Segunda ronda de batallas de La Voz completada con éxito,
señores. Anoche, de nuevo, volvimos a escuchar a 22 voces, de las cuales 11
fueron elegidas por los cuatro coaches y otras 11 fueron descartadas para
siempre (o eso parece). No sería justo para los concursantes decir que en esta
segunda Gala de Batallas perdimos algo de calidad, pero lo cierto es que en las
once actuaciones me costó mucho menos decidirme que en las primeras. De nuevo,
mi margen de aciertos fue tan máximo que hasta yo mismo me sorprendí (9/11) y
fue, precisamente, el uno de estos errores pero aciertos el que más me molestó.
Si la semana pasada considero que Rosario hizo una injusticia expulsando a
Damaris y no a Jorge González, en esta ocasión, creo que Melendi se equivocó
absolutamente al echar a Mirela y no a Javi Mota, aunque en ambos casos todos
fuesen pesos pesados.
Rosario Flores fue la que, a priori, lo tuvo más fácil
anoche. Sólo le presentaron dos batallas, y en ambas estaba bastante claro lo
que iba a ocurrir, gustase más o menos a la audiencia. La primera de ellas
enfrentó a Emmanuel y Abraham. Aquí la lucha interna de Rosario era más fuerte
que la de David y Goliat. Tenía a uno de sus ojitos derechos (dicho así parece
que Rosario sea una mutación) frente a un amigo suyo. Emmanuel tiene un rollo
tremendo, un estilo muy particular y muy fácil de sacarle partido. Abraham, en
cambio, es una negra frustrada con vocación de Popstar. Su actitud en el
escenario fue tan sobreactuada como forzada. El dúo les quedó raro de narices
(nunca mejor dicho, teniendo a Rosario y Carmona como coaches) y al final ganó
la amistad. Se veía venir. El segundo enfrentamiento no estuvo mucho más
reñido. David Santiago frente a Juan Carlos. La dulzura frente al soul. La magia
y voz calentita frente al poderío y la manera de crecerse en el escenario. Yo
me hubiese quedado con el de los ojos azules, que me tiene enamorao’, pero
estaba claro que Juan Carlos se lo merendaba con un poquito de Cola Cao.
Tampoco me gustó cómo se compenetraron. Pero es que realmente no lo hicieron…
Juan Carlos repitió que David Santiago era un “estratega” y se creció al
ganarle. Aquello parecía un Gran Hermano, más que un concurso de talentos
musicales. Error.
David Bisbal fue el que, sorprendentemente, más me acertó
anoche. Tanto en su elección de canciones como a la hora de emparejar a las
voces y decidirse por unas u otras. Su primera actuación juntó a Eva María y a
Mara, para cantar “Last dance”, un tema que ya cantó Chenoa en Operación
Triunfo y que, además, es la segunda vez que ocurre. ¿Bisbal está enviando
directas que sólo veo yo o qué? Francamente, Mara fue infinitamente mejor que
su compañera, que aunque no hubiese cantado no habría pasado nada. Y eso que en
el casting ninguna llegó a gustarme nada. Pero Mara fue fuerza, descontrol y
pasión. Se creció muchísimo, así que me alegré cuando la cogió. Lo mismito
ocurrió en la batalla entre Rafa y David Ros. Los dos rockeros sólo comparten
el gusto musical, y si eso. David Ros es más de sala íntima, de música a medio
tiempo.. Y Rafa es brutalidad, es garra, es desenfreno… Así que el “It’s my
life” que les plantaron le vino que ni al pelo al señor Rafa para comerse con
patatas a David. Lo ninguneó, lo chafó y lo mandó fuera del rin en el segundo
verso. Bisbal lo tuvo muy muy fácil. Algo más complicado pudo ser la batalla
que enfrentaba a dos grandes voces con dos estilos casi opuestos. Yolanda y
Yanela (hasta sus nombres quedan bien juntos) interpretaron un bolero precioso,
aunque la primera era flamenca y la segunda una mezcla entre soul y jazz. Pensé
que Bisbal había patinado absolutamente, pero no. Fueron uno de los dúos de la
noche. Perfectamente compenetradas y con una armonía encantadora. Por estilo,
yo me decanté por Yanela, y Bisbal también. Así que todo rodado.
Malú también estuvo muy acertada juntando a sus voces y
quedándose con tres de ellas (a las otras tres les dijo adiós, naturalmente).
