Francisco Camps, el presidente de la Comunitat Valenciana, ha dimitido de su cargo. Entre sus palabras, el miembro del Partido Popular, imputado por un delito de cohecho, ha señalado que se va “con la conciencia muy limpia” y que su dimisión está directamente relacionada con que “Rajoy gane las próximas elecciones y sea el presidente del Gobierno de España”. Asimismo, Camps ha querido destacar que “no van a encontrar nada porque él no ha hecho nada”. Y tengo que decir que le voy a dar la razón.
¿Pero vosotros creéis que desde que empezó este juicio, un presidente de una Comunidad Autónoma, con todos sus contactos, fieles, seguidores y demás, no es capaz de eliminar todas las pruebas que lo inculpen? Ahora, ya libre de presiones, va y dimite. Total, ya no “le van a encontrar nada”. He visto, durante mis 22 años de vida, varias muestras de soberbia. La última, bastante grande, no hace mucho. Pero esta escenita ofrecida por el señor Camps, “Paco” para los amigos, la supera con creces.
Lleva meses censurando cualquier tipo de noticia o reportaje sobre sus imputaciones y las de otros miembros del PP en la cadena autonómica que él mismo dirige de manera indirecta, Canal 9. Lleva todos esos meses echando balones fuera en todos los medios de comunicación que se atreven a preguntarle al respecto. Ha realizado alguna que otra rueda de prensa en la que ha prohibido las preguntas. Ha basado su política en una serie de inauguraciones eternas que hacía visible desde Canal 9, como ya hiciera Francisco Franco con el No-Do. Hizo dimitir a su casi mano derecha, el siempre sexy Ricardo Costa, para seguir en su cargo contra vientos y mareas. Se ha jactado hasta la saciedad de repetir que los socialistas también tienen varias tramas con políticos imputados. Ha convertido en la portavoz de su partido a la ex directora de Canal 9. Y se ha presentado nuevamente a las elecciones autonómicas valencianas, de las cuales salió satisfactoriamente reforzado.
Y ahora, que ya parecía que nada ni nadie lo puede parar, dimite. Y lo hace por no aceptar que es culpable, según varias fuentes periodísticas consultadas. Lo hace en una nueva muestra de vanidad indecente, de paradoja política y moral, en un contexto lamentable cuya última secuencia era la de Rita Barberá, alcaldesa de Valencia, diciendo que “Camps estaba sufriendo” por el acoso al que estaba siendo sometido. Y Camps se va, por ese acoso, imaginamos, y dice que lo hace como un favor a España. Yo, sólo quiero añadir una cosa:
¡MÁS VALE TARDE QUE NUNCA, UN CORRUPTO MENOS!
¡FELIZ DÍA DEL ODIO A TODOS!
Roberto S. Caudet
A mi m'agradaria pregunta-li a este home si es tan idiota com per a haver sacrificat el seu carrec per un tema esílístic (léase el tema dels tratges) o si es que sa dixat manipular per mig mon.
ResponderEliminarQuina vergonya. I lo pijor no es el què ha fet, sino que és completament incapaç de reconeixer els seus errors. Enserio, es com el Lindsay Lohan de la política: "Yo atropello quien se ponga por delante y luego digo que la culpa fue suya".
Mai ho hagués comparat amb Lindsay Lohan.....! LOL!
ResponderEliminarjajajaj. va ser un moment de lapsus mental. no tornare a vore chicas malas... xd
ResponderEliminarGran referent del zorri-cinema. A mi m'encanta!
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