jueves, 29 de noviembre de 2012

Ruimán abandona a Melendi y deja La Voz




Hablar hoy de La Voz implica, indudablemente, hablar de Ruimán y Melendi. Ruimán es ese hombre que ya en las audiciones a ciegas encandiló a muchos por su voz tan apta para los boleros y una actitud en el escenario más de showman que de cantante. Con una fluidez vocal (por no decir que tiene la lengua muy larga) sorprendente, Ruimán siempre dejaba alguna broma o algún buen comentario delante y detrás de sus actuaciones, ahora más miradas con lupa que nunca. El canario se fue con Melendi y juntos emprendieron la ronda de batallas. Ruimán se enfrentó a Miguel Kocina (el de Operación Triunfo y los vídeos del PP). En un duelo más descafeinado que artístico, Melendi y Nek –su asesor- salvaron a Ruimán. Eso sí, con unas palabras que ahora cobran especial relevancia: “teníamos algo pensado ya, pero tras la actuación hemos decidido lo contrario”. Los dos batallantes pudieron sentirse aquí ofendidos. A Kocina le dijeron que lo hizo bastante mal (que fue así) y a Ruimán que tenían pensado echarle ya del concurso.

Pero lo gordo vino anoche. Ruimán cantaba en la segunda gala de directos, enfrentándose aquí a Susanna y Neus Ferri y no sólo a su coach, sino también al público. En su Twitter, poco antes de la gala, Ruimán escribía lo siguiente: “En estos días les voy a regalar un adelanto de mi disco” (desconozco si tienen posibilidad real de grabar y editar un disco por su cuenta mientras están ligados a La Voz...). Y, también: “Qué personas tan maravillosas son los 4 coaches, muy cercanos”. Pasadas las diez y cuarto de la noche, y después de que Susanna estrenase el escenario, Ruimán cantaba “Remolino”. Una vez finalizada su actuación, comenzaba a saludar y a ¿despedirse? del público y de la audiencia. Llegó a felicitarnos la Navidad.  Ya entonces Twitter reventaba con comentarios del tipo: “Y que no se olvide de la Semana Santa”. El propio Bisbal bromeaba diciendo: “Nos ha felicitado hasta San Valentín”. Nada más lejos de la realidad. Ruimán se estaba despidiendo de verdad, por la puerta de atrás, y con menos tacto aún que Sharay Abellán. Jesús Vázquez, en tono jocoso, le preguntaba: “¿Pero qué dices, Ruimán?” y Ruimán afirmaba, tajante y solemne: “He decidido irme del programa. Una retirada a tiempo es mejor que una derrota. No estoy de acuerdo con la dirección del programa ni con mi coach”. Por dos veces, repitió el mensaje, dejando una cara de idiotas, digna de retrato, a Jesús y a los cuatro coaches. Al público del plató y a la audiencia de casa. A todos. “Ya daré las explicaciones que tenga que dar cuando las tenga que dar”. ¿Dónde, Ruimán? ¿Por twitter? ¿Facebook? ¿Rueda de prensa? ¿Comunicado desde La Zarzuela? ¿En un Sálvame Deluxe?

…y Ruimán se fue del concurso, sin despedirse ya de nadie, sin querer decir más nada, sin esperar explicaciones de Melendi ni de nadie, y dejando a sus dos compañeras y contrincantes de gala sin nada ya que hacer. Una, además (Neus Ferri), todavía no había ni cantado. Locura total. Imaginaos cómo tendría el cuerpo la pobre. Al principio, y tras lo ocurrido, todo eran bromas estiradas, ligeras sobreactuaciones de felicidad y algo de nervios y tensión. Luego la cosa ya fue relajándose. Hasta que, al final, Jesús confirmó que, tras el abandono repentino (aunque aparentemente predeterminado) de Ruimán, tanto Neus Ferri como Susanna seguirían en el concurso. Casualidades de la vida, Ruimán había sido el más votado por el público para salvarse. Aunque a mí me pareció el peor de los tres con diferencia. Pero ni comentaré su actuación, que bastante le he dedicado ya. No se dignó a cantar con su coach y sus compañeras y no volvió a subir al escenario ni siquiera para excusarse y recobrar un mínimo de dignidad. Pues nada, ahí se queda. Por cierto, ¿os habéis percatado de que no he dicho nada acerca de su ceguera? Porque no hace falta. Anoche los chistes que le hacían por su nefasta actitud incluían todos la invidencia del concursante. Terrible.

