La quinta gala de La Voz vuelve a proclamarse como lo más visto del día, con una audiencia que arrasa a toda la competencia y unas cifras bastante superiores a las que Telecinco logra hacer de media cada día. Sin embargo, el nivel de los concursantes que vimos de ayer fue algo más bajo que el que nos habían ofrecido hasta ahora, y salvo un par de concursantes, el resto ya están más que olvidados para toda España. Esperemos que la próxima gala, última de las audiciones a ciegas, nos reserve alguna sorpresa.
Los que no sorprendieron fueron los concursantes eliminados. Seis aspirantes a Voz se quedaron en
el camino, y sólo uno tenía algunas papeletas de poder hacer algo en el futuro.
Raúl Pulido apareció en primer
lugar. Un amigo de Antonio Orozco, que no logró que el coach reconociese su estilo. Aún recuerdo cuando Rosario Flores se
giró corriendo para conseguir la voz de Emmanuel. En fin. Siempre ha habido
clases. Raúl Pulido fue tan tibio que no logró encandilar a nadie, lo mismo que
Reme Baldoví, que cantó completamente
descontrolada y fuera del tema. Peor aún lo hizo Alexandra Ventura, una jovencísima intérprete que destrozó un tema
de Malú, osada ella. ¿A quién se le ocurre cantar el tema de uno de los coaches? Si es que es sufrir a lo
tonto...
Tampoco me gustó nada Diogo
Augusto, que cogió un berrinche importante al verse perdedor. Estuvo
escaso, y la música se lo tragó por completo. Lo mismo le ocurrió a Carla Royo, con una voz demasiado fina
para el tema, y que los nervios terminaron por conseguir que se atropellase
durante toda la canción. El que estuvo más acertado, pero sin lograr romper y
brillar, fue Iago Pico. Una voz
bonita, una cara bonita, y una canción bonita. Pero todo fue tan correcto que
no traspasó lo que debía. Una auténtica lástima.
La lástima es que los equipos estén ya tan completos, porque
soy muy fan de las audiciones a ciegas. La que parece haberse lanzado a
capturar a concursantes, como si de Pokémon se tratase, es Malú. Ayer se fueron con ella 3 voces más, por lo que ya suma 14,
de 16 que necesita. La primera adquisición fue la de Inma Herrera. Soy muy fan de su voz, aflamencada, rota y muy
bonita. Me pareció de lo mejorcito de la noche. No fue el caso de de Martín Bueno, tan karaokero como
desfasado. No entendí muy bien qué pretende hacer con este hombre, veremos
cuánto le dura. La que sí me gustó mucho fue Lydia Lauren, con una interpretación magistral, digna de una diva
de los musicales, que arrasó por todos lados. Ya me he declarado fan total.
Antonio Orozco
también tiene a 14 voces en su equipo, que ayer sumó otras 3. Una de ellas es
la de Agustín Tirado, con un estilo
muy comercial, pero muy dulce y con una voz muy fina. Me gustó bastante. Ahora
habrá que ver su evolución, porque tampoco llegó a enamorarme. Bastante más me gustó
Noelia Nowi, que fue creciéndose
durante toda la canción hasta lucirse por completo. Estas cosas se agradecen,
porque, como digo, una sorpresa siempre incita a girarse, aunque sea a última
hora. Le puse una de las mejores notas de la noche, y eso que entró al tema
fatal. La otra voz de Orozco escogida anoche fue la de Sandra Morales, que cantó El
hombre del piano con total maestría, aunque a veces se le escapó. Me
gustaron mucho sus matices, su voz rasgada y su poderoso torrente. Una diva
total. Espero que siga haciéndolo tan bien.
Rosario Flores
suma 13 voces en total, aunque anoche se lanzó a la piscina en varias ocasiones
y llegó a lograr que tres concursantes se fuesen con ella. La primera de sus
nuevas adquisiciones fue Ana Ortega.
Le faltó mucho sentimiento en el escenario, especialmente porque cantaba un
baladón como es Can't take my eyes off you
y que, además, es una de mis canciones preferidas. La vi sin pena ni gloria,
pero pasó. También pasó, esta merecidísima, Cissy Miranda, una diva total que apareció en La Voz como si se fuese a misa, con un vestido rojo de fiesta
total. Me resultó profesional, sobria, elegante y muy diva. Consiguió mi nota
más alta de la noche. Espero que no defraude en el resto de programa. Y que
tampoco lo haga Rosario Flores, claro. El tercero en discordia fue Gonzalo Alcaín, un chico guapo, con una
voz muy dandy y con un gran potencial, aunque una pésima elección de la
canción. Veremos si sigue en línea ascendente o si se cae en picado en Las
Batallas.
El que parece caerse en picado es David Bisbal, que ha pasado de ser el coach adelantado a ser el que menos concursantes tiene en su
equipo. Aún así, logra ya 13 voces y en la última gala tendrá que hacerse con
otras 3. Este lunes se fue con dos cantantes más. Una de ellas fue Susana Ruiz. No entenderé jamás por qué
se giró para verla. Quizá era por si llegaba a escupirle en la distancia. O
para hacerle un corte de mangas. Pero el caso es que esta señorita,
encantadísima de haberse conocido, destrozó el Halo de Beyonce como quiso. Y yo sólo quise morirme. Bastante más
me gustó Alex Escribano, un chico
"con voz de chica" que llegó, vio y venció. Fue muy arrollador, pese
a que el Maniac se le quedó algo
grande. De lo más interesante de la noche. Esperemos más resultados.
Y más resultados aún tendréis el próximo martes, con las
últimas Audiciones a Ciegas. Esperemos que nos dejen un buen sabor de boca y
que los equipos se completen
perfectamente. Yo ya tengo mis teorías para las Batallas y, naturalmente,
mis elegidos. Hasta entonces...
¡FELIZ DÍA VOCAL A TODOS!
La que parece haberse lanzado a capturar a concursantes, como si de Pokémon se tratase, es Malú. Ayer se fueron con ella 3 voces más, por lo que ya suma 14, de 16 que necesita.
ResponderEliminarLo siento pero no recuerdo haber cogido ningun berrinche, es un momento dificil despues de meses con el proyecto hacerlo bastante mal y echarse a bajo, pero he visto el video una y otra vez y no recuerdo nada de un berrinche
ResponderEliminarllorar no es berrinche
ResponderEliminarberrinche????? llorar estando triste no es coger berrinche , como un niño mimado q no hace caso a sus papas hemmm, si soy su madre
ResponderEliminarllorar no es berrinche
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