Nuestros corazones han dejado de latir. No literalmente, pero han dejado de latir. Después de las dos brillantes Semifinales, llegó el turno de la Gran Final de Eurovisión 2011. 25 países competían por alzarse con el triunfo y ser la sede para el próximo certamen de música. La noche comenzaba de una manera espectacular. Los presentadores alemanes comenzaron a cantar “Satellite” en una versión más rock. En teoría, Lena tenía que ser la encargada de interpretarlo, pero como ella competía también este año, era un poco pasada. Iñigo ya nos dejó entrever que acabaría saliendo de un lado u otro del escenario. Y así fue. Démosle un aplauso a Iñigo. Fantástico.
La imagen empezó a llenarse de Lenas que salían con las banderas de cada país participante. 43 Lenas concentradas en sesenta metros cuadrados.
Catástrofe. Finalmente, apareció la original, y se dignó a cantar estrofa y media junto a los presentadores. Qué bonito. El final de la actuación fue lo mejor, sin duda. Alemania ha querido demostrar que son la gran potencia europea y que pueden gastarse los cuartos
que se ahorran del nutricionista de su presidenta. Pantallazos, petardos, fuegos artificiales, trucos de magia, más pantallazos, paneles… de todo. En realidad, parecía que estuviéramos en China. Claro que de haber sido así, la escenografía hubiera durado tres minutos. Y hubiera habido un par de dragones por ahí. En fin, me lío.
El final del certamen, con las votaciones, también fue espectacular. Entre tantos puntos, pudimos ver a Raffaella Carrá, a Ruslanda, a mi Sofia de Georgia… Y, por supuesto, pudimos ver a Dima Bilan. Qué grande. Debería ir a cantar a Eurovisión todos los años. El que también podría ir era Danny Saucedo. Fue un auténtico guiño que él diera las votaciones. Ya me entendéis. Nunca mejor dicho. Me vuelvo liar… 25 actuaciones. Una última Crónica de Eurovisión 2011 tras un mes comentando. Más de 20.000 visitas. ¿Preparados? ¡ADELANTE!
SUIZA: 0 PUNTOS. Suiza fue la gran decepción de la noche, por mucho que digan de otras. Todo el mundo esperaba mucho más de ella. La aparición de Suiza en la Final hizo pensar que Anna lograría un buen puesto. Que su canción,
Banda Sonora Original de Ikea, lograría una buena clasificación. Quedó última. 19 puntos. Una lástima. Pero la canción salió justo después de Italia (que quedó 2ª) y de Reino Unido, con la banda Blue. ¿Alguien se acordaba luego de Suiza? Claro que no. Al final, la saqué de mi TOP 10 y la dejé de mitad de la tabla para abajo. No me fui mucho.
ESTONIA: 6 PUNTOS. No lograré entender nunca su penúltima posición. Estonia ya ha ganado Eurovisión. No es un país con grandes posibilidades técnicas, pero no hizo un mal festival. Y además tiene vecinos. Y política. Y Getter es fantástica. Una auténtica Barbie Girl que nos interpretaba un tema no apto para adultos aburridos. Estonia nos ofreció color. Nos ofreció alegría. Nos ofreció un tema diferente y arriesgado, pero muy bailable, muy animado. No cuajó. Como ya dije en la 1ª Semifinal, Eurovisión ha castigado este año a las cantantes con puestas en escena completas. El fenómeno Diva este año no ha colado.
ESPAÑA: 0 PUNTOS. Francamente, me esperaba algo mucho peor. La coreografía es patética. El vestuario no puede ser menos elaborado. El pantallazo es absolutamente cutre. La canción, además de insulsa, está absolutamente fuera de lugar.
Y nadie consigue entender dos frases de las estrofas. No es que Lucía no tenga dicción –que también-, es que no se entiende. Y además, vocalmente tampoco somos lo más impecable del festival. Lucía le puso ganas. Todas las del mundo. Pero no convence. Su cara era de “
que lo estoy dando todo, por favor, vótame, o luego me quedo sin postre”. Quienes siguieron viendo la retransmisión de TVE, verían que Lucía iba absolutamente fumada mientras hablaba con Anne Igartiburu. ¿Qué le dieron los alemanes? No dejó de sonreír y menear su banderita española.
Lamentable.
HUNGRÍA Y FINLANDIA: 0 PUNTOS. Ambas quedaron fuera también de mi TOP 10. Hungría se desinfló completamente entre muchas canciones favoritas y más movidas que ella. Con mejor escenografía. Con mejor vestuario, no os quepa duda. Y con mejor todo.