Como decía, Ruimán no era la única voz del equipo de Melendi. También cantaron Neus Ferri y Susanna. Neus interpretó (tras el follón) “Total eclipse of the heart”. A mí me dejó boquiabierto. Es totalmente su estilo y cantó con muchísima fuerza. Le planté un enorme 9,5. Susanna, en cambio, estuvo bastante más descafeinada que de normal. Cantó “En ausencia de ti”. En los registros graves ni la entendía, y en los agudos tampoco estuvo soberbia. Va a tener que mejorar mucho más para seguirle el ritmo a sus compañeros…

El equipo de Malú vino después. Iolanda, Efrén y Rebeca. Iolanda estuvo de sobresaliente. Únicamente acompañada de un piano y con unos giros de voz impresionantes, cantó “On my own”. Todo sentimiento, fuerza y melodía. Esta chica me conquista un poquito más en cada actuación. Lo de anoche fue ya brutal. Efrén interpretó “Aquello que me diste”. Lo que más me gustó de la actuación fue ver a su madre bailar el baile del pañuelo de Leonardo Dantés desde las gradas, mientras vocalizaba una canción que, claramente, no se sabía. Lo que son las madres. Fantástica. Rebeca vino la última. Se quedó en blanco, se desgallitó y le pudimos ver el intestino grueso cada una de las veces que gritó un agudo.  Si no sabes cantar “Adagio”, bonita, no te metas. Pero no intentes lucirte porque, para mí, la cagó del todo. Las tres voces cantaron “Ahora tú” con Malú. Francamente bien. La audiencia se decantó por Iolanda y la coach por Rebeca. Efrén ya no está en el programa para mi alegría.

David Bisbal fue el tercero en ver desfilar a su equipo. Rafa, Brequette y Nieves fueron los elegidos.  El heavy se lanzó con “It’s the final countdown”. Se lanzó a una piscina sin agua, he querido decir. La actuación iba perfecta hasta que, nadie sabe por qué, hubo un verso en un grave muy grave. Completamente descolocado y que dejó a los coaches mirándose entre ellos. Desde entonces y hasta el final de la actuación, dio la sensación de que Rafa estaba improvisando, saliéndose de lo establecido en los ensayos, y perdiendo el control del tema. Horror. Brequette demostró toda su garra interpretando “Love on top”. Adoro la actitud y el carisma de esta mujer cada vez que sube a un escenario. Se crece muchísimo. Lo da todo y se vende genial. Maravillosa. Nieves volvió a cantar por Pablo Alborán. “Tanto” fue su canción escogida. Lo hizo bien, muy bien, pero tampoco es un tema con el que lucirse mucho, la verdad. La encontré muy “sin más”, para lo que es esta señora. Luego, los tres cantaron con su coach. “Silencio”. Qué lástima. Me hubiera encantado ver a Brequette y Rafa interpretar el “Ave María”. Como era de esperar, la audiencia salvó a Rafa. Y Bisbal a Brequette. Nieves ya no está en nuestro concurso. Nos estamos quedando sin estilo español puro, cuidado.

