miércoles, 22 de febrero de 2012

Florece la Primavera Valenciana


La Primavera Valenciana no da tregua. Esta tarde a las 18.00 estaba convocada otra marcha pacífica desde el Instituto Luis Vives hasta la Delegación del Gobierno en Valencia, donde, una vez más, los manifestantes han pedido a gritos la dimisión de la Delegada, Paula Sánchez de León. Recordemos que la carga policial vivida el lunes por la tarde en el centro de Valencia se saldó con decenas de heridos y también con 12 detenidos que han sido liberados pero con cargos.

Pero la marcha de hoy no ha sido el único acto de protesta vivido en Valencia. Varios institutos se han armado de valor y han hecho algunos parones en sus clases. Incluso algunos colegios, como es el caso del colegio privado concertado Juan Comenius de Valencia. Algunos de sus estudiantes, de manera voluntaria y espontánea, han decidido cortar una de las principales avenidas de la zona Norte de la ciudad. Este caso es especialmente significativo porque, hace ocho años, el colegio Juan Comenius capitaneó las protestas en contra de la guerra. Tanto es así que incluso en la biografía de Rita Barberá, el escritor dedica todo un párrafo a hablar de las hazañas del colegio y el aprieto en que pusieron a la alcaldesa de Valencia.

Y en un aprieto me están poniendo a mí algunos bloggers y otros usuarios desde Facebook y Twitter. Me acusan de estar sobreexponiendo a los manifestantes y de no estar aplicando una política imparcial al asunto. Como si un blog que se llame “Todas las cosas que Odio” tuviera algo de imparcial nunca, pienso yo. Pero me gusta siempre dar una respuesta a las críticas. Naturalmente, me he posicionado rápidamente en el lado de los estudiantes. Y no por nada en especial, pero sí por dos motivos en particular. El primero de ellos es que creo que los manifestantes están cargados de razón. Y el segundo es porque aunque hubieran mostrado señales de violencia, en ningún caso se justifica la brutalidad con que la Policía Nacional atacó a diestro y siniestro sin moralidad ni miramiento alguno. Las imágenes de policías golpeando a niños que están quietos en una esquina están ahí. No son una película, son la vida real.

También es cierto que hay imágenes circulando en las que varios adultos insultan y golpean a los policías. Siempre adultos, curiosamente. Pero, por lógica aplastante, esas imágenes sólo justificarían la detención de esos impresentables, nunca las agresiones a niños y periodistas en plena calle y en mitad de su trabajo. Por ello es por lo que estoy tan activamente censurando este tipo de actuaciones de la que dice ser la seguridad nacional.

La manifestación de hoy, igual que la de ayer, se ha saldado sin un solo percance. Y eso les honra a todos y cada uno de los manifestantes. Igual que al resto de manifestantes españoles que se han unido en las principales ciudades. Ahora bien, en Barcelona se vivieron auténticos disturbios con unos encapuchados que decidieron prender contenedores junto a la Bolsa de Barcelona. Pero que alguien me explique la relación entre la Bolsa y la Educación así rápidamente. Exacto, esa gentuza quería marear por marear. No hay que mezclar lo que no toca. Cuidadín. Y también advierto a los valencianos: que dejen de manifestarse cada día. Que dejen de cortar las calles y de ir a la Delegación. No van a conseguir la dimisión de Paula Sánchez de León.

Esta señora está muy bien asesorada. Y ya no manda nacionales a las calles. Sabe que lo que ocurre día sí y día también cansa. Y que los manifestantes, si salen todos los días, al final serán sólo cuatro gatos. Y ni siquiera la prensa se hará eco. Y todo quedará en el olvido. Así que si quieren un poco de asesoramiento los de la Primavera Valenciana, mejor que hagan manifestaciones multitudinarias pero puntuales. Y que las tengan bien encaminadas y ensayadas. Y que tengan suerte, mucha suerte.

¡FELIZ DÍA DEL ODIO A TODOS!


Roberto S. Caudet

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