Las Batallas de La Voz ya son una
realidad y anoche comenzaron un éxito total de audiencia, tanto en la Gala como en el programa
especial posterior. Esta primera noche ya nos ofreció 11 enfrentamientos (de los cuales acerté 6 y me fallaron los otros
5) y otros 3 robos, aunque sólo uno me pareciese correcto. Sobre el escenario,
las primeras peleas reales, los primeros dramas y las primeras expulsiones de grandes concursantes que han dicho adiós
demasiado pronto.
David Bisbal
estará asesorado en esta fase del programa por Cali y el Dandee. Yo me pregunto hasta qué punto serán capaces de
asesorar estos dos a alguien… Claro que también me preocupo por qué clase de
consejos dará el de Almería a cualquiera de sus voces. Miedo me dan. Por lo
pronto, hemos vivido sus primeras 3 batallas. Por un lado se enfrentaron David Velardo y Álex Escribano. Ambos
son notables cortitos, y ninguno creo que brillase claramente sobre el otro,
aunque me decanté acertadamente por Álex Escribano. Para alegría de medio país,
David Velardo fue robado por Antonio Orozco. Pues bien. Bisbal también enfrentó
a Tina Riobo y Robert Matchez en uno
de los duelos más desiguales de la noche. Claramente ella se lo comió con
patatas, porque por muy negra que Robert sea de espíritu, jamás será tan tostado
como Riobo. Me alegré de ver a la una dentro y al otro fuera. El último duelo
de Bisbal fue entre Estíbaliz Martín y
Jordi Galán, los dos líricos. Para mí fue la gran actuación de la noche.
Espectacular, profesional, vibrante y muy emotiva, ambos formaron un dúo genial
en el que, a mi juicio, ganó la dulzura y sobriedad de Estíbaliz, aunque el coach se decantara por Jordi. Fue un
auténtico palo, ella era una de mis favoritas.
Malú, por su
parte, vivió otras tres batallas y robó a una voz, ayudada por su asesor, Carlos Vives, ese hombre que Malú
guardaba en formol en su casa mientras el resto ya lo dábamos por
enterradísimo. Qué cansino y torpe es. Hace buena pareja con Orozco, pero
bueno. El primer duelo enfrentó a Cassandra
de Rosa y Mandy Santos. La italiana ganó sobrada, mucho más grande y
profesional que la rubia teñida, tan falta de tablas como insegura. Malú
prefirió a la rubia. Drama personal. Su segunda batalla fue entre Marcos Galindo y Silverio Belmonte, que
son como el día y la noche. Como el sol y la luna. Como la ropa chic de Zara y la línea sport. Lo único que los vuelve iguales
es lo sobreactuados que son. Y lo mariquitas, pero ése es otro cantar. Ninguno
me gusta realmente, pero me quedé con Marcos y fallé. La batalla que sí acerté
fue la celebrada entre Luciano Méndez y
Marta Pons. Ninguno ganó al otro por demasiados puntos. Ambos me parecieron
sosísimos a morir, aunque es cierto que hubo bastante armonía entre ellos. Y
eso se agradeció completamente. Al final ganó él. Punto para mí. Y la que ganó
fue Trinidad Amador, que luego os
hablaré de ella, ya que Malú se la quedó para sí misma, con beso lésbico
incluido en la celebración. Menos mal que están en Telecinco…
Antonio Orozco
también está en Telecinco, pero por mí se podría ir a Marte. No lo aguanto para
nada. Y su asesor, Juan Magán, es el
único que a priori me hacía más
gracia, aunque tiene un punto de salido mental que no me convence nada. Y
hablando de nadas, nada fue lo que entiende Orozco este programa, a juzgar por
las canciones que nos ha ofrecido en sus batallas. La
Tortura fue la escogida para batallar a Jaume Mas y Andrea Beltrán. La tortura
fue la que nos ofreció ella, completamente fuera del tema en todo momento. No
entendí nada. Se la cargaron fácil, porque además Jaume supo hacérsela suya (la
canción) y nos siguió conquistando a todos. La que conquistó a mucha gente fue Noelia Nowi, que se enfrentó a Nacho
Lezcano (lo quiero para mí YA) en una batalla que yo encontré desigual y
con un claro vencedor: él. No fue así, y me tocó despedir al chico guapo de
sonrisa perfecta y voz preciosa. Qué fatalidad de noche. Además, y como he
dicho, Orozco se quedó a David Velardo,
del equipo de Bisbal. Horror total.
Rosario Flores pasó de horror a emoción por segundos. Tiene aprendida la lección de la primera
edición y, de momento, está decantándose por las voces más personales y las que
mejor llegan al público, lo cual me alegra. Anoche, ayudada por Coti, se quedó con Estela Amaya frente a Trinidad Amador (la nueva novia de Malú). El
dúo entre flamencas fue apoteósico y me encantó. Me alegré mucho por Estela,
tan íntima como genial. También me alegré de su decisión de quedarse con Idoia Bediaga antes de que con Odette
Suárez. Aquí también ganó lo personal, único y original frente a la ejecución
perfecta y una técnica más trabajada. La actuación también estuvo muy notable,
todo hay que decirlo, y ambas eran muy válidas. Como también lo fueron Yoio Cuesta y Sandra Rodrigo, dos
cantantes con mucho soul pero que no
supieron aprovechar mucho más la oportunidad de la canción, que al final les
quedó descafeinada. Ganó la segunda, por “personal”. Pues bien. Rosario,
además, robó a Marcos Galindo, el
coplero de Malú. Aquí todos ganaban algo.
Ahora que ganar, el que gana siempre soy yo, teniéndoos a
vosotros de seguidores por Twitter en mi cuenta personal o por aquí.
Eternamente gracias. Nos vemos en la próxima Gala.
¡FELIZ DÍA VOCAL A TODOS!