El equipo de Rosario se reservó para el final. Y qué equipazo. Me costó mucho decidirme entre ellos tres, la verdad. Fueron, en conjunto, los más grandes de la noche. Emmanuel, Anael y Angélica. Anael interpretó una de mis canciones preferidas. “What a feeling”, BSO de Flashdance. No lo hizo perfecto, porque la canción requiere más garra y menos pijismo, pero estuvo muy estupenda. Anael tiene ya bastantes tablas para solventar problemas; aunque la canción la escogió ella misma, bien podría haberse decantado por otra. Angélica estuvo aún más fantástica. Interpretó “Piensa en mí” y se la llevó totalmente a su estilo. El problema es que ya lo tenemos muy visto y, quizá, los haya que se estén cansando de tanta limitación vocal y artística. A mí, que me fascina, me gustó muchísimo. Le planté un 9,2 y fue una de mis preferidas de la noche. Eso sí, con permiso de Emmanuel que, anoche fue “la estrella invitada”, como dijo Melendi de su Maika la semana pasada. Madre de Dios, de mi vida, de mi corazón y de mi todo. Qué actuación la de este señor. Qué sentimiento. Qué profesionalidad. Qué soberbio y qué francés. Fue TODO. Anoche fue LA actuación de Emmanuel y mucho ha de lucirse en otra para superarse. “Ne me quitte pas” no es nada sencilla, pero es que él aún la complicó más y se lució por todos lados. Normal que el público lo salvara luego. Como para no hacerlo. Rosario, que cantó “No dudaría” con sus tres voces, se terminó decantando por Angélica (obviedad máxima), de manera que Anael ya nos ha dicho adiós. Le deseo muchísima suerte en Finlandia, en Eurovisión y en todos lados. A esta chica le falta crecerse más en un escenario, pisar fuerte y creérselo. Pero es una grande.

Y los que, sin duda, sois grandes, sois vosotros. Muchas gracias por llegar hasta aquí, por leerme y por seguirme en Twitter, que anochefue ya tremendo. Nos vemos el jueves que viene. El miércoles desde Twitter, como ya sabéis, comentando al minuto cada actuación.

¡FELIZ DÍA VOCAL A TODOS!

jueves, 22 de noviembre de 2012

#LaVozDirectos1




Las galas en directo de La Voz ya son una realidad. Anoche pudimos disfrutar de la primera de ellas, en la que cantaron 12 de las voces finalistas para volver a competir por equipos y continuar con esta criba masiva de concursantes. Cantaron tres voces de cada coach y, tras hacerlo, la audiencia salvaba a un único concursante. Luego, el coach decidiría si expulsar a una o a otra. El papel de los coaches no es sencillo, ni tampoco el de la audiencia. Pero nos engañemos, aquí los que tienen los nervios a flor de piel son los concursantes, que cada semana están jugándose de verdad y al máximo su permanencia en el programa. Anoche vimos actuaciones brillantes y otras que dejaron mucho que desear, bien sea por la presión o porque no valen tanto como pensábamos al principio…

Del equipo de David Bisbal vimos a Lola, Yanela y Paco Arrojo. Los tres hicieron unas grandísimas interpretaciones de sus temas y, por nota, fueron lo mejor de la noche (en conjunto). Lola volvió a sacar su lado gospel para interpretar “Chain of fools”. Toda corrección y actitud, mi nota fue un 8,75. Paco Arrojo brilló con “Ahora quién”. Ya es la segunda ocasión en la que canta por Marc Anthony. Sus agudos me chirriaron un poco, pero demostró profesionalidad y fuerza. Mi nota fue un 9,25. La última fue Yanela, que cantó “Proud Mary”. O, mejor dicho, que se salió cantando “Proud Mary”. Demostró ser una pedazo de artista y lució todo el tesón y la garra necesarios. Le puse un 9,3. Los tres juntos, con David Bisbal, interpretaron “When I look at you”. La actuación no estuvo nada mal, aunque aquí, precisamente, fue Bisbal el que cojeó más. Excesivamente forzado y algo ahogado. No sé qué ha sido de su voz. En cuanto a las suyas, la audiencia salvó a Paco Arrojo (cantado) y él se decantó por Yanela. Lola ya es historia del programa…

Rosario pudo ver sobre el escenario a Anabella, a Mónica y a Jorge González. Lo de Anabella fue todo sentimiento y pasión. Su “Oye” estuvo tan perfecto pese a su afonía por agotamiento que terminé poniéndole un 10. Esta chica se supera a cada Gala y me deja más asombrado. Chapó. Mónica, en cambio, interpretó “Empire State of mind” con más pena que gloria. La encontré desubicada, fuera total del tema. Ni entendí su estilismo, ni sus movimientos ni la elección del tema para su voz. Pudo haber dado mucho más. La suspendí con un 3. Jorge González cantó “Adoro” (que ya cantó David Bisbal en OT en su edición). Intuí que la “agitanaría”, y así lo hizo. Pero mal. No me gustó el ritmo de las estrofas, sonaba descompasado. Parecía que los músicos eran los que le seguían a él. Sin más, le puse un 5. Después, los tres y junto a Rosario, cantaron “Qué bonito”. O, mejor dicho, lo cantó Rosario. Porque ellos tres brillaron por su ausencia. Qué poco generosos son algunos coaches. Como estaba previsto, la audiencia se quedó con Jorge González y Rosario con Anabella. Mónica nos dijo adiós en la peor de sus galas.

