Hablar hoy de La
Voz implica, indudablemente, hablar de Ruimán y Melendi. Ruimán
es ese hombre que ya en las audiciones a ciegas encandiló a muchos por su voz
tan apta para los boleros y una actitud en el escenario más de showman que de
cantante. Con una fluidez vocal (por no decir que tiene la lengua muy larga)
sorprendente, Ruimán siempre dejaba alguna broma o algún buen comentario
delante y detrás de sus actuaciones, ahora más miradas con lupa que nunca. El
canario se fue con Melendi y juntos emprendieron la ronda de batallas. Ruimán
se enfrentó a Miguel Kocina (el de Operación Triunfo y los vídeos del PP). En
un duelo más descafeinado que artístico, Melendi y Nek –su asesor- salvaron a
Ruimán. Eso sí, con unas palabras que ahora cobran especial relevancia:
“teníamos algo pensado ya, pero tras la actuación hemos decidido lo contrario”.
Los dos batallantes pudieron sentirse aquí ofendidos. A Kocina le dijeron que
lo hizo bastante mal (que fue así) y a Ruimán que tenían pensado echarle ya del
concurso.
Pero lo gordo vino anoche. Ruimán cantaba en la segunda gala
de directos, enfrentándose aquí a Susanna y Neus Ferri y no sólo a su coach,
sino también al público. En su Twitter, poco antes de la gala, Ruimán escribía
lo siguiente: “En estos días les voy a regalar un adelanto de mi disco” (desconozco si tienen posibilidad real de grabar y editar un disco por su cuenta mientras están ligados a La Voz...). Y,
también: “Qué personas tan maravillosas son los 4 coaches, muy cercanos”. Pasadas
las diez y cuarto de la noche, y después de que Susanna estrenase el escenario,
Ruimán cantaba “Remolino”. Una vez finalizada su actuación, comenzaba a saludar
y a ¿despedirse? del público y de la audiencia. Llegó a felicitarnos la Navidad. Ya entonces Twitter
reventaba con comentarios del tipo: “Y que no se olvide de la Semana Santa”. El propio Bisbal
bromeaba diciendo: “Nos ha felicitado hasta San Valentín”. Nada más lejos de la
realidad. Ruimán se estaba despidiendo de verdad, por la puerta de atrás, y con
menos tacto aún que Sharay Abellán. Jesús Vázquez, en tono jocoso, le
preguntaba: “¿Pero qué dices, Ruimán?” y Ruimán afirmaba, tajante y solemne:
“He decidido irme del programa. Una retirada a tiempo es mejor que una derrota.
No estoy de acuerdo con la dirección del programa ni con mi coach”. Por dos
veces, repitió el mensaje, dejando una cara de idiotas, digna de retrato, a
Jesús y a los cuatro coaches. Al público del plató y a la audiencia de casa. A
todos. “Ya daré las explicaciones que tenga que dar cuando las tenga que dar”.
¿Dónde, Ruimán? ¿Por twitter? ¿Facebook? ¿Rueda de prensa? ¿Comunicado desde La Zarzuela? ¿En un Sálvame
Deluxe?
…y Ruimán se fue del concurso, sin despedirse ya de nadie,
sin querer decir más nada, sin esperar explicaciones de Melendi ni de nadie, y
dejando a sus dos compañeras y contrincantes de gala sin nada ya que hacer.
Una, además (Neus Ferri), todavía no había ni cantado. Locura total. Imaginaos
cómo tendría el cuerpo la pobre. Al principio, y tras lo ocurrido, todo eran
bromas estiradas, ligeras sobreactuaciones de felicidad y algo de nervios y
tensión. Luego la cosa ya fue relajándose. Hasta que, al final, Jesús confirmó
que, tras el abandono repentino (aunque aparentemente predeterminado) de
Ruimán, tanto Neus Ferri como Susanna seguirían en el concurso. Casualidades de
la vida, Ruimán había sido el más votado por el público para salvarse. Aunque a
mí me pareció el peor de los tres con diferencia. Pero ni comentaré su
actuación, que bastante le he dedicado ya. No se dignó a cantar con su coach y
sus compañeras y no volvió a subir al escenario ni siquiera para excusarse y
recobrar un mínimo de dignidad. Pues nada, ahí se queda. Por cierto, ¿os habéis
percatado de que no he dicho nada acerca de su ceguera? Porque no hace falta.
Anoche los chistes que le hacían por su nefasta actitud incluían todos la
invidencia del concursante. Terrible.
