Las audiciones a ciegas de La Voz
continúan subiendo de audiencia una semana más, como si también estuviese el
programa ganando adeptos para su equipo futuro. ¿Os imagináis que nos hacen
luego una batalla entre nosotros? Desde luego, yo iría a provocar guerra y no me dejaría vencer fácilmente. Por
eso me asombran algunos de los castings
que están haciendo los concursantes este año, con canciones muy mediocres que
no les hacen lucir nada ni diferenciarse en absoluto.
Anoche, de nuevo, tuvimos
ya a 5 descartados. Y, la verdad, yo tampoco me hubiese girado por ninguno
de ellos. Álvaro Hernández se
atrevió con un temazo de Rafael. Bueno, aunque fuese una de sus peores
canciones, versionarle a él es casi un sacrilegio. Naturalmente, no estuvo a la
altura. Como tampoco lo estuvo Mercedes
Morales, que quedó pobre, comedida y sosa. Igual de escaso, pero más
desafinado, estuvo Roger Ballesté,
que no logró que ningún coach se
diese la vuelta. Freya, la rusa que
parecía una mezcla entre Raffaella Carrá y Christina Aguilera, según uno de mis
seguidores en Twitter, intentó lucir vozarrón y torrente, pero terminó
descontrolada y saliéndose de todas las notas. Creo que hasta se despidió
desafinada. No estuvo mucho más acertada Verónica
Cantos, una diva orquestera con estilismo, maquillaje, peluquería y voz
bastante mejorables. De todo corazón les deseo mucho más juicio para su próxima
audición. Hay que saber darlo todo, hay que saber romper. Y hay que arriesgar.
O uno termina quedándose en el camino, solo y olvidado…
Del que ayer parecía no acordarse nadie fue de David Bisbal. Y no es que el de Almería
no se girase, pero no lograba convencer a ningún concursante… Sólo logró sumar
dos más a su equipo, por lo que ya tiene 9 (uno más de la mitad) y sigue
encabezando el ranking. Una de estas voces conseguidas es la de Jordi Galán, un casi tenor que pudo
haber cantado con más gracia, con más arte y con más acierto. Pero no. Aún así,
logró que se girasen 3 de los coaches.
Nos hacemos una idea de cómo está el nivel… La otra concursante fue Susana Sheiman, una diva
profesionalísima que parece negra pero no lo es. Peca de mayor, aunque su
máxima aliada es sí misma. Anoche fue de lo mejorcito.
El otro coach
masculino, Antonio Orozco, continúa
quedándose voces gracias a su labia particular, que a mí personalmente me
satura hasta llegar al borde del suicidio, y a que hay veces que sólo se gira
él, en lo que popularmente se conoce como “hacer un Melendi” que es girarse a
los 3 segundos de oír cantar a alguien por algún extraño tic que ni Iker
Jiménez sabe resolver. Anoche Orozco se llevó 3 voces más. Por un lado ha
ganado a Andrea Beltrán, la dueña de
la frase “gente que canta bien, hay mucha, yo doy algo más”. Entiendo. Intuyo
que ganará el programa de todas, todas. Seguridad no le falta… Pero sí le sobra
competencia. Ayer volvimos a oír a Cristina
Rueda, una heavy rock y ex de Operación Triunfo que viene mucho más
madura y profesional. Y menos fea y bollera, todo sea dicho. Me conquistó del
todo. Fue mi nota más alta. Ya veremos. La tercera en discordia, otra diva
vanidosa, es Bárbara Isasi, que
asegura que triunfa por su físico. Lo que mejor destaqué de él fue su inmensa
boca. No quiero pensar más.
La que sí parece estar pensándose su equipo es Malú, que ayer le dijo a uno de los
concursantes a los que se había girado que mejor se fuese con Rosario. Y dicho
y hecho. O descubrió al girarse que no le gustaba tanto, o sin duda esta chica
es rara de narices. Ayer se llevó otras 3 voces. La primera fue la de Amynata, una mulata con acento andaluz
que tiene muchísimo rollo y una voz muy personal. A mí me encantó. Tampoco
estuvo mal Cassandra de Rosa, la
italiana que acudió sola y que más tarde hemos sabido que es la ex de
Alessandro, uno de los concursantes más perfectos que ha pasado por Gran Hermano España. Cassandra no
tendrá, quizá, fans suficientes para ganar, pero derrochó fuerza y ganas de
seguir ahí. Valiente y acertada. La tercera voz de Malú es la de Luciano Méndez, un brasileño que pecó
de excesivamente correcto. Yo no le habría dado la oportunidad, pero veremos si
sabe defenderse un poco más y mejor.
Y me dejo para el final a Rosario Flores, que sigue siendo la que menos concursantes tiene en
su equipo (es la única que aún no ha llegado a la mitad, aunque sólo le falte
uno). Ayer se ganó a Trinidad Amador,
especialmente después de que Malú dijese que ya no la quería –no lo dijo así,
pero me gusta reinterpretar la situación-. La flamenca me pareció cautivadora a
más no poder. Y tiene mucha personalidad. Xino
Gómez también se cree que la tiene, aunque me pareció muy “fu…”. Sin pena
ni gloria, el chico. Tampoco sé si me convence mucho más María Amolategi. Su actuación fue curiosa, aunque ella es muy
mejorable, partiendo de su estilismo. No le veo yo mucho futuro…
A los que aún les quedan mucho por delante son el resto de
voces que tienen que aparecer aún. El
lunes que viene volveré en directo vía Twitter, comentando todas y cada una
de las actuaciones, y algún detallito más. El martes, como siempre, volveré con
la crónica de lo sucedido en la Gala. Hasta
entonces…
¡FELIZ DÍA VOCAL A TODOS!
La que sí parece estar pensándose su equipo es Malú, que ayer le dijo a uno de los concursantes a los que se había girado que mejor se fuese con Rosario.
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