martes, 5 de noviembre de 2013

#Batallas2, Gala 8 de La Voz


La segunda ronda de Batallas de La Voz cobró más intensidad aún que la primera. Otras 11 parejas compitieron por conseguir su hueco en el programa y poder seguir así dándose a conocer ante la inmensa audiencia española que sigue el concurso e intentar avanzar en esta auténtica guerra de cantantes en la que, de más de 64, sólo podrá quedar uno. Anoche vivimos algunas sorpresas, como grandes favoritos que cayeron frente a sus competidores, y también unos coaches que robaron a grandes voces y a otras que no lo son tanto. El caso es que ya ninguno de ellos podrá recuperar a ningún expulsado, porque los cuatro han terminado ya su cupo de dos comodines. Miedo me da.

Malú vivió tres enfrentamientos, de los cuales sólo acerté uno, para mi total desgracia. El primero fue el de Martín Bueno con Érika Gómez. Ambos me parecieron demasiado acelerados, con escaso futuro en el panorama musical. Ninguno me convenció lo suficiente, pero al final ganó él. Pues bueno. La segunda batalla, más desigual, enfrentó a Amynata Sow con Gabriele Serrini. La pasión y el desenfreno de ella, algo chirriante, contra la perfección, dulzura y sencillez de él, todo elegancia y belleza. Malú se deshizo del "deseado", para tristeza de Jesús Vázquez y mía. Aunque Rosario lo robó y se lo quedó para ella. Antonio Orozco también pujó por él, pero no fue suficiente. Si es que anoche mojamos braguitas todos...  La tercera batalla fue la de Janyssha Lyon contra Lydia Lauren. Dos auténticas negras de corazón (y una de apariencia) que derrocharon soul, energía y brutalidad con una interpretación genial de No more tears. Malú acertó quedándose con la negra sabrosona y Bisbal y Orozco pelearon para recuperar a Lydia (antes incluso de que fuese repescada), que decidió irse con el de rizos. Menudo espectáculo.

Antonio Orozco también tuvo tres batallas y, nuevamente, sólo acerté una. Esto es una tragedia griega. Edu Ruiz y Alejandro Udó actuaron primero. Edu Ruiz quedó descafeinado, con una voz tan chillona como desagradable y tan corriente como fácil de olvidar. El segundo derrochó  personalidad, como ya sabemos, pero se olvidó completamente de su primera estrofa. Y lo pagó caro. Menos mal que Bisbal lo repescó. Yo me quería morir. La segunda batalla fue entre Cristina Rueda y Haley Haitz, la choni de barrio contra la pija de chalé. Ganó la primera, sobrada en fuerza, en potencia y en afinación. La rubia quedó tan pésima que sólo logró que Cristina se luciese más. Orozco hizo bien y se quedó a la extriunfita. Grande. Menos grande fue la batalla entre Ainhoa Aguilar y Rocío Rivas. Aquí volvimos a ver la lucha entre el esfuerzo y la mediocridad de la canaria, que lo dio todo pero no fue suficiente contra el talento innato y el torrente de Rocío, que aunque fue superior, no logró transmitir lo que debiese, y quedó fuera.

David Bisbal, por su parte, tuvo una noche tremenda, con tres enfrentamientos y dos repescas. Un poco más y el de Almería elige ahí mismo a su ganador. Una locura. De las tres, y como no podía ser de otra manera, sólo acerté una también. Mi gusto contrasta del todo con el de los coaches, no me cabe duda. Me lo van a poner muy fácil si sólo salvan a dos de mis favoritos al final... La primera batalla enfrentó a Virginia Moss con Susana Ruiz. Dulzura contra torrente. Elegancia contra personalidad. Ganó Susana. Ambas estuvieron geniales, bravo por las dos. Su segunda pelea fue titánica, entre Darío Benítez y Alba Lucía. El argentino lo dio todo, tan profesional y artista que se comió el escenario entero. La extriunfita no se lo puso fácil, y no por la capacidad de su mandíbula, sino porque también tiene voz para parar un tren. Al final ganaron ambos, porque Bisbal se lo quedó a él y Malú la robó a ella. Grande. El último dúo del andaluz fue entre Dina Arriaza y Leyna Sadki. De verdad que no sé qué le veis a la señorita Dina, pero a mí me disgusta profundamente. Anoche no fue ni un notable bajo. La árabe, en cambio, fue diva, diva total. Hasta para agradecer al público, pasando olímpicamente de Jesús Vázquez. Iba vestida cual concursante de Armenia en Eurovisión y se creyó su papel. A mí me encanta. Me alegré de que la robase Antonio Orozco, porque Bisbal se deshizo de ella a traición. Mal.

Rosario Flores sólo tuvo dos batallas, y aquí también acerté una, aumentando un poco mi estadística personal. La cantante tiene claro que se quiere quedar a voces con personalidad, independientemente de su técnica, profesionalidad o apariencia. Sin embargo, en su primera batalla, que enfrentaba a Jorge Moreno contra Xino Gómez, se quedó con el segundo. Ambos fueron muy muy grandes, lo reconozco. Estuvieron sentidos y emotivos, aunque les faltó romper, les faltó implicarse más con la canción, no estar tan comedidos. No lograron hacer llorar a Rosario pese a que la canción era de su hermano. Pero bueno. Nadie repescó a Jorge Moreno y yo me morí de pena. Ese chico es casi perfecto en todo. Lo quiero para mí. Pulsé desde casa hasta que me salieron callos, pero no logré hacer nada. Fatal. La segunda batalla fue entre Gonzalo Alcaín y Cissy Miranda. Sobrios, dulces, preciosos, elegantes... Los dos estuvieron estupendos. Pusieron el nivel muy igualado, y ya todo dependía del gusto personal. Rosario se quedó con él, para mi total alegría, ya que hasta el propio Gonzalo me agradeció mi tuit comentando su actuación.

Y no ha sido el único. Últimamente recibo menciones e interacciones de muchos concursantes de La Voz. A todos les doy las gracias. También a vosotros, por aguantarme todas las noches con tantos tuits comentando el programa y por leerme aquí cada martes. A todos, de verdad, muchas gracias.

¡FELIZ DÍA VOCAL A TODOS!

2 comentarios:

  1. La segunda batalla, más desigual, enfrentó a Amynata Sow con Gabriele Serrini. La pasión y el desenfreno de ella, algo chirriante, contra la perfección, dulzura y sencillez de él, todo elegancia y belleza. Malú se deshizo del "deseado", para tristeza de Jesús Vázquez y mía. Aunque Rosario lo robó y se lo quedó para ella. Antonio Orozco también pujó por él, pero no fue suficiente. Si es que anoche mojamos braguitas todos...

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  2. en fin, hay un dicho que dicen tiran mas dos tetas que dos carretas, pero ya veo...Amynata fue una maravilla, y el otro será todo lo que tu quieras más un creído, le tuvo que sentar como un canto en los dientes que ganara ella despues de decir en un video paar la web"voy a ganar yo, ella esta muy rallada"...TOMA¡¡¡¡ Y por desgracia, tmb debo decir que me encantaba Leyna pero ayer chilló como como nunca fui capaz de imaginarme y Dina lo hizo mil veces mejor y atendió a las correciones del couch, pero en fin....

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