martes, 19 de abril de 2011

Barcelona, GOL!


Tranquilos que no, no me he vuelto loco. El título del artículo está bien como está. Y no vengo hoy a hablaros de fútbol. La lista con las 33 mejores canciones de Eurovisión empieza con una posdata, llamémosla. Y es que no podía dejar al margen la única canción de Eurojunior que me ha gustado en sus escasos años de historia. Luara Hayrapetyan escribió en 2009 para su país, Armenia, una simpática canción que ella misma se encargó de cantar e interpretar con todo su arte. “Barcelona” es el título de este pseudo-himno futbolístico que quedó en 2º puesto en 2009. El video, a continuación, no tiene desperdicio alguno. Tras él, empieza la lista de verdad…



Y empezamos la tabla con el puesto número 33. En él encontramos el tema que el año pasado representó a Rumanía. El dueto formado por Paula Seling y Ovi, con la canción Playing with fire, “Jugando con fuego”. En un principio, lo único que me gustó fue el videoclip; y los falsetes que se marcaba Paula. Una vez vista la actuación en la final, se entendía por qué llegaron hasta el tercer puesto. La química entre los cantantes fue absoluta, la garra fue tremenda, y no les faltó fuerza en ningún momento. Además, podemos afirmar tranquilamente que Paula y Ovi llevaron al único coro que, lejos de desentonar en la escena, apoyaban los agudos de ella de manera armoniosa. Rumanía siempre lleva unas puestas en escena impresionantes, y aunque el año pasado el truco del piano parecía pobre, logró captar a la audiencia lo suficiente. Bravo para los cantantes que, a modo de Pimpinela moderna, aprovecharon los 3 minutos de canción para contestarse y hasta casi tirarse los trastos a la cabeza. Os adelanto que no va a ser la única vez que veáis a Rumanía en la lista… Y es que es uno de mis países favoritos en Eurovisión. Ya lo veréis.



Always, “Siempre”, es la canción de Azerbaiyán que ocupa el lugar 32 de la tabla. Interpretada en 2009 por AySel & Arash, consiguió otro tercer puesto más que digno, dadas las injusticias que se cometieron ese año y que voy a seguir comentando… La canción se reinventó para Eurovisión, y de lo que hicieron en el escenario a la versión de estudio que se ofrecía en el CD del concurso había –hay- un mundo. Nada de gritos y nada de cantar solos. Mucho mejor con los coros y con la música bien alta, para que suplan las posibles desafinaciones que tuvieron los cantantes de Azerbaiyán (especialmente ella). Precisamente y si os acordáis, 2009 fue el año en el que el Gobierno de este país sometió a un interrogatorio a 43 de sus ciudadanos, acusados de haber votado a Armenia –canción que también está en la lista, pero que veréis más adelante…-. Ya sólo por eso, “Always” mereció ser descalificada pero, obviamente, sus intérpretes, no tenían culpa, y además defendieron una canción muy pop y muy sencilla como si fuera la mejor de las óperas. Fantásticos. No se les pudo pedir más a AySel y a Arash, que interpretaron a la perfección este tema que, en el fondo, no deja de ser una canción de las de Ricky Martin en sus tiempos: “Un pasito pa’lante, María…”.



Nos trasladamos a 2006, cuando Eurovisión se celebró en Atenas. Allí, una joven Sidsel Ben Semmane representó a Dinamarca, con la canción Twist of love (“El Twist del amor”). La canción era como un cuento de película infantil medio Grease – medio no se sabe qué. El vestuario, demasiado dorado, quedaba potable. El baile, soso y desafortunado, sólo ahogaba a la pobre cantante. Así ocurríó, y Dinamarca sólo pudo quedar 18º en la que, para mí, ha sido la mejor representación que ha tenido nunca el país. Y es que la canción tenía gancho, los estribillos no podían ser más chicles, y Sidsel no podía estar más cuqui. El Twist del amor se convirtió en un himno piji para poder hacer coreografías tontas con faldas a cuadros y una copa de champagne en la mano. A resaltar, la afinación impecable de la cantante, que pese a no poder respirar demasiado entre los versos y tener una coreografía muy agotadora, estuvo totalmente a la altura. Es de las pocas canciones que sigo cantando de vez en cuando. Cuánto buenrollismo aporta.



El puesto número 30 es para la canción más antigua de la lista, que no la más antigua de Eurovisión. ¿Año? 1973. ¿Intérprete? Anne-Marie David. ¿País? Luxemburgo. ¿Canción? Tu te reconnaîtras (“Tú te reconocerás”). Para que os hagáis una idea, estoy hablando de un año en el que España participaba con un águila en la bandera, bajo el mandato de Francisco Franco. La máxima puntuación era de tan sólo diez puntos. Y la música, en riguroso directo y con director de orquesta. Toda la música. Y, de hecho, estoy hablando de una época en la que Luxemburgo todavía participaba en Eurovisión, cosa que ya no hace. La letra de la canción, muy de la época, habla de amor y desamor; de infancia, lágrimas y visiones de futuro. La intérprete, con la voz algo nerviosa, estuvo magnífica en interpretación. Anne-Marie cantó en su francés original en el primer año en el que la organización de Eurovisión dejó que los países cantaran en otros idiomas que no fuesen los oficiales de cada país… Empezaba el boom del inglés, y ganó la francesa. Anne-Marie David también fue a Eurovisión en 1979 y participó en el Viña del Mar de 1987, en ambos quedó tercera. Precisamente, desde 1987 lleva retirada de los escenarios (actualmente tiene 58 años).