Como decía, Ruimán no era la única voz del equipo de
Melendi. También cantaron Neus Ferri y Susanna. Neus interpretó (tras el follón) “Total eclipse
of the heart”. A mí me dejó boquiabierto. Es totalmente su estilo y cantó
con muchísima fuerza. Le planté un enorme 9,5. Susanna, en cambio, estuvo
bastante más descafeinada que de normal. Cantó “En ausencia de ti”. En los
registros graves ni la entendía, y en los agudos tampoco estuvo soberbia. Va a
tener que mejorar mucho más para seguirle el ritmo a sus compañeros…
El equipo de Malú vino después. Iolanda, Efrén y Rebeca. Iolanda
estuvo de sobresaliente. Únicamente acompañada de un piano y con unos giros de
voz impresionantes, cantó “On my own”. Todo sentimiento, fuerza y melodía. Esta
chica me conquista un poquito más en cada actuación. Lo de anoche fue ya
brutal. Efrén interpretó “Aquello que me diste”. Lo que más me gustó de la
actuación fue ver a su madre bailar el baile del pañuelo de Leonardo Dantés
desde las gradas, mientras vocalizaba una canción que, claramente, no se sabía.
Lo que son las madres. Fantástica. Rebeca vino la última. Se quedó en blanco,
se desgallitó y le pudimos ver el intestino grueso cada una de las veces que
gritó un agudo. Si no sabes cantar
“Adagio”, bonita, no te metas. Pero no intentes lucirte porque, para mí, la
cagó del todo. Las tres voces cantaron “Ahora tú” con Malú. Francamente bien.
La audiencia se decantó por Iolanda y la coach por Rebeca. Efrén ya no está en
el programa para mi alegría.
David Bisbal fue el tercero en ver desfilar a su equipo.
Rafa, Brequette y Nieves fueron los elegidos. El heavy se lanzó con “It’s the final
countdown”. Se lanzó a una piscina sin agua, he querido decir. La actuación iba
perfecta hasta que, nadie sabe por qué, hubo un verso en un grave muy grave.
Completamente descolocado y que dejó a los coaches mirándose entre ellos. Desde
entonces y hasta el final de la actuación, dio la sensación de que Rafa estaba
improvisando, saliéndose de lo establecido en los ensayos, y perdiendo el
control del tema. Horror. Brequette demostró toda su garra interpretando “Love
on top”. Adoro la actitud y el carisma de esta mujer cada vez que sube a un
escenario. Se crece muchísimo. Lo da todo y se vende genial. Maravillosa.
Nieves volvió a cantar por Pablo Alborán. “Tanto” fue su canción escogida. Lo
hizo bien, muy bien, pero tampoco es un tema con el que lucirse mucho, la
verdad. La encontré muy “sin más”, para lo que es esta señora. Luego, los tres
cantaron con su coach. “Silencio”. Qué lástima. Me hubiera encantado ver a
Brequette y Rafa interpretar el “Ave María”. Como era de esperar, la audiencia
salvó a Rafa. Y Bisbal a Brequette. Nieves ya no está en nuestro concurso. Nos
estamos quedando sin estilo español puro, cuidado.
El equipo de Rosario se reservó para el final. Y qué equipazo.
Me costó mucho decidirme entre ellos tres, la verdad. Fueron, en conjunto, los
más grandes de la noche. Emmanuel, Anael y Angélica. Anael interpretó una de
mis canciones preferidas. “What a feeling”, BSO de Flashdance. No lo hizo
perfecto, porque la canción requiere más garra y menos pijismo, pero estuvo muy
estupenda. Anael tiene ya bastantes tablas para solventar problemas; aunque la
canción la escogió ella misma, bien podría haberse decantado por otra. Angélica
estuvo aún más fantástica. Interpretó “Piensa en mí” y se la llevó totalmente a
su estilo. El problema es que ya lo tenemos muy visto y, quizá, los haya que se
estén cansando de tanta limitación vocal y artística. A mí, que me fascina, me
gustó muchísimo. Le planté un 9,2 y fue una de mis preferidas de la noche. Eso
sí, con permiso de Emmanuel que, anoche fue “la estrella invitada”, como dijo
Melendi de su Maika la semana pasada. Madre de Dios, de mi vida, de mi corazón
y de mi todo. Qué actuación la de este señor. Qué sentimiento. Qué profesionalidad.
Qué soberbio y qué francés. Fue TODO. Anoche fue LA actuación de Emmanuel y
mucho ha de lucirse en otra para superarse. “Ne me quitte pas” no es nada
sencilla, pero es que él aún la complicó más y se lució por todos lados. Normal
que el público lo salvara luego. Como para no hacerlo. Rosario, que cantó “No
dudaría” con sus tres voces, se terminó decantando por Angélica (obviedad
máxima), de manera que Anael ya nos ha dicho adiós. Le deseo muchísima suerte
en Finlandia, en Eurovisión y en todos lados. A esta chica le falta crecerse
más en un escenario, pisar fuerte y creérselo. Pero es una grande.
Y los que, sin duda, sois grandes, sois vosotros. Muchas
gracias por llegar hasta aquí, por leerme y por seguirme en Twitter, que anochefue ya tremendo. Nos vemos el jueves que viene. El miércoles desde Twitter,
como ya sabéis, comentando al minuto cada actuación.
¡FELIZ DÍA VOCAL A TODOS!