Los equipos de La Voz cierran sus filas y ya se han completado del todo. Anoche vivimos las 10 últimas incorporaciones a los equipos de Antonio Orozco, Rosario Flores, David Bisbal y Malú en una reñidísima noche de audiciones a ciegas que dejó un gran sabor de boca a todos los espectadores, con un nivel bastante más alto del habitual y algunas sorpresas encantadoras de última hora. También vivimos un par de momentos muy vergonzantes, como ya comentaré a continuación. Esta última gala de audiciones dio para mucho...
Nada menos que 5 voces se quedaron fuera del concurso, más
todas las que aspirarían a entrar y les dijeron: "Lo sentimos, pero Bisbal
ya se ha girado del todo, no hay hueco para nadie más", que debe ser
bastante terrible, digo yo. No quiero ni imaginarme cómo debió sentirse la
siguiente persona que estaba lista para actuar. El que sí estaba preparado fue Fabio Canu, un cantante italiano de
country que se desenvolvió muy bien en el escenario, pero que no consiguió
encandilar a ningún coach. Idéntica
situación vivió Alonso González,
sólo que este no se merecía que nadie se moviese de su sillón por él. Estuvo
escaso y falto de todo. Horror. Beatriz
Lindo no fue mucho mejor. La vi atropellada, apagada y excesivamente grave.
No entendí qué hacía ahí. Tampoco me gustó Rosa
de Lima, tan chillona y desfasada como ordinaria. Le faltó saber ubicarse y
le sobró todo lo demás. Qué fatalidad. Aunque, para humillación, la de Sandra Calderón, que se quedó en
blanco, decidió cantar el estribillo durante una estrofa y, al final, terminó
haciendo el mayor de los ridículos jamás visto en un programa musical. De pena.
La verdad es que me supo mal por ella, lo tuvo que pasar terriblemente mal.
El que se lo ha pasado bomba, al menos de momento, es Antonio Orozco, que ayer fue el primero
en completar su equipo de voces. Rangel
me encantó. Es mono, me gustó su voz y, además, estoy convencido de que lo
conozco de algo. Tiene potencial para ser muy joven. Ahora sólo falta que lo
sepan explotar. Lo mismo me ocurrió con Alejandro
Udó, una voz tremenda y con un estilazo genial, aunque al verlo en escena
deseo salir corriendo. Es un tanto raro, pero supo conquistarnos a todos. De
momento, se ha convertido en uno de mis favoritos. Les deseo toda la suerte del
mundo, el equipo de Orozco tiene muy mediocres y muy brillantes. Veremos cómo
se las apaña.
Malú fue la
segunda en decir: "Se acabó". Ayer sumó un poco de todo, como ya nos
tiene acostumbrados. Marta Pons
cantó en el Madrid Arena o algo así. La verdad es que tanto dramatismo y tanto
vendernos un acontecimiento que debió quedar como anecdótico en su paso por el
concurso me pareció fatal. La chica tiene un registro grave muy desafinado,
pero parece que convenció bastante. Mucho más me gustó Nora Jiménez, aunque ella quiere que la llamemos Norykko. Esta chica ya está
experimentada y ha sido corista de grandes del panorama musical nacional. Me
consta que tiene vídeos en YouTube con más de medio millón de visitas. Poco más
que añadir. Estuvo genial. Lucirá mucho en este equipo, porque este año el de
Malú me ha dejado mucho que desear. Está lleno de ceros y muy deficientes.
Rosario Flores ha
sabido dar un giro a su proceso de elección, y ya hemos visto como este año se
decanta por algo más que por Jorge González el extriunfito, ex de la Campos y
exheterosexual. Anoche se quedó con Ivet
Vidal, que no tiene mala pinta, pero su voz es demasiado desagradable para
que quiera oírla dos veces seguidas. También cogió a Odette Suárez para su equipo, una diva con mucha personalidad pero
que termina algunos versos como Shakira, y eso me da bastante miedo. Por
último, la Flores consiguió que se fuese con ella Brigitte Emaga, con muy buena voz, actitud y rollito. Me transmitió
mucha energía, muy positiva e interesante. Creo que puede dar mucho juego.
El que no sé muy bien a qué juega es David Bisbal, que anoche siguió dejándome claro por qué me cae tan
sumamente mal. Odio que finja que va a darle al botón y que luego sonría. Puede
que divierta a los espectadores, pero se lo hace pasar fatal a los familiares.
Además, el hecho de que se pase media actuación bailando y levantando brazos
puede provocar nervios en el aspirante, que cree en vano que va a girarse para
"capturarlo". Y, naturalmente, que esté cantando por encima del
concursante o que se ría cuando se equivoca me parece de una falta de educación
tremenda. A pesar de todo esto, ayer consiguió blindar a su equipo, pero lo
hizo en último lugar. A él se han sumado Paula
Espinosa, una valenciana muy guapa, muy apta, muy correcta y muy todo.
Podría dar la sorpresa. El que sin duda la dio fue Robert Matchez, un showman
que no sé si imitaba a Ángel Garó, a Lina Morgan o a Norma Duval, pero lo suyo no
es la música. Me pareció cargante y demodé, pero ahí está. Veremos lo que dura.
Bastante más me gustó la extriunfita y todavía Happy Hippo Alba Lucía, que ha crecido bastante y madurado muchísimo como
artista. Interpretó con bastante maestría. Veremos si sabe aprovechar esta
segunda oportunidad.
Y hablando de segundas, ahora llega la segunda fase. Las
batallas. Cada coach tendrá que quedarse con sólo 8 voces. Justo la mitad. Así
que vamos a ver enfrentamientos apoteósicos entre concursantes que, además,
podrán moverse de un equipo a otro si su cantante lo descarta pero otro quiere
que se quede con él. Se avecina tensión, diversión y llanto. Y música, mucha
música. Hasta entonces...
¡FELIZ DÍA VOCAL A TODOS!
El que no sé muy bien a qué juega es David Bisbal, que anoche siguió dejándome claro por qué me cae tan sumamente mal. Odio que finja que va a darle al botón y que luego sonría. Puede que divierta a los espectadores, pero se lo hace pasar fatal a los familiares.
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