Me despierto. No puedo respirar. Me ahogo con cada bocanada de aire que intento coger. Pego golpes a modo de socorro. Son apenas las siete de la mañana y mi madre entra al cuarto asustada. Desde hace diecinueve años conoce de primera mano las crisis asmáticas. Sabe identificar una cuando la ve. Por suerte, es una falsa alarma, y consigo respirar, en ese instante, con una mediana normalidad. Es el cuarto día seguido que me pasa. Y tengo fiebre altísima. Amén de mocos para todo un regimiento. Mi médico de cabecera me diagnosticó un constipado y me dio jarabe mucolítico. Un matasanos, que diría mi abuelo.
Decidimos esperar a que mi madre vuelva de trabajar para irnos al Hospital público de mi zona. Como viene explicado en el Manual “Cómo hacerse el muerto para que te atiendan en un hospital público de urgencias antes de los cinco primeros días”, fingí que en ese momento tampoco podía respirar en absoluto. Mi madre da los datos por mí. Acto seguido, la recepcionista me da una mascarilla por si tengo Gripe A y me aconseja –me ordena, realmente- que vaya al baño a lavarme las manos. Primera sorpresa. El baño de hombres de Urgencias del Hospital La Fe de Valencia NO TIENE JABÓN. Ni siquiera hay máquina. ¿¿¿??? Pues eso.
Una vez mojadas y secadas mis manos… Me espero en la sala donde te hacen el primer reconocimiento. Las pulsaciones son altísimas y tengo fiebre por encima de 38.5º. Quince minutos después me llama la doctora. Tiene pinta de residente, aunque me transmite absoluta confianza. Me habla como si fuera un bebé pero se la ve segura de sí misma. Me gusta. Me sigue preguntando cosas, me mira la garganta. Habla de una posible faringitis. Sigo con la mascarilla puesta. Y sin jabón en mis manos.
Me voy a la sala de espera una vez la visita del médico. Pasa media hora cuando me llaman del análisis de sangre y las placas de tórax. Cada persona que me ve, sea dentro del Hospital o fuera, se aparta automáticamente. Es como si pudiera morderles y contagiarles la muerte. O como si con mirarme fueran a recibir como premio una cita nocturna con Manuel Fraga. O peor: es como si en lugar de mascarilla estuviera regalando CD's de Guarronna y Sosana.
Después de otras 4 horas y media (o sea, que entré hace cinco horas y veinte minutos) me llama la doctora. A todo esto, he permanecido sentado donde me ha dado la gana. En cuanto miraba fijamente a alguien, un asiento quedaba libre. Es como jugar a ser Dios. Sin necesidad de Mandamientos o un Arca gigante. Y todo por una mascarilla que además es absolutamente incómoda. Mi doctora confirma: faringitis aguda con una leve infección. Por si acaso, al ser grupo de riesgo, me hacen las pruebas de la Gripe A. Sólo me quito la mascarilla en ese momento, pero se la pone la enfermera que me ayuda a hacer la felación al palito, ¿qué pasa? A ver cómo le llamaríais al hecho de meterse un bastoncito de veinte centímetros hasta la laringe y urgarte un poco con él. Guarrona lo llamaría "La Garganta Bonita".
La doctora me dice, pues, que me puedo quitar la mascarilla, AL SALIR DEL HOSPITAL, aunque hasta veinticuatro horas después no sabré si puedo tener la Gripe A. Muy tranquilizante. Esto es peor que cuando Mercedes Milà te dice que estás nominado. Me da una cajita de Tamiflú para que me lo vaya tomando, por si acaso. Muchas más esperanzas, no cabe duda.
De camino a casa me monto en un autobús donde puedo haberme topado con 40 personas, entre las que suben y bajan.. Me cruzo andando a unas 60 personas y además mi madre y mi padre tienen contacto directo conmigo durante las veinticuatro horas. Antes de que me llamen para decirme si soy o no griposo, alrededor de 300 personas podrían haberse contagiado ya. La mañana siguiente recibo la llamada cual Fallera Mayor. Pero no es Rita. Ni yo tampoco llevo peineta. He dado negativo. Alegría. Aunque yo me pregunto:
De camino a casa me monto en un autobús donde puedo haberme topado con 40 personas, entre las que suben y bajan.. Me cruzo andando a unas 60 personas y además mi madre y mi padre tienen contacto directo conmigo durante las veinticuatro horas. Antes de que me llamen para decirme si soy o no griposo, alrededor de 300 personas podrían haberse contagiado ya. La mañana siguiente recibo la llamada cual Fallera Mayor. Pero no es Rita. Ni yo tampoco llevo peineta. He dado negativo. Alegría. Aunque yo me pregunto:
¿Es realmente necesario estar esperando cinco horas a que me atiendan?