Pero escoger canciones no parece ser lo suyo. La primera de sus batallas fue
casi perfecta. Rebeca y Beatriz versionaron “I have nothing”. Un temazo
descomunal que le vino a Rebeca como anillo al dedo. Ella ya se había
presentado a las audiciones con una canción de Whitney Houston, así que fue
todo un regalo. Su garra y su potencia pudieron con una de las rivales más
fuertes que podía tener, por su estilo similar y muy apto también. Malú se
quedó con Rebeca para mi alegría y despidió a otra gran concursante. Su segundo
enfrentamiento lo proporcionaron Yolanda y María. La verdad, las dos son
grandes cantantes y demostraron muchas tablas, pero la canción no les permitió
darlo todo y a mí me resultó muy descafeinado. “Manos al aire” fue el tema
escogido. Yolanda pareció desenvolverse mejor, mientras que María, perfecta en
afinación, estuvo como fuera de sitio. Una lástima. Para mi beneplácito, Malú
se quedó con la andaluza que canta francés de oído, Yolanda para los amigos. Y
hablando de amistad, más que amigos parecieron Efrén y Eli, el último de los
dúos de Malú. Ambos interpretaron “Recuérdame” con más pena que gloria, aunque
a mis tuiteros les encantó. Efrén se vino arriba y me resultó todo un galán,
pero Eli me pareció chillona y desmedida. Había química entre ellos y Tiziano
Ferro hasta lloró. Pero a mí sólo lograron que me dolieran los oídos. El
vencedor de este dúo, claramente, fue Efrén. Malú no tuvo ninguna duda…
Me dejo a Melendi para el final, pero es que fue el que peor
lo pasó. O al menos es con el que más sufrí, porque sus seis voces de anoche
fueron tan correctas como geniales, y aunque me costó decidirme más en unos que
en otros, todos me parecieron muy muy muy válidos. Es lo malo de tener un gran
equipo, que no sabes por dónde elegir… Empezaré por el dúo formado por Neus
Ferri y Javi, que tan bien cantaron “Ironic”. Para definir esta batalla,
utilizaré “estupendo”. Porque todo me pareció estupendo. Desde la armonía que
había entre ellos hasta las estrofas de cada uno por separado. Estupendo fue el
buen rollo que transmitieron y estupendas fueron las tablas demostradas por los
dos. Decidí decantarme por Neus, que me hace sentir más que él. A Melendi le
ocurrió lo mismo, y yo me alegré absolutamente. Tampoco hubo un “pero” en la
actuación de Mercedes y Susana. La joven me demostró que es brutal y que tiene
una actitud genial en el escenario. No me esperaba tanto de ella. Pero de la
que sin duda no me esperaba ni la mitad fue de Mercedes. Logró aprenderse la
canción de Alejandro Sanz (“Y si fuera ella”) y no sólo no se equivocó sino que
tampoco falló o se perdió o chafó a su compañera. El trabajo da sus frutos y
las dos estuvieron en perfecta sincronía. Una lástima tener que perder a la
señora que es todo fiesta y simpatía, pero creo que todos vemos más a Susana
con un disco, si eso, ¿no?
El plato fuerte de la noche vino con el primero de los dúos
de Melendi. La batalla entre Javi Mota y Mirela, lo que implicaba una pelea
directa entre mi voz masculina y mi voz femenina favoritas. Cantaron
“Devuélveme la vida” y, la verdad, yo pensé que lo haría mejor él que ella.
Javi es pasión romántica, es voz calmada, es dulce aunque sexy. Mirela es más
bien apoteósica, un huracán comedido pero imparable. Y así fueron ambos en el
escenario. Ella cantaba y él se dejaba cantar. Pero es que Mirela es muy
perfecta en ejecución y eso la hacía brillar sobre cualquiera que el hubieran
puesto. A Javi lo veía como el que se sabe perdedor e intenta despedirse a lo
grande. Me decanté por ella, aunque como ya he dicho y dije, él es mi otro gran
favorito. Pero creo que ella estuvo más notable. Melendi no pareció verlo así y
se quedó con Javi Mota. No hace falta que diga cuánto me alegré, porque para mí
ambos tenían que estar dentro. Pero me supo fatal por Mirela, siempre destinada
a un papel segundón y nunca cosechando los éxitos que se merece. Desde aquí le
mando un beso aunque dudo que me lea. Y todo mi ánimo y mi apoyo. Es una gran
voz y una gran artista infravalorada y ojala, algún día, encuentre su hueco.
Me despido con ella cantando “La reina de la noche”, la
segunda clasificada para ir a Eurovisión en 2007. De nuevo, las hormonas
pudieron a la calidad. Qué diferente habría sido todo para ella de haber ganado
entonces…
¡FELIZ DÍA VOCAL A TODOS!
Melendi que asco me das, salvando a Javi Mota para luego echarle, y lo peor es que luego dices que te arrepientes, pues hijo si está Nek para ayudarte haberle echo de caso desde un principio. Ahora nos has dejado sin poder ver más a Mirela.
ResponderEliminarDAS ASCO!