Las batallas de La
Voz ya son una realidad. Anoche pudimos disfrutar de la
primera Gala en la que ya fueron escogidos 11 artistas y, por tanto, eliminados
otros 11. Los coaches lo tienen muy difícil y algunos parecen querer
complicarse más la tarea. Malú no dejó de repetir, entre sollozos, que “se
había equivocado” al enfrentar a dos grandes. Bisbal repetía lo mismo cuando
vio actuar a sus dos copleras. Rosario también se indignó por uno de sus dúos y
Melendi se apenó al quitarse a un rockero para quedarse con otro. Así es este
concurso de duro y de real. Pero, al fin y al cabo, las parejas las han hecho
ellos y saben que si ponen un dúo apoteósico para una actuación galáctica,
tendrán que quitarse a una de sus mejores voces. Bien podrían haberlo pensado
antes…
Con tanta emoción, es lógico que los concursantes también
terminasen llorando, nos contasen la pena que les daba perder a otros “amigos”
y alguno hasta se saliera del tema por los nervios previos. “Cuando uno hace un
dúo, lo lógico es colaborar con la otra persona. Pero aquí estamos compitiendo
por un solo puesto”, decía tan perfectamente Nuria, una de las voces finalistas
de Malú. Otros no debieron entender que su momento había terminado y decidieron
seguir cantando en solitario para un coach, para la familia o para el que
pasara por ahí vendiendo rosas. Que los maten. Ya os han echado, chicos, no lo
estropeéis más. No os van a reelegir. Que maten también a Ruimán, otra voz
finalista de Melendi, que además de cantante, anoche descubrimos que es un showman
barato y nada divertido, aunque él se crea el alma de la fiesta. Y que maten
también a Melendi, que anoche ya comprobamos la fiabilidad de sus palabras:
“quiero ganar este concurso contigo”, le dijo a Miguel Kocina. Pero anoche lo
expulsó tranquilamente de su equipo. Y olé.
David Bisbal fue el coach que menos artistas vio actuar. Tan
sólo cuatro de sus voces pisaron el ring de las batallas: Lola y Virginia por
un lado, y Sandra y Nieves por otro. La actuación de Lola y Virginia, cantando
“Lady Marmalade”, fue la que abrió esta segunda etapa del concurso. Una canción
que, sobre todo, pide actitud y mucho rollo en el escenario. Las dos artistas
lo dieron todo, aunque en los momentos de cantar a dúo era Lola la que se comía
a Virginia, literalmente pero sin dobles sentidos. Al final del tema ambas
perdieron un poco el control y sus gritos fueron constantes, pero aún así la
actuación fue de notable. Bisbal se quedó con Lola, después de decir que en
algunos momentos Virginia le había hecho sombra. No sé yo cuándo, si en
realidad es la propia Lola la que hace sombra a Bisbal… El segundo dúo fue el
de las grandes copleras de su equipo, Sandra y Nieves, que interpretaron
magistralmente el “Torre de arena”. Estuvieron muy emotivas, pero el torrente
de voz de Nieves también pudo con el de Sandra, y David Bisbal no dudó en
decirle adiós a esta última. Bien hecho. Dos de dos. ¡Heleeee!
Malú vio pasar a seis de sus voces, teniendo que quedarse ya
con tres de ellas para la última fase del programa. La primera de sus batallas
enfrentó a Pau Piqué y Macarena. Quizá fuera la diferencia de edad, o quizá la
actitud de cada uno a la hora de verse en escena, pero el caso es que como dúo
dejaron mucho que desear. La compenetración fue inexistente y cada cual se
preocupó en interpretar lo que le vino en gana.
La canción tampoco fue la idónea para ninguno de los dos, aunque Pau
brilló en muchos más momentos que Macarena, y así lo vio también Malú, que se
quedó con el galán. Bien. Algo más complicado lo pudo tener para decidirse entre
Héctor y Nicky, aunque sus hormonas lo tenían bien claro desde las audiciones a
ciegas. Héctor es guapo, es sexy y su voz era perfecta para el “Always”. Nicky
estaba como cabreado, su actitud era demasiado diva y su comportamiento fue
extraño. A priori era él quién tenía más poder vocal, pero de nada le sirvió.
Malú se quedó con el rubio valenciano. Y yo me alegré. Como lo hice cuando vi
que se quedó con Nuria y no con Manuela, después de escuchar la versión más
rara del “Firework” de Katy Perry. Como ocurrió con el dúo inicial de Bisbal,
Nuria devoró a Manuela cada vez que cantaban juntas. Además, la chilena tuvo al
principio algún problema con el pinganillo y también se salió un poco del tema,
imagino que por los nervios. Creo que ambas podrían haber dado más con otro
tema, pero estuvo muy correcto todo. Tres de tres para mí. Perfecto.
