jueves, 19 de diciembre de 2013

#LaVozFinal, Gala Final de La Voz


La gran final de anoche de La Voz ha generado toda la polémica del mundo, ya sea por los resultados del propio programa, por las actuaciones de concursantes y famosos que se presenciaron anoche o por la batalla campal que vivieron David Bisbal y Malú, enfrentados por una broma de mal gusto de la segunda, que en otro momento de la noche destrozó parte del decorado en un arranque de pasión gitana.

One Direction en diferido, Pablo Alborán acosado por Jesús Vázquez, Dani Martín en modo pelota, La Oreja de Van Gogh con un traje que ni Mercedes Milá en Gran Hermano, Efecto Pasillo haciendo piruetas, Luis Fonsi Nieto -según Tania Llasera- haciendo falsas promesas a los concursantes, Jarabe de Palo intentando buscar nuevas rimas para sus canciones y David DeMaría haciendo gala de su simpatía. Un plantel de artistas que parecía que estuviesen celebrando la Nochebuena en Telecinco más que viviendo una final en la que cuatro personas se juegan su futuro musical o, al menos, un primer disco publicado.

Los candidatos fueron desfilando por tandas, cantando solos, a dúo con sus coaches y también con algunos de los artistas invitados. Después de tanto momento de tensión y música de diferentes calidades, llegó la hora de la verdad. Aunque la sabíamos desde el primer momento. Porque Telecinco decidió, en lugar de ofrecernos los porcentajes (que no conocimos en ningún momento) ciegos de las votaciones, decirnos, directamente, quién iba en primer lugar, en segundo, en tercera posición y quién no había recibido ni los votos de su familia.

Fue el caso de Estela Amaya, la voz de Rosario Flores, que terminó cuarta después de un paso por el programa marcado por su llanto fácil y su quejío marcado y personal que tanto sorprendió al principio pero tan poco marcó al final. Simpática, humilde y muy auténtica, siempre ha sido un valor seguro y nos ha dado momentos de auténtica pasión. En tercer lugar quedó Jaume Mas, la voz de Antonio Orozco, el nuevo coach. De estilo muy marcado, con una voz única e inimitable y con tantas ganas de comerse el mundo como de hacernos disfrutar, Jaume fue todo un éxito desde su audición a ciegas, convirtiéndose rápidamente en lo mejor del equipo de Orozco, aunque no le fue suficiente.

El segundo puesto fue para Dina Arriaza, la concursante más bajita y gritona del equipo de David Bisbal. Se dijo de ella que era la Amy Winehouse española y parecía que tenía un futuro prometedor. Luis Fonsi aseguró anoche que si ella ganaba, le escribiría una canción y le haría parte de la producción. Y ahora que no ha ganado... ¿Qué? El propio Bisbal también hizo campaña electoral para ver si lograba un segundo triunfo, pero no fue posible. Y al final lo que consiguió fue un fracaso estrepitoso y un bochorno protagonizado junto a Malú, que minutos después del programa parecía solventado en las redes sociales.


Porque Malú aseguró que a ella "no le hacían falta los clubes de fans" para que su David Barrull ganase -y, en efecto, lo hizo-. Un comentario que, por lo que contó Malú, sentó muy mal a David Bisbal, igual que a la mayoría de los que lo cogimos como una broma muy desafortunada. Malú se disculpó pero Bisbal se sintió aún más ofendido. A la  coach la vimos algo distante y molesta el resto del programa, que terminó con el premio para su voz. Porque David Barrull ha sido todo un ejemplo de buen hacer, de saber estar y de arte innata. Arte español y de raza, además. En cada gala hemos visto su flamenco más personal, sus canciones más íntimas, su sobriedad en el escenario. El chico se lució y al final consiguió ganarlos a todos. Enhorabuena. Ahora esperemos que no tenga la maldición del ganador que sucede en España y logre seguir adelante con su carrera. Suerte. Y gracias. Gracias a todos los que me habéis aguantado por aquí, por Twitter o en mi diario. Sois los mejores, lo sabéis.

¡FELIZ DÍA VOCAL A TODOS!

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1 comentario:

  1. "David Barrull ha sido todo un ejemplo de buen hacer, de saber estar y de arte innata. Arte español y de raza, además. En cada gala hemos visto su flamenco más personal, sus canciones más íntimas, su sobriedad en el escenario".

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