sábado, 26 de diciembre de 2009

La pingüinísima Happy Feet


¡Segundo No Odio de la temporada! Lo cierto es que no cuesta tanto encontrar cosas a las que querer, vaya… Al final no voy a ser tan malote como me creo. Muajaja. Esta segunda entrega ha sido toda una sorpresa hasta para mí. Ya que, en un principio, se la iba a dedicar a una cantante que, de no pasar nada, veréis el día de los Inocentes (tranquilos, que no gastaré bromas).

Como sabéis y ya comenté en una de mis entradas, por Navidad, la mayoría de las cadenas siempre bajan el nivel de su programación, salvo para estrenar alguna película Oscarizada o la típica de Disney. Un poco de ambos es lo que estrenó anoche en horario de máxima audiencia Televisión Española. La pingüinísima Happy Feet.

La película en cuestión se titula, como digo, Happy Feet. Que traducida literalmente al español sería como un “Pies contentos”, que es el modo con el que llaman al pingüino protagonista nada más nace, por aquello de que no paraba de mover los pies cual bailarín de claqué. La producción australiana cuenta en su versión original con las voces de, entre otros, Nicole Kidman y Robin Williams. Y también Hugh Jackman, Elijah Wood y la recientemente fallecida, Brittany Murphy. Además, durante los 110 minutos que dura el filme, aproximadamente, nos deleitamos con un sinfín de canciones conocidísimas (Somebody to love, A mi manera, Kiss, I wish, If you leave me now, Shake your bom-bom...) que, sin duda, ya vaticinaban que la película iba a resultar un éxito.


De hecho, Happy Feet tiene entre sus haberes el Óscar y el Bafta por la Mejor Película de Animación y también un Globo de Oro a la Mejor Canción Original. Anoche recaudó, en plena Navidad, más de tres millones de espectadores (3.000.000) en TVE y se llevó el gato al agua con un 18% de audiencia. El segundo programa más visto del día, con una diferencia de más de medio millón de espectadores con respecto al tercer espacio más visto. ¿Qué más se le puede pedir? Evidentemente, que todo esto que os cuento tenga una gran historia de fondo y cumpla alguna función productiva. Creedme que lo hace.


La película navega entre un musical de pingüinos, focas y orcas y un documental que denuncia la agresividad del ser humano en la Antártida en general y con la fauna en particular. Detrás de todas las canciones y del protagonista bailarín a lo Billy Elliot se esconde un mensaje brillante que parece sacado de un eslogan de Greenpeace. El ataque al Polo Sur con las maquinarias de obra y destrucción. para investigaciones y fines no tan científicos; la pesca masiva de pececitos, la caza furtiva de focas y aves autóctonas, los barcos que agraden a las orcas y ballenas son algunas de las denuncias que nos advierte Happy Feet. Que de Happy, no tienen nada, vaya.

Ya al principio observamos que la cadena alimenticia se ha interrumpido de golpe porque los “alienígenas” (nosotros, los humanos) han comenzado a pescar con ansia y sin miramiento. Luego podemos ver cómo una de las aves lleva un anillo identificativo en la pata y las demás se burlan de ella. Uno de los pingüinos lleva permanentemente enganchada al cuello una red de plástico donde van las Coca-Cola, hasta que la asfixia le puede. Algunos de los lagos de las escenas están impregnados de mugre y basura vertida por los humanos. Las dos orcas que aparecen para intentar comerse a los protagonistas llevan marcadas cicatrices y señales de los impactos sufridos por los barcos. Con el deshielo, además de los glaciares, también sucumben algunas de las grúas de la zona… Y para colmo, al protagonista lo raptan para llevárselo a un zoo.


Estos mensajes en pro de la Naturaleza y a favor de la vida salvaje y natural envuelven toda la película, añadiéndole un halo de ternura que, sumado a la magia de la historia superficial entre los personajes, convierten a Happy Feet en algo, simplemente, brillante. Espectacular. Magnífico. Sobresaliente. Impactante. Muy tierno y a la vez espeluznante. Sencillamente, digno de ver. Y digno de admirar.


Porque la película tendría que ser un reflejo para muchos. Al fin y al cabo lo es de la realidad más cruel en un lugar tan salvaje como la Antártida.
Porque ayuda a la reflexión para con el ecosistema en que vivimos.
Porque la producción, el dibujo y la historia es inimitable. Insuperable.
Y porque es una de las películas favoritas de una personita a la que le tengo mucho aprecio.

Por todo ello. Hoy, todaslascosasque¿odio? os invita a sentarse y a disfrutar de un trabajo bien hecho. Os invita a ver Happy Feet. Y a ser cuidadosos con el medioambiente y con todo aquello que nos rodea.

Sed felices. No odiéis nada.
Feliz día del No Odio.

 
Roberto S Caudet

8 comentarios:

  1. gran gran pelicula happy feet! roberto grandee!!como van las cosas con eso de ninguno teneis novio por aqui no os acordais de nosotras....xD que va es broma jajajaja besitos y a ver si quedamos pronto =)!

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  2. La pelicula tiene buena pinta, pero no pasa de ser un mero intento por concienciar a la gente, a los más pequeños, pero al final todo se vuelve igual, todo cae y sigue con la misma cantinela de siempre, es decir consumismo y destrucción masiva.

    Hay buena voluntad? no, lo que hay es hipocresía barata con estos temas, y los que tienen que dar la solución, no las dan, y los ecologistas, son unos pseudos-dictadores que solo buscan imponer su criterio, y en el fondo, quienes perdemos somos todos, tanto por unos como por otros.

    Un beso cielo

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  3. Esta película me encantó, la vi en el cine y en el final cuando está encerrado me puse casi a llorar jajjaa y una niña de seis años de mi lado me miro y me dijo, tranquila que seguro que acabará bien. Me parece que siempre seré una niña pequeña por dentro jaja

    SANDRA :D

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  4. ayer la vi por primera vez y me parecio lo mejor de lo mejorcitoo!! me encanta el pingÜinitooo bailandoooo....jaja..y sobre todo cuando todos bailan a la vez :) son tan geniales...xD

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  5. ÁLEX: No estoy de acuerdo en absoluto contigo. La película cumple su función de despertar el interés y de hacerte reflexionar. Al fin y al cabo no sólo la han visto niños sino sus padres, tíos, hermanos y demás. Mi madre y yo, sin ir más lejos, la vimos anoche por primera vez y los dos nos quedamos debatiendo sobre el mensaje de fondo.

    Los ecologistas dan soluciones, lo que pasa es que no se les escucha. Asociaciones como Greenpeace tienen toda una serie de alternativas y, contrariamente a los dictadores, arriesgan su vida por el bienestar del medioambiente, no privan de sus derechos a nadie, sino que favorecen los de algo eterno hasta que lo matemos. La Madre Naturaleza.

    Alternativas hay, pero no se aplican. Quizá por que son más caras. Quizá porque den menos beneficio, pero, generalmente, no se aplican.

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  6. Victimization those I get Outstanding coverage are
    the discourse of rosacea? I had no approximation and so that spending my summer
    days on the la ros�cea el componente psicol�gico es
    de vital importancia.

    my blog post rosacea treatment Bueyeros

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