Seguimos completando el cupo de semifinalistas de La Voz y ya tenemos a 8 concursantes
más, después de la criba total que hubo anoche en la primera gala de El Asalto Final, un invento un tanto
absurdo para deshacerse de más concursantes por coach sin que el público pueda decidir nada. Al final, y como dije,
tiene su encanto, porque sólo nos acabará quedando un par de buenas voces donde
elegir, y nos será sencillo decantarnos por unos u otros. De momento,
analicemos la noche de ayer, bastante acertada a grandes rasgos.
Antonio Orozco
tuvo muy fácil sus dos elecciones, porque sus concursantes se lo pusieron muy
fácil. El primer dúo fue entre Ainhoa
Aguilar y Leyna Sadki. La verdad es que la canaria se creció muchísimo.
Estuvo soberbia en su interpretación de Lady Gaga, convirtiendo en baladón un
auténtico temazo de la diva más extravagante. Se lució absolutamente, y para mí
fue, de hecho, la mejor de la noche. Leyna, en cambio, se vino abajo, con una
interpretación lineal, terminando igual todos sus versos y cometiendo el
gravísimo error de desafinar al cambiar del agudo al grave al final de la
canción. Se expulsó sola, francamente. Y eso que era de mis favoritas. Por otro
lado, Damon Robinson superó a Noelia
Nowi con diferencia, mucha diferencia. El americano quedó bastante
profesional, con unos agudos que ya quisieran muchos para sí. Sin embargo, ella
estuvo desubicada, rara, como enfadada. No pudo cantar peor ni interpretar con
menos gracia. Después de lo de anoche, no sé cómo ha llegado hasta aquí.
David Bisbal
también me ganó con sus dos decisiones, y eso que las tuvo más bien
empataditas. Por un lado se enfrentaron Darío
Benítez y Susana Ruiz. Ella era genial, con un estilazo máximo, pero ha
dejado de sorprender. Sabes qué va a cantar y cómo. Demasiada perfección
termina aburriendo en este tipo de concursos. Él, en cambio, se vino arriba con
sus falsetes, logrando superarse en cada estrofa. Es cierto que en los graves
falló, pero yo creo que Bisbal siente un cariño especial por él, se ve
reflejado en el argentino, creo. El segundo asalto fue entre Jordi Galán y Alejandro Udó, que son
como la noche y el día. Jordi se salió por todos lados, y eso que no me gusta
especialmente. Fue soberbio y elegante. Y ensombreció cualquier otra actuación
en minutos. Alejandro sigue con esa voz tan personal, pero lo encontré
pesimista, ya derrotado, algo fuera de lugar. Me esperaba más de él, mucha más
garra. Una lástima.
Acerté sólo uno de los dos enfrentamientos de Rosario Flores. El que realmente me
importaba, aunque ayer desfilaron grandes voces por su escenario. Se quedó Gabriele Serrini antes que Marcos Galindo para mi total alegría.
Marcos desafina, es demasiado gritón y vanidoso, y me cae rematadamente mal.
Fue al único chico que suspendí (de chicas sólo falló Nowi). Gabriele, en
cambio, tiene esa voz tan mágica y esos falsetes que enamoran, por si no fuera
suficiente con el resto de su carita y cuerpo. Le puse la segunda nota más alta
de la noche. Brigitte Emaga también ganó
a María Amolategui, en un asalto que yo encontré justo al contrario. La
negra perdió la esencia de su Diamonds,
me resultó demasiado alta, chillona. Sólo me gustaron sus pantalones. María, en
cambio, es absoluta admiración. Le faltó romper más, porque estuvo comedida,
pero fue gigante. Y esa voz que tiene es fácilmente reconocible, que es lo que,
en el fondo, identifica a los artistas y los hace auténticos. Una lástima, la
adoraba.
Malú también me
hizo fallar uno de sus asaltos, pero me dio más igual. El primero enfrentó a Trini Amador contra Janyssha Lyon. La
flamenca fue flamenca del todo. Estaba nerviosa, aunque todos dijeran que no, y
se notó. Estuvo floja y algo descontrolada. Me esperaba más de ella, porque
además cantó un temazo que me enamora. Aún así, yo me hubiera quedado con ella.
Janyssha Lyon es una mujer brava como pocas, pero anoche podría haber dado
muchísimo más. Por otro lado estuvieron Mandy Santos y Martín Bueno. Ella me
sorprendió gratamente, y creo que poco a poco está rompiendo y quedándose con
todos nosotros. No es que me fascine, pero la veo gran favorita. Le pido que
cambie de estilismo, eso sí. Y que deje de fingir que llora cuando canta.
Gracias. Martín me pareció muy bueno anoche, un gran profesional, aunque no me
convence su estilo, no me gusta su voz y no me termina su presencia en el
escenario. No sentí nada de pena cuando lo expulsaron. Eso sí, se fue por la
puerta grande.
Y, como siempre, la puerta bien abierta tenéis vosotros. Os
adoro a todos. Gracias por seguirme
por Twitter en directo o por aquí cada martes. Nos vemos la semana que viene.
¡FELIZ DÍA VOCAL A TODOS!
"Seguimos completando el cupo de semifinalistas de La Voz y ya tenemos a 8 concursantes más, después de la criba total que hubo anoche en la primera gala de El Asalto Final, un invento un tanto absurdo para deshacerse de más concursantes por coach sin que el público pueda decidir nada".
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