La segunda ronda de Batallas de La Voz cobró más intensidad aún que la primera. Otras 11 parejas compitieron por conseguir su hueco en el programa y poder seguir así dándose a conocer ante la inmensa audiencia española que sigue el concurso e intentar avanzar en esta auténtica guerra de cantantes en la que, de más de 64, sólo podrá quedar uno. Anoche vivimos algunas sorpresas, como grandes favoritos que cayeron frente a sus competidores, y también unos coaches que robaron a grandes voces y a otras que no lo son tanto. El caso es que ya ninguno de ellos podrá recuperar a ningún expulsado, porque los cuatro han terminado ya su cupo de dos comodines. Miedo me da.
Malú vivió tres
enfrentamientos, de los cuales sólo acerté uno, para mi total desgracia. El
primero fue el de Martín Bueno con Érika
Gómez. Ambos me parecieron demasiado acelerados, con escaso futuro en el
panorama musical. Ninguno me convenció lo suficiente, pero al final ganó él.
Pues bueno. La segunda batalla, más desigual, enfrentó a Amynata Sow con Gabriele Serrini. La pasión y el desenfreno de
ella, algo chirriante, contra la perfección, dulzura y sencillez de él, todo
elegancia y belleza. Malú se deshizo del "deseado", para tristeza de
Jesús Vázquez y mía. Aunque Rosario lo robó y se lo quedó para ella. Antonio
Orozco también pujó por él, pero no fue suficiente. Si es que anoche mojamos
braguitas todos... La tercera batalla
fue la de Janyssha Lyon contra Lydia
Lauren. Dos auténticas negras de corazón (y una de apariencia) que
derrocharon soul, energía y
brutalidad con una interpretación genial de No
more tears. Malú acertó quedándose con la negra sabrosona y Bisbal y Orozco
pelearon para recuperar a Lydia (antes incluso de que fuese repescada), que
decidió irse con el de rizos. Menudo espectáculo.
Antonio Orozco
también tuvo tres batallas y, nuevamente, sólo acerté una. Esto es una tragedia
griega. Edu Ruiz y Alejandro Udó
actuaron primero. Edu Ruiz quedó descafeinado, con una voz tan chillona como
desagradable y tan corriente como fácil de olvidar. El segundo derrochó personalidad, como ya sabemos, pero se olvidó
completamente de su primera estrofa. Y lo pagó caro. Menos mal que Bisbal lo
repescó. Yo me quería morir. La segunda batalla fue entre Cristina Rueda y Haley Haitz, la choni de barrio contra la pija de
chalé. Ganó la primera, sobrada en fuerza, en potencia y en afinación. La rubia
quedó tan pésima que sólo logró que Cristina se luciese más. Orozco hizo bien y
se quedó a la extriunfita. Grande. Menos grande fue la batalla entre Ainhoa Aguilar y Rocío Rivas. Aquí
volvimos a ver la lucha entre el esfuerzo y la mediocridad de la canaria, que
lo dio todo pero no fue suficiente contra el talento innato y el torrente de
Rocío, que aunque fue superior, no logró transmitir lo que debiese, y quedó
fuera.
David Bisbal, por
su parte, tuvo una noche tremenda, con tres enfrentamientos y dos repescas. Un
poco más y el de Almería elige ahí mismo a su ganador. Una locura. De las tres,
y como no podía ser de otra manera, sólo acerté una también. Mi gusto contrasta
del todo con el de los coaches, no me
cabe duda. Me lo van a poner muy fácil si sólo salvan a dos de mis favoritos al
final... La primera batalla enfrentó a Virginia
Moss con Susana Ruiz. Dulzura contra torrente. Elegancia contra
personalidad. Ganó Susana. Ambas estuvieron geniales, bravo por las dos. Su
segunda pelea fue titánica, entre Darío
Benítez y Alba Lucía. El argentino lo dio todo, tan profesional y artista
que se comió el escenario entero. La extriunfita no se lo puso fácil, y no por
la capacidad de su mandíbula, sino porque también tiene voz para parar un tren.
Al final ganaron ambos, porque Bisbal se lo quedó a él y Malú la robó a ella.
Grande. El último dúo del andaluz fue entre Dina Arriaza y Leyna Sadki. De verdad que no sé qué le veis a la
señorita Dina, pero a mí me disgusta profundamente. Anoche no fue ni un notable
bajo. La árabe, en cambio, fue diva, diva total. Hasta para agradecer al
público, pasando olímpicamente de Jesús Vázquez. Iba vestida cual concursante
de Armenia en Eurovisión y se creyó su papel. A mí me encanta. Me alegré de que
la robase Antonio Orozco, porque Bisbal se deshizo de ella a traición. Mal.
Rosario Flores
sólo tuvo dos batallas, y aquí también acerté una, aumentando un poco mi
estadística personal. La cantante tiene claro que se quiere quedar a voces con
personalidad, independientemente de su técnica, profesionalidad o apariencia.
Sin embargo, en su primera batalla, que enfrentaba a Jorge Moreno contra Xino Gómez, se quedó con el segundo. Ambos
fueron muy muy grandes, lo reconozco. Estuvieron sentidos y emotivos, aunque
les faltó romper, les faltó implicarse más con la canción, no estar tan
comedidos. No lograron hacer llorar a Rosario pese a que la canción era de su
hermano. Pero bueno. Nadie repescó a Jorge Moreno y yo me morí de pena. Ese
chico es casi perfecto en todo. Lo quiero para mí. Pulsé desde casa hasta que
me salieron callos, pero no logré hacer nada. Fatal. La segunda batalla fue
entre Gonzalo Alcaín y Cissy Miranda.
Sobrios, dulces, preciosos, elegantes... Los dos estuvieron estupendos. Pusieron
el nivel muy igualado, y ya todo dependía del gusto personal. Rosario se quedó
con él, para mi total alegría, ya que hasta el propio Gonzalo me agradeció mi
tuit comentando su actuación.
Y no ha sido el único. Últimamente recibo menciones e
interacciones de muchos concursantes de La
Voz. A todos les doy las gracias.
También a vosotros, por aguantarme todas las noches con tantos tuits comentando
el programa y por leerme aquí cada martes. A todos, de verdad, muchas gracias.
¡FELIZ DÍA VOCAL A TODOS!
La segunda batalla, más desigual, enfrentó a Amynata Sow con Gabriele Serrini. La pasión y el desenfreno de ella, algo chirriante, contra la perfección, dulzura y sencillez de él, todo elegancia y belleza. Malú se deshizo del "deseado", para tristeza de Jesús Vázquez y mía. Aunque Rosario lo robó y se lo quedó para ella. Antonio Orozco también pujó por él, pero no fue suficiente. Si es que anoche mojamos braguitas todos...
ResponderEliminaren fin, hay un dicho que dicen tiran mas dos tetas que dos carretas, pero ya veo...Amynata fue una maravilla, y el otro será todo lo que tu quieras más un creído, le tuvo que sentar como un canto en los dientes que ganara ella despues de decir en un video paar la web"voy a ganar yo, ella esta muy rallada"...TOMA¡¡¡¡ Y por desgracia, tmb debo decir que me encantaba Leyna pero ayer chilló como como nunca fui capaz de imaginarme y Dina lo hizo mil veces mejor y atendió a las correciones del couch, pero en fin....
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