Austria da un paso adelante en la igualdad y los derechos
universales, y lo ha hecho aprobando la adopción de niños por parte de parejas
homosexuales, después de que su Constitucional rechazase como argumentos para
prohibirlo la “protección del matrimonio tradicional, de familia o el bienestar
del niño”. Eso sí, Austria limita estas adopciones a las parejas del mismo sexo
que “estén oficialmente registradas como parejas de hecho”, ya que el alto
tribunal austríaco no permite todavía el matrimonio civil, aunque las parejas
de hecho tienen todos los mismos derechos de
facto que estas uniones. Se espera que las parejas homosexuales puedan
adoptar, como muy tarde, a principios de 2016.
De esta manera, la república alpina se convierte en el país
número 11 que permite las adopciones de niños y niñas por parte de parejas
homosexuales, asegurando que no hay ninguna “justificación objetiva” para
excluir a estas uniones de su círculo de posibilidades, ya que la orientación
sexual no puede “excluir” a ninguna persona para poder ser padre o madre. Se
trata de una sentencia ejemplar en Austria que entrará en vigor para todo el país
el 31 de diciembre de este 2015 y que, de hecho, ratifica la Convención Europea
de Derechos Humanos, que confirma que no se puede prohibir una adopción a
ninguna persona en base a su orientación sexual. En cualquier caso, en Austria
es legal adoptar a hijos biológicos de una pareja homosexual desde 2013.
Sin duda, Austria se alza de nuevo con la bandera de la
igualdad en una decisión casi pionera que ha celebrado toda la comunidad
homosexual y bisexual y que, en parte, se debe a un fenómeno musical con nombre
y apellido: Conchita Wurst. Porque la cantante nacionalizada austríaca, y
ganadora de Eurovisión 2014,
ha supuesto todo un emblema para el país por su defensa
de la igualdad, la tolerancia y los derechos básicos y fundamentales. De hecho,
tras su victoria, fue recibida por el propio primer ministro austríaco, Heinz
Fischer, quien confirmó que Conchita Wurst ha supuesto “una victoria para
Austria, para la diversidad y la tolerancia en toda Europa” y ya adelantó que
su triunfo supondría “un futuro de paz y libertad”, que ahora se ha hecho realidad. Ya se sabe que amar es constitucional… Y que el amor lo puede todo,
hasta en Austria.
@RobertoSCaudet
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