La imagen de cabecera de este artículo es el doodle con el que Google celebra hoy San Valentín en algunos países del mundo. Porque para España –y otros tantos- hoy es el día en que se celebra el amor. Pero no todo el mundo puede celebrar su amor con igualdad, y Google no es tonto. En esta cabecera se ha incluido, estratégicamente, una pareja de recién casados. De esos que a mí me gustan, con sus dos esmóquines negros. Vamos, dos maromos gays. Una sutil reivindicación que no ha pasado por alto en las redes sociales, donde hoy se pretende que #matrimonioigualitario sea TT en España durante todo el día.
Ahora bien, es importante señalar que el matrimonio igualitario no sólo se corresponde con un matrimonio homosexual. El que lo crea o lo reivindique es que es completamente inconsciente de la realidad en la que vive. En España la práctica ya está menos extendida, pero sigue aumentando por culpa de algunas inmigraciones. Estoy hablando de los matrimonios concertados, generalmente entre chicas jóvenes y señores maduros. Porque aunque queramos mirar hacia otro lado, la dote sigue existiendo en muchas culturas, y nos la meten (perdón) de manera discreta en nuestro país de derechos y libertades.
Hoy, yo no celebro el Día de San Valentín como el día en que quiero más a mi novio. Ni mucho menos. Si hoy soy feliz es porque mi familia me quiere y apoya en mis relaciones. Y porque, afortunadamente, todavía vivo en un país en que puedo elegir, libremente, a quién quiero amar. Y puedo formalizar ese amor con un matrimonio. Reivindicad lo vuestro. Y reivindicad vuestro amor. Que ya vendrán otros, en otros momentos, para intentar amargároslo. Que el Odio, hasta en San Valentín, siempre es Odio.
¡FELIZ DÍA DEL ODIO A TODOS!
Roberto S. Caudet
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