Melendi fue el tercero en disfrutar de su equipo (de la mitad de él). Paula Rojo, Claritzel y Maika fueron las escogidas. De Paula Rojo, mi querida chica-ukelele me esperaba mucho más. Su actuación de “Turn” estuvo completamente fuera de lugar. Le faltó fuerza, le faltó crecerse. Cojeó por todos lados, y me vi obligado a ponerle un escaso 6. Claritzel interpretó “Mientes” con bastante gracia, pero su voz sigue disgustándome del todo. Tiene un timbre que me resulta desagradable y que no me llega. La dejé con un 5. Luego vino Maika. Oh, Maika. La enorme Maika. La brutal Maika. La puesta en escena que le dieron para “Carrie” fue tan sencilla como arrolladora, y su actuación no pudo ser más brillante. Le planté un 9,75 con un único pero: me hubiese gustado algo más de vida por su parte. Las tres cantaron “Cuestión de prioridades” con Melendi. Una canción que es una declaración de intenciones y que cada una llevó a su terreno con maestría. Como era de esperar, el público salvó a Maika y Melendi a Paula Rojo, dándole, de nuevo, una oportunidad más. Esta chica pierde fans conforme respira, pobre. Claritzel se despidió anoche de La Voz. Mucho ha durado.

Malú y su equipo actuaron en último lugar. Héctor, Nuria y Pau Piqué fueron sus tres voces de anoche. Primero cantó Héctor. “Angels”, fue su tema elegido. Una de mis canciones preferidas, siempre perfecta para este tipo de castings o concursos. La puesta en escena fue maravillosa. Y aunque le faltó voz, estuvo soberbio. Seductor, encantador y muy dulce. Le planté un 9. Nuria vino después, con “Zombie”. Pese al tema y a la cantante, me quedé con ganas de más. La vi carente. La vi a medias. No sé… Me esperaba mucho más de Nuria, así que la puntué con un 6. El tercero fue Pau Piqué. Ni qué decir que “New York”, su canción, le vino que ni al pelo. Elegante, magistral, vozarrón y tablas. Perfecto fue poco. Se llevó el segundo 10 de la noche. Pero un 0 se llevaron los tres (y su coach) cuando cantaron juntos. Malú y sus voces salieron por “Blanco y negro”, pero salirse no se salió ninguno. Por separado, todavía, pero juntos destrozaron el tema. No hubo armonía ni compenetración. Pau se equivocó en la letra y Héctor se comió un verso entero. Horrible. La audiencia salvó a Pau Piqué (no podía ser de otra manera) y Malú se decantó por Nuria, para sorpresa de sus bragas. Y casi de las mías. Muajajá. Héctor nos abandonó anoche. Pero espero poder ver esos ojazos de nuevo.

A los que seguro que os veo es a vosotros, el próximo jueves por aquí y el próximo miércoles en directo por Twitter. Recordad que comento cada Gala al minuto. Hasta entonces, y como siempre,

¡FELIZ DÍA VOCAL A TODOS!

jueves, 8 de noviembre de 2012

Las últimas batallas




Señoras y señores, ya las tenemos. Las 24 mejores voces de España ya han sido seleccionadas. Los cuatro coaches de La Voz terminaron anoche de hacer sus equipos y ahora la pelea ya es de todos contra todos, porque en siete galas elegiremos a la que se convertirá en la primera Voz ganadora del concurso. Decidir quiénes son los 24 finalistas no ha sido fácil y anoche vivimos la última tanda de batallas. Malú, Bisbal, Rosario Flores y Melendi tuvieron que volver a decidir entre varias opciones y, lo peor de todo, aún recibieron un toque de gracia final. Después de elegir a sus siete candidatos para ganar el programa, se les obligó a formar un último dúo entre sus finalistas para expulsar a uno de ellos y quedarse sólo con seis. Duro, la verdad es que fue duro. Y más viendo algunos resultados…