La versión húngara de Céline Dion lo hizo muy bien, aunque en el primer estribillo desafinó de lo lindo, pero su actuación parecía demodé completamente. El chico finlandés era demasiado abrazable. No inspiraba nada. Un achuchón. Sin más. De haber ganado, en lugar de premio en metálico,
yo me lo llevo a Disneyland. Pero ya está. No había por donde sacarle nada. Y así pasó. A las posiciones más bajas los dos.
ISLANDIA, LITUANIA Y AUSTRIA: 5, 0 y 2 PUNTOS. Seguimos con las posiciones bajas de la tabla, y nos encontramos a tres (en realidad ocho) voces impresionantes. La balada country de Islandia era casi perfecta. Yo la dejé sexta. Europa la dejó la 20ª. Pues bueno. Está claro que el fenómeno lastimero que arrastraban sin quererlo, no llegó a hacer mella. Era una de las mejores canciones. Y recordaba a finales de los años 90. Quizá ese fue su error. A mí me sigue pareciendo muy apta. Menos apta me pareció Lituania, que sólo logró arañar votos vecinos y alguno despistado. La cantante de la balada más aburrida de Eurovisión pasó sin pena ni gloria entre Dinamarca y Hungría. Y claro, quedó enterrada. Todavía no entiendo por qué la canción se llama “
C’est ma vie” (“
Es mi vida”) cuando en realidad la cantante se pasó los tres minutos pronunciando “
C’est ma-ha-vie”, que no sé si tiene traducción, pero quedaba horrible.
Me encantaría llevarla a Disneyland con el de Finlandia, para ver si aprende francés. La que no necesita cursos es mi amiga la de Austria. Fue la mejor voz de la noche, sin duda. El tema era una pasada. La puesta en escena, muy sobria. Pero tampoco convenció. A mí, personalmente,
me parece la mejor actuación-calidad de 2011. Una lástima de clasificación.
RUMANÍA: 0 PUNTOS. Todavía no entiendo por qué, pero el cantante rumano me parece muy sexy. No sé qué tenían esos pantalones, pero le quedaban muy bien. Al margen de su físico, Rumanía era un cero enorme. La canción parecía pegadiza, pero no. La letra tampoco decía nada que no dijera el resto. Y, en realidad, del año pasado con el piano a éste, Rumanía ha bajado mucho su nivel. Jamás han tenido una clasificación tan mala en los últimos años. Estarán contentos. Pues quizá sí.
RUSIA: 3 PUNTOS. Alex Sparrow, como él mismo se ha bautizado para que “
podamos pronunciar todos su nombre”, fue otro chasco enorme de la noche. Analicemos la situación: Rusia es un país grande en Eurovisión, aunque sólo ha ganado una vez. Siempre lleva lo mejor que tiene cada año. Sus canciones siempre son pegadizas. Sus temas siempre son perfectos para una puesta en escena diferente y muy visible. Además, tiran de hormonas, y suelen ofrecernos carne. No se les puede pedir más. Alex está tremendo, pero lo sabe perfectamente, y no actúa bien. Se ha pasado todas las ruedas de prensa quitándose la camiseta. No es coña,
si buscáis su nombre en Google, no vais a ver más de dos fotos de Eurovisión de él con la ropa puesta. Y así no se puede. La gente se fijaba en sus perfectos abdominales y su cara de macarra de Grease. Y se nos olvidó su canción. ¿Cómo era? A mí me gustó mucho, pero ayer la encontré descafeinada.
FRANCIA Y SERBIA: 0 Y 1 PUNTO. Lo malo que tienen las casas de apuestas e Internet es que ahora se conocen los favoritos demasiado pronto. Y lo malo que tiene que todo el mundo sepa que eres el favorito, es que no te van a votar luego, por miedo a que realmente ganes. Posiblemente, ese es el principal factor para que Francia sólo fuera 15ª y Serbia, 14ª. Pero yo creo que hay algo más. Francia es un país que no suele arrastrar muchos fans en Eurovisión a menos que lleven temazos. Y por mucho que dijeran todos los críticos, entendidos y demás, el tema de este año era una auténtica basura. Para empezar, ¿qué hace Francia cantando en corso? ¿Cantamos nosotros en vasco? Son ganas de que la gente no se aprenda la letra. Amaury es muy feo. Y da miedo.
Suda mucho. Y no se lava el pelo. La imagen se te cae por los suelos. Y por muy tenor que seas, tienes que lograr afinar más de dos notas seguidas. Serbia era todo lo contrario. Nina es divertidísima. Guapísima. Tenía una puesta en escena muy vistosa y muy apta. Serbia suele quedar bien. El tema era pegadizo no, lo siguiente. Y le puso ganas suficientes como para sacar el
Titanic de donde quiera que esté. Pero la actuación le parecía muy friqui a todo el mundo. En cierto modo, lo era. En fin.
