Un cantante andrógino y otra intérprete que se ha subido más de una vez a los escenarios de Eurovisión para representar a su país, muy frío, que en inglés empieza por “S”… Las pistas no eran nada fáciles, pero con un poco de ingenio y de atino, se podía sacar el truco perfectamente. El caso es que sólo ha habido una apuesta, y ha sido fallida. Así que me tocará a mí desvelar el secreto de las canciones que ocupan nuestros 13º y 12º puestos en la lista de las 33 Mejores Canciones de la historia de Eurovisión. Quizá hubiera sido más fácil resolver el misterio de hoy si os hubiera dicho que las dos actuaciones de hoy… son ganadoras del festival.
Canción: Molitva (Plegaria)
Canta: Marija Serifovic
País: Serbia
Año: 2007
Posición: 1º
¡Tachán! Volvemos a tener en la lista a una canción ganadora de Eurovisión, y no será la última, como sabéis. Porque también ha habido ocasiones (muchas) en las que mis gustos y los de los europeos sí han ido en la misma línea. Es el caso de este año, 2007, con el tema serbio de Marija Serifovic. La canción me parecía buena ya cuando la escuché, pero la actuación en la Gran Final la subió hasta ser mi auténtica favorita.
En el escenario, una puesta en escena patrocinada por Mujeres Desesperadas: ahí estaban las versiones serbias de Gabi, Bree, Susan, Lynette… Para que nos entendamos, cada una de las coristas, aunque todas iban vestidas igual, parecía tener su propia personalidad con cada uno de esos peinados diferentes y tintes. Marija era la única que, precisamente, desentonaba un poco. La ausencia de banda, su pelo corto, su pajarita desatada y su camisa por fuera la distinguían claramente del resto. Entre vosotros y yo, la hacía parecer realmente el hombre de la escena.
Y es que ese aspecto andrógino de Marija ya es un clásico en Serbia, como vimos el año pasado con el “Ovo je Balkan”. Vamos, que si resulta que todos los serbios son auténticos homos menos uno, precisamente la excepción ha tenido que ser el mejor de todos; el tenista. Pues nada, ya me quedo yo con los griegos... No os preocupéis.
Volviendo a “Molitva”, la canción es absolutamente preciosa. Una auténtica balada de amor que va creciéndose conforme suena. La fuerza de la canción va en aumento gracias a que cada estribillo tiene los tonos más altos que el anterior. Y, en el último, a falta de escala tonal, se incrementan los instrumentos que suenan. Queda magnífico. Como impresionante fue la puesta en escena del tema, con un momento tragedia-funeral incluido, que imagino que viene extraído del videoclip, también precioso. Un detalle curioso fue el hecho de que en sus dedos meñiques, todas las coristas llevaran pintado, en rojo, medio corazón. Al darse las manos, formaban los corazones completos. Serbia eligió bien. Y Marija hizo el resto. Nos convenció a todos los europeos de que su “plegaria” era real. Y nos rendimos todos al amor.
“No puedo cerrar los ojos. La cama, sin ti, ahuyenta el sueño; y mi vida se desvanece. Y desaparece en una fracción de segundo. Parece que estoy perdiendo la cabeza. Y realmente me doy cuenta de que todavía te quiero. Todavía confío en ti ciegamente. Me vuelvo loco y no sé a dónde ir. Me da miedo un nuevo amor. Los días me parecen heridas abiertas… y ya los he dejado de contar. Una plegaria nace con ardor en mis labios. Una plegaria sólo con tu nombre, sin más palabras. El cielo sabe cómo rezo, cuántas veces la he repetido. Y es que tu nombre es mi única plegaria. A Dios no puedo engañar mientras rezo. Y le mentiría si le dijera que no te quiero”.
El tema también está versionado por la propia Marija en inglés, titulado “Destiny”, “Destino”. Yo lo prefiero en el serbio original. Que además, para inglés ya tenemos la próxima canción, la que ocupa nuestra décimo segunda posición. Descubrámosla.