Melendi solo vivió un último enfrentamiento, el que juntó a Claritzel y Marta para cantar “Más que nada”. El tema no pudo quedarle mejor a la andaluza (Marta) que en un perfecto portugués defendió la samba y la bossa nova con una calidez y un amor tremendos. Claritzel, en cambio, me resultó algo chillona y estuvo bastante descontrolada, claro que su timbre de voz tan agudo no ayudó mucho. Sin embargo, Melendi la prefirió a ella. Dos veces. Porque en la decisión final, el asturiano quiso enfrentarla de nuevo, en esta ocasión contra Javi Mota, el objeto sexual por excelencia de este concurso y que anoche nos dijo adiós, muy a nuestro pesar. Cuando Melendi lo “nominó”, le dijo que no quería cometer más injusticias y que quería saber si era capaz de afinar toda una canción de principio a fin. Como para hundirlo, al chico. Javi hizo todo lo que pudo, y muy bien (aunque al tema entró de pena), pero de poco le sirvió. La decisión ya estaba tomada y aunque el sexymbol logró expulsar a Mirela, anoche el expulsado acabó siendo él. Toda una tragedia griega.

Malú también tuvo un único duelo en esta Gala, antes del que decidió por sorpresa. Enfrentó a Isabel y a Alejandro Canals para cantar “Mi amante amigo”, un tema de Rocío Jurado con el que los dos decidieron darlo todo, aunque de poco les sirviera a ambos. Isabel tiene una voz muy linda y una interpretación muy correcta, pero le faltó envolverse más con Alejandro, buscarlo, tener más complicidad… Él, en cambio, estuvo muy pendiente de ella. Derrochó su torrente de voz habitual y demostró unas tablas que le han dado tantos y tantos años de experiencia sobre los escenarios. Malú quiso que pasara él, pero por poco tiempo, porque lo volvió a enfrentar a Nuria en el último y apoteósico duelo final para elegir al sexto finalista. Ambos cantaron su tema de las audiciones a ciegas y Malú, a lágrima viva y limpiándose los moquitos con las manos (literalmente), decidió expulsar al hombre que había salvado hacía media hora para quedarse con la rockera y exultante Nuria, que si anoche llega a dar más, desfallece en el escenario.

David Bisbal, por su parte, tuvo dos últimas batallas y un enfrentamiento sorpresa final. En estas tres últimas actuaciones vimos mucha mucha fuerza en el escenario y a siete (que no seis) concursantes aferrados a su plaza en el concurso, aunque cuatro (que no tres) nos dijeron adiós. Abro estos paréntesis porque el andaluz se reservó a las gemelas Marta y María para batallar contra Paco Arrojo. Tres voces y no dos cantaron “No me ames” con más acierto del que me esperaba. Si bien es cierto que tanto la voz de Jennifer López como la de Marc Anthony son muy especiales y únicas, tanto Paco Arrojo como las gemelas decidieron hacer suyo el tema y demostrar por qué habían sido elegidos anteriormente. Él estuvo brutal, aunque se esfuerza tanto en los agudos que me hace sufrir por sus cuerdas vocales. Ellas estuvieron más descafeinadas y, además, una de las dos estuvo muy desafinada en algunos momentos. Bisbal lo eligió a él. A quien no eligió fue a Sharay Abellán, a la que enfrentó a Brequette, concursante que como siga en el programa dos galas más va a optar por llamarse Pepa, porque anoche le cambiaron el nombre cuatrocientas veces y hasta Rosario le preguntó: “¿Pero tú cómo te llamas?” “Pepa, Rosario, me llamo Pepa”, le tenía que haber dicho para zanjar el asunto. Esta concursante con un pelo digno de admirar fue todo energía y estuvo muy en su línea, con esos matices que sólo ella sabe hacer y con unas caras fantásticas mientras cantaba. Sharay no estuvo mal, para nada, pero en cuanto supo que no era la elegida, se transformó en lo peor de sí misma. Cual niñata mimada y consentida, besó a Bisbal fría como el témpano y bajó las escaleras del ring para hacer un mutis por el foro sin despedirse de ninguno de los coaches ni de los asesores. Ni siquiera del suyo, Luis Fonsi, que claramente le tendió los brazos para cogerla y darle un último abrazo de apoyo y de despedida amistosa. Desde aquí le aconsejo a esta diva de la música que se baje los humos y que tenga mejor perder, porque el numerito de anoche fue despreciable y de vergüenza.