Y volvemos a Grecia 2006, el año en el que todos los países tiraron la casa por la ventana. Vamos, mi año de Eurovisión favorito. Y volvemos a un tema de Rumanía. Mihai Taistariu interpretó su Tornerò (“Volveré”), quedando en cuarto lugar. La canción no era la más bonita del año, y la puesta en escena dejó bastante que desear por el vestuario que llevaban tanto el cuerpo de baile como el propio traje de Mihai con Converse rojas incluidas. Sin embargo, una voz prodigiosa del rumanito logró captar todas las miradas. Y vaya que si las captó. Falsetes y más falsetes inundaron un año más la canción de Rumanía. Como seguiremos viendo, ningún cantante que se precie puede representar a Rumanía si no es capaz de desgallitarse, por lo menos, ochenta veces durante la canción. Música dance muy discotequera con estribillos pegadizos y sencillos. Un gran acierto el de Mihai que, por cierto, cantó en inglés e italiano, idioma en el que no cantaba ningún país hacía años. Rumanía y su “Torneró” ocupan el puesto 29º.


Seguimos en un pasado muy reciente. Nos trasladamos nuevamente al año 2009 y nos quedamos con la representante sueca. Estoy hablando de “La voz” de Malena Ernman, y nunca mejor dicho. La voix es el tema que salió elegido en el mítico Melodiefestivalen (la versión eurovisiva de Operación Triunfo que hacen en Suecia con audiencias que arrasan todos los años para elegir a su representante en el ESC). Aquí la lírica se mezclaba con el pop más dulce para hacer la mejor de las baladas que salieron en 2009 a pisar el Estadio Olimpiski de Moscú. Como os decía, Malena es una gran cantante de ópera que no dudó en apartarse de su estilo para hacer las delicias de los europeos amantes de las buenas voces. En pantalla, una cantante tirando a masculina con una melena en rubio platino combinada con el mejor de los vestidos en blanco roto. Sobriedad absoluta hasta para las coristas, cinco mujeres con grandes aptitudes líricas que al final de la canción ocultaban sus rostros en unas preciosas máscaras patrocinadas por Swarovski. Y si no os lo creéis, atentos al último medio minuto del vídeo. Un auténtico espectáculo que parecía sacado de la versión moderna del Fantasma de la Ópera. Sin embargo y pese a la gran calidad de la actuación, la apuesta arriesgada de Suecia se estrelló del todo. Malena sólo pudo conseguir el puesto 21º para sorpresa de todos cuantos habíamos creído en el amor durante sus tres minutos de actuación. “Dime lo que sueñas, muestra tus sentimientos, quédate y no te marches nunca”. Grande, Malena.



Y retrocedemos otros siete años. Cómo me gusta a mí esto de viajar por el tiempo en un par de minutos. Cambiamos de estilo pero no de país. Y es que si antes decía que Rumanía es uno de mis países favoritos en Eurovisión, Suecia no se queda atrás. En el año 2002 ya se convirtieron en uno de mis pesos pesados gracias al trío de mujeres negras a lo Destiny’s Child llamado Afro-Dite. El mensaje de la canción era como el de otras tantas. Never let it go (“Nunca lo dejes marchar”) decía su título y básicamente toda la canción era un “más de lo mismo”. Lo bueno de las Afro-Dite suecas era la puesta en escena, eran sus voces, era el ritmo y era la melodía de la canción. Sin tener las mejores voces del mundo cantaban a trío un auténtico temazo de discoteca perdida por Chueca que nos hizo saltar a todos por el comedor mientras fingíamos que les seguíamos en una letra acelerada y muy rítmica. Porque lo bueno era la combinación de estrofas relajadas con estribillos en versión remix que no te dejaban descansar la cadera ni los brazos. Un octavo puesto fue lo que consiguieron las negras sabrosonas en el Eurovisión más aburrido de cuantos se hayan hecho. Os dejo con ellas en el puesto 27º de mi lista.



Por hoy es suficiente, creo yo. Ya tenéis música para entreteneros y rememorar un rato. Mañana dedicaré, como el resto de días, la entrada a una única canción. Os anuncio que es un grupo masculino de principios de siglo que representaron a un país sin vecinos y que no quedaron nada mal… Se admiten apuestas. Y como digo siempre,

¡FELIZ DÍA DEL ODIO MUSICAL A TODOS!

Roberto S. Caudet

3 comentarios:

  1. Rob, no estoy nada de acuerdo con tu lista.

    No me gustan ni la 32, ni la 31, ni la 30. La 32 muy repetitiva y monótono. ¿En serio esa canción tenía más letra que el estribillo? La 31 me ha aburrido muchísimo. No he entendido nada. y menudo coñazo la 30. ¿Por qué hacen caniones lentas para Eurovisión? Viva el ritmo.

    La 28 la veo totalmente fuera de lugar. La mujer tiene una voz increíble, pero parece ser que los europeos no buscan música moderna en el festival de la canción.

    De la 27 me acordaba, y eso que es del año 2002. Las voces de ellas no me gustan nada de nada, pero bueno, con otras voces la canción hubiese lucido mucho más. Seguro que en estudio de grabación quedó genial la canción, pero en directo no me ha gustado.

    La 33 me ha gustado, ese piano doble de cristal no se me había olvidado. Yo hubiese puesto la canción más arriba en la tabla.

    Y de la lista, la que más me ha gustado ha sido la 29. ¿Por qué está tan abajo?

    La lista no me ha disgustado, quiero ver el resto de canciones para valorar. El hecho de que, menos la 31 y la 30, me sonasen todas, me ha ayudado a valorar. Espero que el resto de canciones también me suenen, y así disfute escuchándolas.

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  2. Señor... vas a acabar odiándome tú a mí! jajajaja

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  3. Hala, ni mucho menos. Solo que no comparto tus gustos eurovisivos, al menos no comparto estas canciones. Ya veremos las siguientes.

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