Suecia vuelve a ganar Eurovisión con la que ya es su 6ª victoria en el Festival, gracias al Heroes de Mäns Zelmerlöw que, como bien pronosticaban todas las apuestas, se alzó con 365 puntos como la gran actuación de la noche. Una puesta en escena milimetrada y bien ejecutada, una canción pegadiza y muy comercial y un cantante que dio todo en la actuación, además de enamorar a la mitad del público son los ingredientes que han valido para conquistar Eurovisión 2015. El nuevo himno de Europa sonará seguro en todas las discotecas y terrazas de verano, demostrando una vez más que Suecia es Eurovisión en estado puro, un país que arriesga, innova y derrocha música, buscando cada año llevar lo mejor y más solvente.
Mäns tuvo que sufrir, y no poco, ya que su victoria, a más de 60 puntos de la segunda clasificada, no se veía muy clara, en un podio que al principio estuvo reñidísimo. Las presentadoras tuvieron que llamar al orden a los espectadores, porque por unos instantes el triunfo parecía ser para Rusia, abucheada sin cesar cuando se llevaba puntos altos. Finalmente quedó segunda, y Polina Gagarina no pudo volver a cantar su A million voices en Viena pese a haber demostrado con él profesionalidad, talento y un derroche magnífico de interpretación y de torrente de voz. Una oda al mañana, a la unión, a la esperanza y a la estabilidad, que muchos consideran que solo era un lavado de imagen del presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin.
Il Volo se quedó con 292 puntos como tercer clasificado, otorgándole un nuevo podio a Italia en la que, desde su regreso, ha sido su actuación más sobria, solemne y vibrante. El trío lírico ofreció auténtico amor, pasión y mucha voz con su Grande amore que, en perfecto italiano, lograba hacerse un hueco ante tanta canción en inglés. No pudo ser para Italia, pero este podio sabe a gloria, especialmente porque su escenografía era de las más sencillas del Festival. No necesitaban estridencias, y así lo demostraron. Los que sí necesitaban ganar eran los de Australia, pero no ha podido ser. La estrella invitada del Festival, Guy Sebastian, lo dio todo con su Tonight again, ofreciendo una canción dinámica, efectiva y muy pegadiza, cantada en directo con maestría y un timbre de voz especial. Logró ser quinto, pero muy lejos de la victoria, por lo que Australia no volverá a competir en Eurovisión aunque, bien seguro, seguirá emitiéndolo otros treinta años.
Las canciones más diferentes de Bélgica y Letonia quedaron 4ª y 6ª respectivamente, demostrando que otro estilo musical es posible en Eurovisión y que, el que arriesga y se diferencia, puede hacerse valer, y mucho. Eran dos grandes actuaciones con mucho talento y muy visuales, y quedaron magníficas. Nada mal tampoco les fue a los dos grandes dúos de la noche, Estonia y Noruega, que se alzaban séptima y octava, respectivamente. Israel y Serbia actuaban anoche, por primera vez, con sus canciones totalmente en inglés. Eran dos temas para bailar, absolutamente geniales y entretenidos, que dejaban ver unas propuestas muy dignas y solventes. Así fue, y también quedaron una tras otra, en los puestos 9º y 10º.
Quienes lo han llevado peor, salvo Italia, son los países que no han cantado en inglés. Montenegro fue 13ª, Rumanía la 15ª y Francia la 25ª, que solo obtenía cuatro puntos pese a llevar una de sus mejores canciones, una balada intensa y cargada de historia y reivindicación, interpretada con auténtica pasión por Lisa Angell. Eso sí, peor les fue a Austria y a Alemania, que terminaron en la cola de la tabla con un casillero a cero puntos. Ninguna mereció ese mal trato, pero tampoco llevaban propuestas para arrasar. Es curioso que, salvo Italia y Australia, los países ya clasificados para la Final de Eurovisión 2015 hayan quedado por debajo del puesto 20. Siempre lo diré, que el hecho de que Europa no te conozca ya de las Semifinales hace que el fenómeno fan sea más difícil de conseguir el sábado en la Gran Final.
En lo que respecta a España, Edurne interpretó Amanecer con más acierto que nunca, en un directo que fue casi perfecto y con una pasión tal que hasta lloró durante la actuación. Sabía que su propio país tenía dudas con ella, y no pudo callar demasiadas bocas con sus puntos. La actuación fue excelente y arriesgada, aunque la canción era especialmente limitada y la realización de los planos tampoco ayudó a que luciera demasiado. Aun así, Edurne hizo su papel con valentía y mucho arrojo, bailando, cantando y emocionando a toda Viena. Solo 15 puntos la dejaron en el 21º lugar de la tabla. Apenas 8 países se acordaron de nosotros: Francia, Portugal, Montenegro, Rusia, Moldavia, Azerbaiyán, Suiza e Israel. Gracias a todos ellos, y gracias a Edurne y a Giuseppe. Un trabajo estupendo.
@RobertoSCaudet