El último dúo de Bisbal, para decidir a su sexto finalista, terminó por enfrentar a Mara y Lola, sus dos cantantes más demoledoras y con un estilo más igual. Un rollito muy de negra zumbona del barrio del Bronx. Las dos cantaron de manera impresionante, sobra decirlo. Mara cambió la mitad de su tema para hacer tantos agudos y tan roncos que parecía que en cualquier momento iba a transformarse en el Rey León. Lola cantó brillante su tema, con ese estilo tan de coro gospel que tanto me ha gustado y que tan perfecto lo hace. Bisbal se quedó con Lola para mi alegría y para la suya, que la pobre estaba hecha un flan. Rosario Flores también vivió momentos muy tensos anoche, en parte, por su poca gracia a la hora de formar las parejas que se han ido enfrentando. El primero de los retos enfrentó a Angélica y a Noemí para cantar “Vivir sin aire”. Todos teníamos más o menos claro que Angélica acabaría siendo la ganadora, y así fue. Con una voz personal y muy bella y un dominio claro de la situación, logró merendarse a una Noemí que se defendió como gata panza pa’rriba, aunque no fue suficiente. Las dos estuvieron grandes, pero sólo podía quedar una… El otro de sus dúos juntó a Anael y a Estitxu para cantar la discotequera “I wanna dance with somebody”, tema con el que ninguna logró lucirse lo más mínimo, y eso que vivieron una verdadera batalla. Las dos cantaron juntas, pero en ningún momento fueron un dúo. Las encontré anti-armonizadas y muy fuera de sitio a ambas. La ganadora final fue Anael. Mi enhorabuena.

Pero Rosario aún tuvo que hacer un último duelo final, ése por sorpresa para decidir a su sexto finalista. Para mi sorpresa, decidió que fuesen sus dos niños, Jorge González y Juan Carlos, los que se batiesen por la ansiada clasificación para las Galas en directo. Como el resto de los “nominados” (llamadlos como queráis), ambos cantaron sus temas iniciales. A Juan Carlos lo vi todavía más cansino, hortera y Pitingo cantando esa versión terrorífica de “Summertime”. Rosario pareció encantada, aunque no dudó ni dos segundos en expulsarlo frente a su ojito derecho y ex triunfito, que cantó Lucía y, de nuevo sobrepasó con creces el minuto y medio que les dieron al resto. Otra de esas injusticias que se han cometido durante estas ocho galas. Con su club de fans y una cara bonita, Jorge González tiene muchas papeletas para ganar este concurso, Dios no lo quiera.

Os recuerdo que, a partir del próximo miércoles, las Galas ya son en riguroso directo y que me podéis seguir por Twitter que, como siempre, la comentaré al minuto.

¡FELIZ DÍA VOCAL A TODOS!

jueves, 1 de noviembre de 2012

Eterna segundona




Segunda ronda de batallas de La Voz completada con éxito, señores. Anoche, de nuevo, volvimos a escuchar a 22 voces, de las cuales 11 fueron elegidas por los cuatro coaches y otras 11 fueron descartadas para siempre (o eso parece). No sería justo para los concursantes decir que en esta segunda Gala de Batallas perdimos algo de calidad, pero lo cierto es que en las once actuaciones me costó mucho menos decidirme que en las primeras. De nuevo, mi margen de aciertos fue tan máximo que hasta yo mismo me sorprendí (9/11) y fue, precisamente, el uno de estos errores pero aciertos el que más me molestó. Si la semana pasada considero que Rosario hizo una injusticia expulsando a Damaris y no a Jorge González, en esta ocasión, creo que Melendi se equivocó absolutamente al echar a Mirela y no a Javi Mota, aunque en ambos casos todos fuesen pesos pesados.