Melendi fue el que más complicado lo tuvo en sus tres dúos,
y es que juntó, precisamente, a las seis mejores voces de su grupo para
enfrentarse entre sí. Ya son huevos. Primero tuvo que decidirse entre sus dos
más rasgadas y puede que las de más talento, Tony y Maika. Después de una
perfecta interpretación de ambos del “I don’t wanna mis a thing”, todos nos
quedamos en babia. Fue brutal. Un gustazo de batalla. Pero como bien dijo el
coach, la magia de Maika puede con todo, y había que quedarse con ella. Tampoco
se lo pusieron fácil Yhadira y Paula Rojo, que versionaron con bastante gracia
el “Complicated” de Avril Lavigne. No era, para nada, una canción con la que
Yhadira pudiese lucirse, con ese hilito de voz tan dulce y esa actitud tan
piji. Paula se la comió desde el principio, mucho más apta en el escenario y
también a nivel vocal. Una lástima, porque eran dos estilos muy diferentes y
dos artistas muy válidas para el panorama musical que tenemos. Melendi se quedó
con la chica ukelele, y a Yhadira le dijimos adiós, como ya se lo dijéramos a
su novio hacía un par de semanas.
El último dúo de Melendi fue el peor, sin duda. Ni me gusta
Ruimán ni me gusta Miguel Kocina, ni me gusta la canción de “Torero” que les
plantaron. Y no, no era la de Chayanne. Ruimán era, de entrada, el que tenía
una voz más apta para el tema, el que logró acoplarse mejor. Miguel Kocina
estaba como fuera de lugar, tanto en voz como en actitud. Bailaba como una
cuarentona en las fiestas de su pueblo y cuando cantaba su compañero, alzaba
los brazos como para animar al público. Bastante horrible. Melendi ya le dijo
en las audiciones a ciegas a Kocina que lo quería en su equipo porque quería
“ganar el concurso con él”. Palabras vacías. Se quedó con Ruimán. Y, de nuevo, tres
de tres para mí. Rosario también tuvo tres enfrentamientos ya en la primera
noche. Y, la verdad, creo que se equivocó en los tres. No en con quién se quedó
(que también) sino a la hora de juntar a las voces, tan diferentes todas entre
sí y con tanta calidad en un dúo y tan poca en otro. Mónica y Nuria le cantaron
“Without you”, con más pena que gloria. Como dúo no congeniaron. Y la actitud
de ambas fue más que insuficiente para una canción de amor como aquella. Si por
mí fuese, las habría expulsado a ambas, pero no podía ser. Finalmente se quedó
con Mónica. Pues bien. Ninguna de ambas me convenció lo más mínimo.
Sí lo hicieron Anabella y Lorena, dos voces muuuy diferentes
que defendieron de manera brillante el “Aprendiz” de Malú. Que ya son ganas de
ponerse chula, las de Rosario. Este dúo fue una auténtica compenetración de
principio a fin. Un perfecto ejemplo de armonía y sincronización que las hizo
brillar a ambas, cada una en su estilo, por igual. Fue difícil, pero creo que
hizo bien en decantarse por Anabella; sintiéndolo de verdad por Lorena, otra
grande. Peor fue la decisión que tomó Rosario después de ver cantar a Jorge
González y Damaris el temazo de “What you’re made of”. Por la tarde, viendo por
accidente (lo juro) Sálvame Diario, ya pude deducir que a Damaris no la habían
escogido, por un mal comentario entre Jesús Vázquez y Jorge Javier Vázquez. Y
así fue. Rosario aclaró que se había transformado el tema para la medida de Jorge,
que habían bajado los tonos a Damaris, que ella le ayudó con el inglés y que no
sé cuántas cosas más. Vamos, que ya se habían preocupado todos de que Jorge
luciera como él solo. Y ni aún así. Damaris estuvo perfecta, espectacular. Pero
Jorge estuvo carente de fuerza, más bien insulso. Pero no pasa nada, la Flores se quedó con él, y
punto. Esto es así. Y así os lo he contado.
Con esta indignación de ver a una de las mejores voces
expulsadas, una de las artistas con más tablas, para seguir escuchando y sufriendo
a un triunfito al que tanto nos costó eliminar… Ay, con esta indignación os
dejo. Nos vemos el próximo jueves. Recordad que podéis seguirme en Twitter, comentando en directo y a cada minuto las galas de La Voz. Sed buenos, pero no idiotas.
¡FELIZ DÍA VOCAL A TODOS!