Siempre me ha hecho gracia que
muchos actores de porno gay rechacen
de su condición de homosexual cuando cogen algo de fama y de dinero. Algunos
dicen que se vieron forzados. Otros, que nunca sintieron placer, que sólo era
trabajo. Lo mismo ocurre con ciertos
cantantes –sobre todo, los españoles-
que aseguran que su último disco es “el más suyo, con el que más se sienten
identificados” y rechazan apodos como “la de Popstars” o “el triunfito”.
Los actores tampoco se quedan
atrás, y suelen arrepentirse de alguna película en la que hacían un papel muy
tonto o en la que jamás consiguieron rentabilizar su papel ni ser nominados al
Oscar. Algo así le ha ocurrido al actor estadounidense de 42 años, Mark
Wahlberg, que ha concedido una interesante entrevista en exclusiva para el
diario británico Daily Mail en la que ha contado todo tipo de
curiosidades sobre su infancia y su carrera, algunas de ellas de lo más extrañas.
Y otras, muy reveladoras. ¿Con quién pasaría una noche el protagonista de The
Fighter, The Italian Job y la reciente Ted? ¿Cuál es el
momento de su trayectoria profesional con el que ha pasado más vergüenza…?
El también modelo y rapero, y
nominado a los Oscar en 2007,
ha confesado que es fan del cricket inglés y que le
encanta jugar al golf. ¿Su primer recuerdo? Lo tiene clarísimo: una imagen de
verano, junto a su padre, cuando Wahlberg tendría unos seis años, en el patio
de su casa, donde compartían grandes momentos. Preciosa estampa para un hombre
que asegura que pasó una infancia feliz “hasta que mis padres se
divorciaron”, lamenta, “eso cambió mi percepción de la vida”.
Para Wahlberg, su mayor logro ha
sido reubicar su vida, encontrar su sitio y continuar “en la dirección
correcta”, retos que ha logrado gracias a “la ayuda de un sacerdote”. Su
mayor decepción, en cambio, se debe a su carrera profesional, a las
películas “que no funcionaron, como El Planeta de los Simios de
Tim Burton.
El estadounidense reconoce que
desprecia a “cualquiera que haga algo a las mujeres o a los niños” y que sobre
todo, admira “a los padres, a cualquiera de ellos, hombres que trabajan
y luego dedican tiempo a sus niños y sus familias”. El actor, de hecho, es
padre de cuatro niños.
Asegura que le gustaría ser
recordado como “un buen chico, trabajador, que se ganó el respeto”, aunque confiesa
que el momento más embarazoso de su trayectoria ha sido cuando trabajó de
modelo para Calvin Klein junto a la archiconocida Kate Moss “me da
vergüenza recordar aquello, cómo me convertí en el foco de atención de muchas
mujeres”. “Entre esas fotos y mi carrera como rapero, va a ser horrible
contarle a mis hijos a qué me he dedicado de joven”.
Claro que, más embarazoso habrá
sido para él responder cuál es su mayor temor: “el volver a la cárcel”, ha
comentado al diario. “Ya estuve en prisión a los 16 años por asalto. Ese
recuerdo es algo que se cierne sobre mí”, asegura el actor americano quien,
para sorpresa de muchos, ha elegido a Jesucristo para pasar “una cena de
ensueño” frente a tantas mujeres que ha conocido y con las que ha compartido
momentos. “Espero que llegue el día en que partamos juntos el pan muchas
veces”, asegura Mark Wahlberg. Yo, personalmente, espero que para eso aún le
quede tiempo. Mucho tiempo.
¡FELIZ DÍA DEL ODIO!
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