Rosario Flores fue la que, a priori, lo tuvo más fácil anoche. Sólo le presentaron dos batallas, y en ambas estaba bastante claro lo que iba a ocurrir, gustase más o menos a la audiencia. La primera de ellas enfrentó a Emmanuel y Abraham. Aquí la lucha interna de Rosario era más fuerte que la de David y Goliat. Tenía a uno de sus ojitos derechos (dicho así parece que Rosario sea una mutación) frente a un amigo suyo. Emmanuel tiene un rollo tremendo, un estilo muy particular y muy fácil de sacarle partido. Abraham, en cambio, es una negra frustrada con vocación de Popstar. Su actitud en el escenario fue tan sobreactuada como forzada. El dúo les quedó raro de narices (nunca mejor dicho, teniendo a Rosario y Carmona como coaches) y al final ganó la amistad. Se veía venir. El segundo enfrentamiento no estuvo mucho más reñido. David Santiago frente a Juan Carlos. La dulzura frente al soul. La magia y voz calentita frente al poderío y la manera de crecerse en el escenario. Yo me hubiese quedado con el de los ojos azules, que me tiene enamorao’, pero estaba claro que Juan Carlos se lo merendaba con un poquito de Cola Cao. Tampoco me gustó cómo se compenetraron. Pero es que realmente no lo hicieron… Juan Carlos repitió que David Santiago era un “estratega” y se creció al ganarle. Aquello parecía un Gran Hermano, más que un concurso de talentos musicales. Error.

David Bisbal fue el que, sorprendentemente, más me acertó anoche. Tanto en su elección de canciones como a la hora de emparejar a las voces y decidirse por unas u otras. Su primera actuación juntó a Eva María y a Mara, para cantar “Last dance”, un tema que ya cantó Chenoa en Operación Triunfo y que, además, es la segunda vez que ocurre. ¿Bisbal está enviando directas que sólo veo yo o qué? Francamente, Mara fue infinitamente mejor que su compañera, que aunque no hubiese cantado no habría pasado nada. Y eso que en el casting ninguna llegó a gustarme nada. Pero Mara fue fuerza, descontrol y pasión. Se creció muchísimo, así que me alegré cuando la cogió. Lo mismito ocurrió en la batalla entre Rafa y David Ros. Los dos rockeros sólo comparten el gusto musical, y si eso. David Ros es más de sala íntima, de música a medio tiempo.. Y Rafa es brutalidad, es garra, es desenfreno… Así que el “It’s my life” que les plantaron le vino que ni al pelo al señor Rafa para comerse con patatas a David. Lo ninguneó, lo chafó y lo mandó fuera del rin en el segundo verso. Bisbal lo tuvo muy muy fácil. Algo más complicado pudo ser la batalla que enfrentaba a dos grandes voces con dos estilos casi opuestos. Yolanda y Yanela (hasta sus nombres quedan bien juntos) interpretaron un bolero precioso, aunque la primera era flamenca y la segunda una mezcla entre soul y jazz. Pensé que Bisbal había patinado absolutamente, pero no. Fueron uno de los dúos de la noche. Perfectamente compenetradas y con una armonía encantadora. Por estilo, yo me decanté por Yanela, y Bisbal también. Así que todo rodado.

