Rihanna don't stop the music ni the sus desfases

Decir que Rihanna ha desfasado ya ha dejado de ser noticia. La cantante que se nos presentó tímida, casi virginal, bajo su Umbrella ya nos ha dejado claro que cuando nos pidió por favor que Don’t stop the music sólo estaba asomando su pezuñita. Pero ya le hemos visto la pata entera. Y todo lo demás.

Medio mundo se ha hecho eco de unas fotografías publicadas –y en las que Rihanna es consciente de que hay cámara fotográfica- en las que aparece la cantante con un body blanco y plateado, bailando por las calles de su tierra natal como si fuese su última noche sobre la Tierra y estuviese intentando batir un récord de movimientos sexuales y surrealistas. Sólo le faltó escupir, a lo Justin Bieber.

Rihanna no dejó de beber y de fumar marihuana en toda la noche. Ni tampoco al llegar el día. Lo dio todo junto a sus amigas y se dejó llevar por los ritmos de Barbados, haciendo movimientos exóticos, caribeños, salseros y… El resto no sabría calificarlos, pero van más con el Kamasutra.

Era la celebración de la noche que marca el fin de la cosecha de la caña de azúcar aunque, al juzgar por las imágenes, la cantante se había fumado las reservas industriales para cuatro años. La verdad es que da un poco de lástima encontrarla así, teniendo en cuenta que hace no mucho nos dejó el actor protagonista de Glee por una mala mezcla de drogas y alcohol y aún recordamos a Amy Winehouse, que terminó su vida de la misma manera.

Si hay algo que Odio son estos malos hábitos, estas fiestas desfasadas en las que nadie se preocupa de su futuro, ni siquiera del más próximo. Luego sus fans la llorarán. Luego ella se sentirá sola. O peor. Qué Disturbia es todo.

¡FELIZ DÍA DEL ODIO A TODOS!

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