ESLOVENIA Y MOLDAVIA: 0 PUNTOS. Infumables. Bastante bien quedaron para mi gusto. Yo no los hubiera pasado a la Final, ya lo dije. Eran dos momentos perfectos para acabar de quitar la mesa, ir al baño y sacar a pasear al perro. Menos mal que no las pusieron seguidas, la audiencia se hubiera esfumado.
REINO UNIDO: 10 PUNTOS. Finalmente, Reino Unido ascendió a mi 2ª posición anoche. La canción me gusta muchísimo, aunque le falta garra. Blue siempre me ha encantado, especialmente Simon Webbe, todo sea dicho. Anoche aparecieron como ya sabíamos que iban a ir: desafiando al buen gusto. El vestuario no podía estar más fuera de lugar. ¿Quién los vistió?
¿Las hermanas de York? Horribles. Iban enseñando carne, eso está claro. Pero hubieran hecho lo mismo con otro tipo de telas, trajes y colores. Fatídico. La puesta en escena tampoco ayudó mucho, pero en conjunto, eran muy buenos. Me pareció extraño que quedaran sólo décimo primeros cuando eran tan favoritos. Y me supo realmente mal.
ALEMANIA: 0 PUNTOS. Lena no llegó a estar en mi TOP 10 por los pelos. Bueno, por tres décimas. La dejé 13ª, por encima de Hungría, Suiza y alguna de mis otras favoritas iniciales. Era el país anfitrión, y eso siempre arrastra votos. Además, era la actual ganadora, y eso también tira, aunque sea por los fans que todavía la siguen queriendo y apreciando. Pero el tema era otro mundo. En versión de estudio, no me disgustó cuando lo oí, pero me pareció lo menos eurovisivo del mundo. Cuando lo vi sobre el escenario, efectivamente, era lo menos eurovisivo del mundo. Y la puesta en escena estaba
patrocinada por Lady Gaga. ¿Por qué? ¿Era necesario ese momento bochornoso? La interpretación de Lena fue brutal. Su punto fuerte.
Me encantó, he de confesarlo. Merecido décimo puesto, en realidad.
GEORGIA: 0 PUNTOS. Georgia repite su peor clasificación de Eurovisión: novenos. A mí la actuación me gustaba. O, mejor dicho, no me disgustaba. Pero no me pareció para tanto. En fin, para gustos, colores.
IRLANDA: 7 PUNTOS. Mis Jedward. ¿Pueden ser más fantásticos? Tremendos. Fueron los que mejor se lo pasaron anoche, no hay lugar a dudas. Color. Fantasía. Animación. Purpurina. Pluma… Irlanda nos ofreció de todo un poco este año. Y lograron quedar octavos. Muy bien, realmente. Eran mis cuartos, pero sabía que tampoco lograrían esa clasificación. Empezaron la noche como uno de los grandes favoritos. Y salieron al escenario a darlo todo.
A mí me parecieron brutales. Les puse un diez enorme. No les encontré una sola pega.
GRECIA: 0 PUNTOS. Al final, Grecia quedó fuera de mi TOP 10. La dejé 12ª. Aún así, tuvo un 9,4. La parte hip hop me sigue sobrando demasiado, y la coreografía no me convenció lo mismo que en la Semifinal y en los ensayos. Era muy vistosa y muy apta, pero quedaba un poco floja. Imagino que el jurado profesional la infló bastante. Ya veremos cuando se publiquen los resultados desglosados.
BOSNIA Y HERZEGOVINA: 0 PUNTOS. Lo siento por Dino, que me cae muy bien, pero su sexta clasificación no tiene ninguna explicación lógica. Actuaron segundos. Como os dije, jamás podrían ganar, es una maldición eurovisiva. La canción, a mi parecer, se perdía entre la primera y la tercera, Finlandia y Dinamarca. Y no tenía grandes puntos para resultar llamativa. Bosnia atrajo puntos de países vecinos y ajenos, promovidos por la nostalgia y las épocas ya desclasificadas. En fin.
DINAMARCA: 8 PUNTOS. Después de su actuación, he terminado por enamorarme de este grupo y de su canción. Les puse el primer diez de la noche (tiene poco mérito saliendo terceros…), y al final los puse en tercera posición. Quedaron quintos. Me alegré absolutamente.
Cada punto a los daneses lo celebraba como una victoria propia. La canción es pegadiza y muy buena. La letra me gusta, aunque las rimas son rebuscadas. Y el cantante me gusta tanto, que me lo llevaría a
Disneyl… a
casa, qué narices. Me encanta. Me encanta. Bravo por Dinamarca, este año.