Malú también estuvo muy acertada juntando a sus voces y quedándose con tres de ellas (a las otras tres les dijo adiós, naturalmente). Pero escoger canciones no parece ser lo suyo. La primera de sus batallas fue casi perfecta. Rebeca y Beatriz versionaron “I have nothing”. Un temazo descomunal que le vino a Rebeca como anillo al dedo. Ella ya se había presentado a las audiciones con una canción de Whitney Houston, así que fue todo un regalo. Su garra y su potencia pudieron con una de las rivales más fuertes que podía tener, por su estilo similar y muy apto también. Malú se quedó con Rebeca para mi alegría y despidió a otra gran concursante. Su segundo enfrentamiento lo proporcionaron Yolanda y María. La verdad, las dos son grandes cantantes y demostraron muchas tablas, pero la canción no les permitió darlo todo y a mí me resultó muy descafeinado. “Manos al aire” fue el tema escogido. Yolanda pareció desenvolverse mejor, mientras que María, perfecta en afinación, estuvo como fuera de sitio. Una lástima. Para mi beneplácito, Malú se quedó con la andaluza que canta francés de oído, Yolanda para los amigos. Y hablando de amistad, más que amigos parecieron Efrén y Eli, el último de los dúos de Malú. Ambos interpretaron “Recuérdame” con más pena que gloria, aunque a mis tuiteros les encantó. Efrén se vino arriba y me resultó todo un galán, pero Eli me pareció chillona y desmedida. Había química entre ellos y Tiziano Ferro hasta lloró. Pero a mí sólo lograron que me dolieran los oídos. El vencedor de este dúo, claramente, fue Efrén. Malú no tuvo ninguna duda…

Me dejo a Melendi para el final, pero es que fue el que peor lo pasó. O al menos es con el que más sufrí, porque sus seis voces de anoche fueron tan correctas como geniales, y aunque me costó decidirme más en unos que en otros, todos me parecieron muy muy muy válidos. Es lo malo de tener un gran equipo, que no sabes por dónde elegir… Empezaré por el dúo formado por Neus Ferri y Javi, que tan bien cantaron “Ironic”. Para definir esta batalla, utilizaré “estupendo”. Porque todo me pareció estupendo. Desde la armonía que había entre ellos hasta las estrofas de cada uno por separado. Estupendo fue el buen rollo que transmitieron y estupendas fueron las tablas demostradas por los dos. Decidí decantarme por Neus, que me hace sentir más que él. A Melendi le ocurrió lo mismo, y yo me alegré absolutamente. Tampoco hubo un “pero” en la actuación de Mercedes y Susana. La joven me demostró que es brutal y que tiene una actitud genial en el escenario. No me esperaba tanto de ella. Pero de la que sin duda no me esperaba ni la mitad fue de Mercedes. Logró aprenderse la canción de Alejandro Sanz (“Y si fuera ella”) y no sólo no se equivocó sino que tampoco falló o se perdió o chafó a su compañera. El trabajo da sus frutos y las dos estuvieron en perfecta sincronía. Una lástima tener que perder a la señora que es todo fiesta y simpatía, pero creo que todos vemos más a Susana con un disco, si eso, ¿no?

El plato fuerte de la noche vino con el primero de los dúos de Melendi. La batalla entre Javi Mota y Mirela, lo que implicaba una pelea directa entre mi voz masculina y mi voz femenina favoritas. Cantaron “Devuélveme la vida” y, la verdad, yo pensé que lo haría mejor él que ella. Javi es pasión romántica, es voz calmada, es dulce aunque sexy. Mirela es más bien apoteósica, un huracán comedido pero imparable. Y así fueron ambos en el escenario. Ella cantaba y él se dejaba cantar. Pero es que Mirela es muy perfecta en ejecución y eso la hacía brillar sobre cualquiera que el hubieran puesto. A Javi lo veía como el que se sabe perdedor e intenta despedirse a lo grande. Me decanté por ella, aunque como ya he dicho y dije, él es mi otro gran favorito. Pero creo que ella estuvo más notable. Melendi no pareció verlo así y se quedó con Javi Mota. No hace falta que diga cuánto me alegré, porque para mí ambos tenían que estar dentro. Pero me supo fatal por Mirela, siempre destinada a un papel segundón y nunca cosechando los éxitos que se merece. Desde aquí le mando un beso aunque dudo que me lea. Y todo mi ánimo y mi apoyo. Es una gran voz y una gran artista infravalorada y ojala, algún día, encuentre su hueco.

Me despido con ella cantando “La reina de la noche”, la segunda clasificada para ir a Eurovisión en 2007. De nuevo, las hormonas pudieron a la calidad. Qué diferente habría sido todo para ella de haber ganado entonces…

¡FELIZ DÍA VOCAL A TODOS!