lunes, 25 de julio de 2011

La pareja gay no iba desnuda


Todavía no he visto a ningún gay en mi facebook colgar en su muro la noticia que os publico a continuación. Tampoco he visto una plataforma on-line para denunciar situaciones como esta que pasan mucho más a menudo de lo que nos pensamos. Os cito el titular de la noticia:

Un hombre, detenido tras agredir a una pareja gay que se besaba en un restaurante”.

La noticia ha salido publicada en medios de izquierdas y de derechas (delante, detrás, un, dos, tres…), lo cual me congratula bastante. Y es que altercados así no pueden pasar desapercibidos. Os cuento más cosas. El hecho ocurrió en un restaurante de la calle madrileña de Lope de Vega. Ha ocurrido aquí, señores. En este país que muchos dicen ser tan moderno y liberal. Y tan tolerante. Y tan progresista y socialista. Me río yo de España y sus ciudadanos adelantados. Pero todavía hay más. La agresión consistió en que, tras el beso homosexual de la pareja homosexual (obviamente), el señor agresor en cuestión les arrojó una copa de agua que llegó a romperse en la mesa. Vámonos de fiesta.

No tuvo suficiente con echarles de agua, que siempre dramatiza mucho en las películas americanas, que el señor agresor decidió lanzarles directamente la copa. Y luego una taza de café. Que, digo yo, no sé hasta qué punto le es bueno un excitante a un hombre tan violento como él. Pero demos gracias al señor (oremos…) por el hecho de que no tuviera junto a él una jarra de cerveza o, directamente, el bidón. Que todavía tendríamos que lamentar víctimas… Pero la agresión no fue sólo física que, de hecho y por suerte, sólo se lamentó con la taza y la copa rotas, y cuatro puntos -que ya son- de sutura para uno de los miembros del fatídico beso. También hubo agresión verbal y esta me parece mucho más divertida aunque grave.

El señor agresor les lanzó a la pareja sentencias tipo: “no tenéis vergüenza”, “odio a los maricones” y “qué falta de respeto que yo tenga que ver esto”. Analizando la situación, desde luego este hombre lleva su Odio personal mucho peor que yo, que me limito a escribir dos o tres páginas de Word y luego publicarlas para que las lea quien guste. Le recomiendo una práctica similar, que también desahoga muchísimo. O quizá mejor no, que es capaz de robarme seguidores, y últimamente los tengo muy dormidos… El tema de la sinvergonzonería no voy a comentarlo, porque no hace falta señalar quién fue menos indigno en esta situación. Y, con ello, me como también la falta de respeto.

La frase más divertida con la que el señor agresor quiso recriminar a la pareja gay que se dio un beso fue: “no soporto a los gays, que yo pago mis impuestos”. Y olé. Me pregunto qué clase de impuestos van pagados a prohibir besos homosexuales en la calle. Pero, evidentemente, está claro que este señor marca la Equis de la Iglesia en la declaración de la renta, así que me abstengo. Si en el fondo, el hombre tenía razón. Claro que no son unos impuestos que paga literalmente, sino que este tipo de contribución es mucho más enrevesado. El caso es que no, aunque dé algunos centimillos a Rouco Varela y amigos, no puede prohibir que nadie se dé un beso. A menos que sea Rajoy y gane las elecciones en 2012.

Vamos, que el tipejo es un retrógrado degenerado del quince que, seguramente falto de cariño y felaciones que le den gusto de verdad, se dedica a lanzar la cristalería de los restaurantes a los que son más felices que él. No está mal. Pero, insisto, más que la noticia en sí, que ya es bastante surrealista en el año 2011 y en España, lo que me preocupa seriamente es el hecho de que ningún gay de mi Facebook (hablo de hombres, mujeres las ha habido) se haya dignado a publicar esta noticia. Como diría Mourinho, ¿por qué?

Pues porque la noticia no tiene purpurina. Ni la pareja de gays iba desnuda. Ni el hombre era Rajoy o Aznar o Antonio Recio. Y claro, no vende, no mola, no es chic. Así es como ellos defienden a su “colectivo” –qué horror de palabra-. Así es como ellos pretenden una igualdad y alertan de las situaciones de horror. Les quitas la carroza y los tacones de aguja de la talla 44 y se pierden. Pobres. Pues hoy mi Odio va hacia ellos, y hacia el señor agresor, obviamente. ¡A la hoguera con todos!

Sin embargo, felicito la actuación del restaurante madrileño, que rápidamente actuó alertando a la policía y, además, retuvo al agresor hasta que lo detuvieron.

Y, bueno, como ya va siendo habitual en mis últimos artículos, aprovecho la ocasión también para felicitar, en este fin de semana tan redondo, a Lewis Hamilton, mi querido negrito, por ganar el GP de Alemania ayer. Y también a Dieguito Forlán, Diego Lugano y el resto de uruguayos, por haber convertido en celeste la Copa América de 2011. Pues, sin más, os dejo recapacitando sobre la noticia homofóbica del día. Y, como siempre,

¡FELIZ DÍA DEL ODIO A TODOS!

Roberto S. Caudet

6 comentarios:

  1. Y olé. Me encanta, simplemente. Me parece perfecto que repartas guantazos entre agresores, retrógrados y cobardes.
    Y olé.

    ResponderEliminar
  2. Para que te reconcilies con el mundo, hará cosa de un año en coruña hubo una agresión a una pareja homosexual de chavales, no llegaban a los veinte años, por parte de otro chaval y un adulto en un botellón. Días más tarde hubo una concentración de protesta. Y allí estábamos cientos de ciudadanos anónimos, desde luego no todos homosexuales, mostrando nuestra repulsa y a plena luz del día. No me sorprendió que se protestase. Me sorprendió ver a tanta gente que jamás habría pensado que se podría reunir por algo que tampoco recibió demasiado foco mediático.

    No está todo perdido en cuanto a conciencia ciudadana. Y tampoco ha ganado Rajoy aún las elecciones, jajajaja (por cierto, en el 2011).

    ResponderEliminar
  3. ....ya ves, Z. Hasta en el último momento alguien tenía que fastidiarme la entrada! En este caso, con las elecciones! jajajajaja


    Me alegro por la conciencia ciudadana de Coruña ^^

    ResponderEliminar
  4. Yo soy homosexual y tengo mi pareja y estamos muy felices de lo nuestro. Increible que hay todavia personas capaces de hacer semejantes barbaridades contra una pareja de homosexuales (Cosa que somos humanos como cualquier otra persona...)
    Me ha encantado este post y mira que no soy de comentar en posts y cosas de esas, pero realmente lo que he leido me a impactado y me ha dado un gran impulso por escribir este comentario...

    Mis mas sincero saludo.

    ResponderEliminar
  5. Hay algo que no me gusta de este articulo... Parece como que el autor generaliza y nos pone a todos en el saco de los de la purpurina. No hace falta decir que hay muchísimos (mas de los que la gente se cree) que no se identifican con esas costumbres...

    ResponderEliminar
  6. El autor los conoce, créeme... Y es uno de ellos.

    ResponderEliminar