Canción: Take me to your heaven (Tómame en tu paraíso)
Canta: Charlotte Nilsson
País: Suecia
Año: 1999
Posición: 1º
Tercera ganadora de la lista. Y tampoco será la última. Para nada. Al margen del “My number one”, que ya conocéis, todavía queda alguna ganadora más en las primeras posiciones… De momento nos centramos en la que despedía los años 90. Era el año 1999, y Suecia decidía enviar un tema de amor, muy fresco, muy pegadizo y que da mucha alegría. Si el año anterior había ganado Dana Internacional con su “Diva”, Suecia entendió que lo que había que hacer era aportar positivismo al festival. Y vaya que si lo hizo.
La puesta en escena no puede ser más simple, pero en esta actuación es lo de menos. La propia música del tema ya anima. Los colores rosas que lleva Charlotte también dan un puntito alegre. Y ver lo bien que se lo pasan los coristas de izquierda a derecha y de derecha a izquierda, también mola. Además, van todos vestiditos del catálogo de primavera-verano de Carrefour 1999, salta a la vista. Con lo que se han ahorrado, le han pagado el bótox de los labios a Charlotte, y con lo que les ha sobrado, le han pagado las uñas postizas tamaño XXL. ¿Os habéis dado cuenta? Si os araña, os atraviesa.
El caso es que la actuación, en cuanto a espectáculo, fue una de las peores de ese año. Pero el tema enganchaba. Decía algo. Tenía ese no-sé-qué del que hablaba ayer Hera Björk. Y consiguió ganar. Yo me alegré profundamente, porque, de hecho, en toda la década de los 90, ninguna canción me ha gustado demasiado como para siquiera pensarme que se merece mi voto. Ni siquiera el “Diva”. Sin embargo Charlotte me encantó y todavía sigue en una muy buena posición, pese a los años que ya han pasado.
“Las sombras bailan muy despacio en mi pared. La luz de la luna pinta de plata el sonido de los latidos de mi corazón. Las emociones mágicas toman el control, al saber que nosotros nos encontraremos antes de que la noche se acabe. Luego, te haré mío. Y te amaré hasta el final de los tiempos. Tómame en tu paraíso. Abrázame en tus sueños. Llévame hasta tu paraíso cuando mis noches sean frías y me hagan sentir sola. Hazme volar muy alto junto a ti, en un auténtico viaje sobre las estrellas. ¿Por qué no me tomas en el paraíso de tu corazón?”.
Fantástica. Y la voz de Charlotte, también, durante toda la canción. Claro que no se movía como para cansarse… La victoria de Suecia en 1999 provocó que, nueve años más tarde, en 2008, Charlotte volviera a pisar los escenarios de Eurovisión, como ya dije en la actuación correspondiente al “Shady Lady” de Ucrania. Para la ocasión, se eligió el tema “Hero” (“Héroe”), un auténtico temazo discotequero con una letra magnífica… y de nuevo, una puesta en escena muy pobre. Charlotte no falló a su estilo muy sencillo y muy de diva –ella es como nuestra Ana Obregón en sueco-, pero las cosas ya habían cambiado demasiado. Y sólo se pudo conseguir una 18º clasificación. El tema en estudio era de los mejores, pero una vez visto en escenario, perdía muchísimo. Un auténtico batacazo para Suecia.
Nosotros, en cambio, seguimos subiendo. Y mañana, el Día de la Madre en España, nos ocuparemos de una preciosa balada de un país muy joven –y polémico- en esto de Eurovisión. La actuación ya aparecerá, como el resto, sola; con un artículo especialmente para ella, que ocupa nuestro décimo primer puesto. El tema es, sencillamente, brillante. Se admiten apuestas. Hasta mañana…
¡FELIZ DÍA DEL ODIO MUSICAL A TODOS!
Roberto S. Caudet