Una organización terrorista islámica anunció ayer que piensa atentar en el Santiago Bernabéu en su último partido de Liga. La banda había avisado en diferentes foros y páginas webs sobre sus intenciones, de manera que la policía pudo interceptar a los dirigentes y ponerlos en atención judicial preventiva. El estadio tiene una capacidad para albergar alrededor de 87.000 aficionados. La masacre de un atentado afectaría a familias completas y a los propios jugadores, víctimas de un atentado que podría ser histórico.
Los motivos que daba la organización eran bien claros: "no podemos dejar que los españoles pisen tierra sagrada". El intento de atentado ha tenido una grandísima repercusión en todos los medios de comunicación, que han dado la alarma para que se incremente la seguridad en los partidos de fútbol que se juegan en el Santiago Bernabéu a partir de ayer mismo.
Ahora que ya todos estaréis con la boca abierta o maldiciendo a los "putos moros" toca que confiese la realidad de lo ocurrido... El intento de atentado por un grupo de azerí es real. COMPLETAMENTE REAL. Sin embargo, el centro de la diana no es el Santiago Bernabéu. Es el Crystal Hall de Bakú, el recinto multiusos en el que se celebrará Eurovisión este año, en Azerbaiyán. El grupo terrorista religioso ha declarado en diferentes webs y foros que quieren un atentado en Eurovisión porque "no pueden permitir" que "homosexuales pervertidos pisen" su tierra sagrada. Tal como leéis.
Eurovisión es el certamen musical más grande del mundo. Generalmente, los estadios en los que se celebra (grandes estadios de fútbol de las capitales europeas) suelen tener una cavidad para 40.000 espectadores que contemplan las más de 40 actuaciones musicales de toda Europa. Una gran mayoría de estos espectadores (los eurofans) son mujeres y/o homosexuales. Eso es un hecho. Así que algunos ciudadanos de Azerbaiyán, el país anfitrión, amenazan ahora con una bomba para "purificar" su país.
La tolerancia y la democracia de Azerbaiyán no son ninguna novedad. Hace dos años -y como ya comenté, debidamente- el Gobierno de Azerbaiyán ordenó enviar a la cárcel a medio centenar de sus ciudadanos por haber votado a Armenia en Eurovisión. Exacto, lo de Eurovisión y Azerbaiyán es un tándem imposible. Sin embargo, el año pasado ganó el concurso. Ése fue su castigo. Controlas los móviles de tus ciudadanos, los envías a la cárcel por votar a otro país en un concurso musical y ganas ese concurso al año siguiente. Luego dirán que si nuestras victorias con Franco fueron compradas. ¡Era nuestro castigo por el dictador!
Y para postre, lejos de organizar un Eurovisión pacífico, ahora amenazan con un atentado terrorista. Es el acabose. Lo peor de todo es que, además, los medios han publicado el asunto muy levemente. A quién le importará 40.000 europeos a los que les gusta Eurovisión. A quién le importará los 1.000 artistas, bailarines, músicos... A quién le importará un certamen visto por más de ciento cincuenta millones de personas en todo el mundo. Pues me importa a mí.
Hoy no es un Feliz Día del Odio, porque el Odio real deriva en este tipo de locuras surrealistas de asesinos perturbados. Porque esos que piensan atentar en Eurovisión son auténticos perturbados, no los gays de los eurofans. Ojala se multiplique la seguridad. Qué narices, ojala se cambie de país, que a falta de mes y medio todavía hay tiempo. Hoy, mi Odio va para este país que está disfrazado de democracia. Para esta clase de radicales desquiciados que ni toleran ni deberían ser tolerados. Para todos los que, además, se han jactado durante estas horas (el anuncio se hizo ayer por la tarde) de los fans de Eurovisión y de los artistas que pisan su escenario. A todos ellos sí va descargado hoy mi Odio.
Y punto.
Roberto S .Caudet
Amo viajar alli. He estado en este sitio en muchas
ResponderEliminarocasiones y siempre que voy me gusta una cosa
nueva. Nunca me canso inmortalizarlo en fotos.
Es sin dudar, mi lugar favorito de la Tierra.
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