tampoco el resto de personas, aunque algunos ya han comenzado a
hacer leña del árbol caído. La salida de Pep del Barça no tiene ningún pero. Quizá
sí su sustituto, su mano derecha, Tito Vilanova. El del dedo de Mourinho, sí.
No sabemos cómo lo hará. Tampoco podemos pronosticar si los medios de derechas
lo llamarán Tito Villanueva, con esa manía nazi y extraña de españolizar
cualquier palabra catalana, incluso en los nombres.
Pero como decía, Guardiola no tiene peros que valgan. Su
carrera no ha tenido ningún pero. Hoy sólo podemos darle las gracias, si es que
no se las habíamos dado ya lo suficiente. Hoy sólo podemos levantarnos y
quitarnos el sombrero. Pep, eres muy grande. Eres el más grande. Et trobarem a
faltar. T’estimem. Ets el millor. Gràcies per tot, Pep.
“Y ahora que te veo marchar
Sé que no te voy a olvidar.
Quédate conmigo.
Quédate conmigo.
Si no estás no sale el Sol”.
La canción es “Quédate conmigo”, de Pastora Soler, la
representación española en Eurovisión 2012. No será muy culé, pero estoy
preparando el III Especial “Todaslascosasqu(E)urovisión” y ahora no puedo
pensar en otra cosa. Empezará pronto, muy pronto. Mayo, como siempre, dedicado
a la mejor música.
…Feliz Día del Odio a todos.
Roberto S. Caudet
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