¿Pondrán jabón en el baño aunque sólo sea por higiene habitual?
¿La gente es consciente de que la mascarilla es un trozo de tela, no de arsénico?
¿Hasta qué punto es normal que den Tamiflú a todo aquel que vaya con un cuadro de faringitis, anginas o gripe como medida preventiva? ¿Somos conscientes del gasto público generado?
¿Por qué no me obligaron a estar en mi casa las siguientes veinticuatro horas si podía ir contagiando a medio país?
¿Llevaba dibujada en la mascarilla una foto de Sosana?
Odio la seguridad pública.
Odio los hospitales en general.
Odio al personal tranquilo y pasota que pulula en ellos.
Odio ponerme enfermo.
Odio la paranoia por la Gripe A.
Odio las mascarillas.
Y odio –con respecto a ayer- a los fans de Guarronna que piensan que yo no puedo odiarla por el mero hecho de ser fan del pop y gay. Con más razón, ¿no?
Hasta el jueves.
Roberto S. Caudet
Madre mía, me he pasado horas de médicos pero tus 5,20 se llevan la palma. Y muy fuerte lo del jabón. La sanidad en España es muy triste y está muy mal organizada... Con tu entrada queda demostrado.
ResponderEliminarAy...si me llegas a contagiar la gripe....mira que pasamos muchas horas en el bus juntos, eh ???
ResponderEliminarEn cuanto a la seguridad social...uf...yo creo que prefiero automedicarme! xD
tu odio es mi odio...
ResponderEliminary odio a los medicos y la industria farmaceutica que se han olvidado de su juramento hipocrático y nos han convertido en maquinas que les proporciona dinero.
Espero que cuando los necesite que la suerte me acompañe y me encuentre con alguien de los "buenos", que haberlos aylos :-)
en el ultimo odio... voy incluido??
ResponderEliminarno te dij nada del pop ni ke eres gay ni nada d eso...
asi k supongo k no me inluyo ;)
la sanidad es un mierda!
Pero estas bien, no? jejeje. Bueno chico, es lo que tienen los hospitales, que aunque sean públicos, al menos te atienden y no te dejan tirados por ahí. La sanidad publica va lenta si, pero mira, al menos no te mueres por que no tengas dinero para un medicamente.
ResponderEliminarUna felación a un palo medico, jajajaj, mira que tienes ocurrencias, jajajajaj, encima con la enfermera mirando, jejejej
Un beso cielo
Yo no odio los hospitales porque, como mi padre estuvo muchos años trabajando en uno, se me antojaban bonitos porque él estaba dentro.
ResponderEliminarPero, sí, la sanidad pública necesita un repaso.
Cómo me conozco yo también las crisis asmáticas....y el genial servicio de urgencias.
ResponderEliminarLa última vez que fui, que no fue hace mucho, estuve como 8 horas. Desde las 4 y poco de la tarde hasta las 12 y... Y total, para lo que me hicieron...bah.
No hace falta tampoco que lleves mascarilla para que se alejen de ti..Antes en el metro, estornudé como 6 veces casi seguidas, por alergia, y una mujer se cambió descaradamente de asiento, lejos de mí. Además, lo hizo con un gesto de ofensa, como si yo no tuviera derecho a estornudar.
Cuando se ha ido, por cierto, he dejado de estornudar. A lo mejor me daba alergia ella. Espero que quienes fueran sus nuevos compañeros de asiento tuvieran algún virus que pasarle.
Y hoy odio básicamente todo lo que tú. Y sobre lo de los fans de Madonna, añado que odio a los fans de algo/alguien que está ensalzado y ya solo por eso creen que están en su derecho en prohibirte odiarle o decir algo malo sobre ellos. ¿Eso les va a afectar a su carrera o a que a ellos les guste menos o qué? De los nervios me ponen.