UCRANIA: 4 PUNTOS. Y seguimos con grandes alegrías. Ucrania bailaba en el podio durante las primeras votaciones, y al final fue cuarta. Yo la puse séptima. También celebraba los votos a Ucrania como si me los dieran a mí. La voz de la cantante es absolutamente fuera de serie. Tiene un torrente fantástico. Una afinación perfecta. Y la canción era muy buena, muy competente. El truco de llevar una artista de arena les benefició absolutamente, porque todo el mundo quedaba prendado de la pantalla y no se atrevían a pestañear. Muy bien por Ucrania.
SUECIA: 12 PUNTOS. Mi Popular. Eric Saade era mi gran apuesta de este año. No escuché su canción hasta diez días antes de la 1ª Semifinal. Sabía que mucha gente apostaba por él y preferí –por los resultados del año pasado- no escucharla para no ser uno de esos que luego quedaran desencantados. Pero no. “
Popular” fue la gran actuación de anoche.
Fue La Actuación. Una puesta en escena brutal, cristal roto incluido. Eric tiene una voz muy normalita, pero sabe cómo no ahogarse a pesar de la coreografía tan completa. Y la canción es tremenda, aunque la letra sea basura. La estuve cantando toda la noche. Y, casualmente, hasta medianoche, era el ganador de Eurovisión 2011.
Pero como en el cuento de La Cenicienta, la carroza se me destrozó y ganó Azerbaiyán. El efecto de mi cumpleaños se esfumó. Me supo fatal que quedara detrás de Italia (más que de Azerbaiyán, de hecho), pero Suecia puede estar muy orgullosa de su mejor clasificación en los últimos años.
Eric es total.
ITALIA. 0 PUNTOS. Voy a hacer un “Pasapalabra” con esta actuación. Fue a la única a la que suspendí anoche. Su segunda posición me dejó muy loco. No entiendo nada. En realidad sí, pero voy a hacer como que no. Pues eso: Pasapalabra.
AZERBAIYÁN: 0 PUNTOS. GANADORA DE EUROVISIÓN 2011. Voy a empezar por lo bueno: Azerbaiyán, como ya dije en la Crónica de la 1ª Semifinal, supo como meterse al público en el bolsillo. La actuación era casi perfecta. La balada es muy bonita, ellos cantan genial e interpretan mejor. El coro es el mejor del mundo, les ayudó muchísimo. Y el vestuario y la puesta en escena quedaron impecables. Los
dejé séptimos en la 1ª Semifinal y los dejé 11º anoche, en la Final. Mi nota para ellos fue un 9,5. Así pues, me alegro porque su victoria, en cuanto a actuación, está casi merecida. Ahora viene lo demás:
¿Cómo puede un país como Azerbaiyán ganar Eurovisión? ¿Qué esperan el año que viene? ¿Dónde van a meter el concurso? ¿Qué clase de normas van a poner? Azerbaiyán, recordémoslo, es un país que ha interrogado y metido en la cárcel a casi 50 personas por votar a Armenia en Eurovisión. Por favor, es absolutamente lamentable, inhumano, antidemocrático y bochornoso. Un país como ése no puede ganar Eurovisión. Representa todo lo contrario que el festival difunde. ¿Y los eurofans, van a ir a Azerbaiyán? Cuidado con ellos, que todos sabemos que la homosexualidad en Azerbaiyán es poco menos que un pecado. No existen leyes explícitas contra las prácticas homosexuales ni castigos penales, pero más allá de la legalidad, allí ser gay está casi perseguido. Cuidado a los eurofans, insisto.
Es una auténtica vergüenza que Azerbaiyán, por muy buena canción que enviaran, llegue a alzarse con el triunfo. Una vergüenza política, democrática y social.
Un auténtico desplante a los valores humanos. A los derechos humanos. Me alegra que ganara una buena canción, unos buenos cantantes. Me alegra que mis cuatro grandes favoritos quedaran, respectivamente, en las posiciones 3ª, 11ª, 5ª y 8ª. Pero no puedo alegrarme del resultado final del ganador con ese país como bandera.
Pienso seguir publicando cuanta noticia salga sobre Azerbaiyán en los medios y yo me entere. Pienso declarar la guerra a cualquier menosprecio democrático que hagan desde aquí hasta el año que viene. Y pienso que sois todos fantásticos, por haber aguantado el artículo más largo de la historia del blog. Nos vemos en los próximos días. Pero con Eurovisión, me despido hasta el año que viene. Muchas gracias a todos por este seguimiento desde hace casi un mes. Gracias, en serio.
¡FELIZ DÍA DEL ODIO EUROVISIVO A TODOS!
Roberto S. Caudet